No estaba siendo un año especialmente trágico para los periodistas en el mundo, hasta que volvió a estallar el conflicto más longevo de Oriente Medio. La guerra entre Israel y las milicias palestinas desatada el pasado 7 de octubre se ha cobrado la vida de al menos 63 periodistas, 56 de ellos asesinados en la Franja de Gaza por los incesantes e indiscriminados bombardeos israelíes. Reporteros Sin Fronteras (RSF) habla sin reparos de "masacre de periodistas" en su balance anual, en el que este conflicto ha empañado una tendencia a la baja generalizada en el número de reporteros asesinados en el mundo.

Además de los 56 reporteros fallecidos en Gaza, otros cuatro fueron asesinados en Israel y tres más en el sur del Líbano. Solo los profesionales víctimas de este conflicto superan a los que han sido asesinados en todo el mundo en lo que va de año. Y solo van dos meses de guerra. "Estas cifras son las mayores jamás registradas por RSF en el inicio de un conflicto y hacen saltar por los aires la tendencia global a la baja de los últimos años en el asesinato de periodistas", ha explicado Alfonso Bauluz, presidente de RSF, durante la presentación del informe este jueves en Madrid.

A pesar de la escandalosa cifra de profesionales muertos en Oriente Medio, la estricta metodología de RSF eleva solo a 45 los periodistas asesinados en el mundo hasta el 1 de diciembre de 2023, ya que estos son los que se ha podido confirmar que han sido asesinados en el ejercicio de su profesión o por causa de ella.

De estos, de momento son 17 los informadores asesinados deliberadamente en el trascurso de la guerra entre Israel y Palestina: 13 en la Franja de Gaza por ataques de Israel, tres en el sur del Líbano también por bombardeos hebreos y al menos un reportero israelí en un kibutz cercano a la Franja durante los crueles atentados de las milicias palestinas el 7 de octubre.

"Todos son asesinatos, son crímenes de guerra y, como tal, los hemos puesto en conocimiento del Tribunal Penal Internacional", ha explicado el presidente de RSF. Bauluz recuerda que es "muy difícil" contrastar si el resto de reporteros palestinos muertos han sido asesinados mientras trabajaban, ya que Israel ha bombardeados el 45% de los edificios residenciales de la Franja, incluidas las viviendas o lugares de refugio de los periodistas.  

Sin embargo, Bauluz no descarta que la cifra pueda aumentar si se esclarecen las circunstancias en las que han fallecido otros profesionales en Gaza. "Ha sido un año catastrófico. Nunca se ha visto una matanza de periodistas como la vista en Gaza. Los reporteros que trabajan y viven allí están siendo bombardeados de forma sistemática, junto a la población civil, y eso es un crimen de guerra", ha aseverado Bauluz.

Posibles objetivos militares

"Tenemos serios motivos para pensar que Israel ataca a periodistas palestinos como objetivos militares", ha advertido Bauluz. Según explica, el Estado hebreo conoce la geolocalización de los reporteros palestinos, sus domicilios y sus centros de trabajo y, en otras ocasiones, las tropas israelíes han bombardeado las sedes de medios de comunicación para cortar las emisiones en directo y dificultar las conexiones de los medios, sean palestinos o internacionales. 

"La cruel violencia contra nuestros colegas gazatíes demuestra, una vez más, su importancia frente a la propaganda y la desinformación. Pedimos que en 2024 puedan salir de la Franja, si así lo desean, y que puedan entrar en Gaza los periodistas internacionales, algo que Israel prohíbe actualmente. Hay que evitar que Gaza se convierta definitivamente en un agujero negro informativo", ha reclamando el presidente de RSF.

La menor cifra desde 2022

Pese a todo, la cifra de reporteros asesinados en 2023 supone 16 víctimas menos que el año pasado y es el número más bajo registrado por RSF desde 2002, cuando murieron 33 profesionales. El organización ve un "descenso progresivo" en los últimos años.

Entre las razones de esta caída en zonas de conflicto (que suman 33 fallecidos en 2023), RSF apunta a mayores medidas de seguridad de los periodistas y el fin de los "picos de asesinatos" registrados en Irak y Siria, donde murieron casi 600 periodistas mientras trabajaban entre 2003 y 2022. Aunque también se debe a que hay menos periodistas cubriendo conflictos y, por lo tanto, más zonas oscuras de las que nadie informa.

En cuanto al descenso de muertes en lugares y periodos pacíficos (22 reporteros asesinados este año), RSF considera que la reducción se debe a ciertos refuerzos de las medidas de protección del trabajo periodístico, a la creación de mecanismos de lucha contra la impunidad, pero también al exilio de periodistas, sobre todo de América Latina, y a la autocensura de mucho profesionales para evitar consecuencias fatales.

México sigue siendo el país más peligroso para ejercer el periodismo, según RSF, a pesar de que los asesinatos de profesionales en 2023 han sido cuatro, siete menos que en 2022, un año que Bauluz califica de "orgía de sangre" contra la prensa. Para Edith Rodríguez Cachera, vicepresidenta de RSF, este descenso confirma que el miedo a informar se ha impuesto en este país latinoamericano, que concentra 31 reporteros desaparecidos, casi un tercio de los 84 profesionales de los que no se sabe nada.

521 periodistas encarcelados 

Al mismo tiempo, 2023 cierra con 521 reporteros encarcelados en todo el mundo, un descenso del 8% respecto al año pasado. "China sigue siendo la mayor cárcel de periodistas", ha explicado Bauluz. Según el recuento, el país asiático mantiene a 121 reporteros en prisión, 12 de ellos en Hong Kong y 42 en Xinjiang, territorio poblado por la etnia musulmana uigur, fuertemente reprimida por el gobierno de Xi Jinping). China concentra casi el 25% de todos los periodistas entre rejas del mundo.

Le siguen en represión a reporteros el régimen de Alexander Lukashenko en Bielorrusia, donde hay 39 periodistas en prisión, 14 de ellas mujeres, y Birmania. También destacan los casos de Turquía e Irán, con 43 y 28 reporteros encarcelados respectivamente este año. Ambos países, apunta Rodríguez Cachera, amedrentan y torturan psicológicamente a los periodistas con entradas y salidas constantes de la cárcel.

54 periodistas secuestrados 

RSF también alerta de que al menos 54 periodistas permanecen secuestrados en 2023. De los siete capturados este año, dos permanecen retenidos en contra de su voluntad. Son los periodistas malienses Saleck Ag jiddou y Moustapha Koné, secuestrados el 7 de noviembre en el norte de Malí, pocos meses después de la liberación del periodista francés Olivier Dubois en la misma región. El resto de periodistas que siguen cautivos se concentran en Siria (38), Irak (9), Yemen (4) y México (1).