La Fundación Altarriba, dedicada a la defensa de los animales, ha comunicado a la Guardia Civil la aparición de un delfín muerto con una aleta amputada y que presentaba un gran corte en el vientre el 10 de noviembre en la playa de la Cala Montjoi, cerca de Roses (Girona).

El cetáceo fue considerado como "un residuo" por los técnicos del ayuntamiento especializados y los agentes forestales que les acompañaban, por lo que desde Altarriba denuncian que no se le practicara una necropsia y así saber las causas exactas de su muerte.

Yolanda Valbuena, la abogada de la fundación animalista, ha declarado que son "unos hechos muy graves teniendo en cuenta que la zona está considerada de alto valor ecológico y está protegida desde el mes de junio por Real Decreto de Ministros como corredor para proteger la migración de cetáceos", según adelanta La vanguardia. 

Lo que persigue la abogada es que desde el Departamento de Medio Ambiente se den las explicaciones oportunas sobre cuál es el proceso que se siguió para concluir que no se debía hacer la necropsia al animal. Desde su punto de vista —continúa el diario antes mencionado— se podría tratar de un caso de maltrato animal y pretende que la Generalitat haga públicos los baremos por los que se rige para determinar cuándo se debe llevar a cabo el estudio del animal una vez fallecido o, en las demás ocasiones, desecharlo.

El Departamento de territorio y Sostenibilidad se defienden alegando que los técnicos se encontraron con el delfín en un estado avanzado de descomposición, por lo que se le consideró un residuo, tal y como recoge La Vanguardia. Además, añaden que en estos casos no se practica una necropsia dado la nula validez de los resultados.