La nueva edición de Madrid Fusión, una de las citas gastronómicas más importantes de nuestro país, comenzará el próximo 22 de enero con un programa para chuparse los dedos. Para abrir boca, una veintena de chefs y conferenciantes, entre los que sólo figuran dos mujeres: la colombiana Leonor Espinosa, propietaria del restaurante Leo de Bogotá y considerada la mejor cocinera de América latina por 50Best; y la vasca Elena Arzak, del reputado restaurante Arzak de San Sebastián.

El evento gastronómico Madrid Fusión 2018 dura dos días más, pero la búsqueda de mujeres entre los invitados españoles y extranjeros resulta infructuosa: el martes 23, Montserrat Fontané será la única representante femenina en el Palacio de Congresos de Madrid. Huelga decir que la presencia masculina es abrumadora: trece varones, entre ellos Joan Roca, que compartirá su tiempo con Fontané en La importancia del origen, que se desarrollará en el auditorio.

¿Será acaso el miércoles 24 el día reservado para las mujeres? ¡Agua! Catorce hombres departirán sobre las bondades del chato murciano, las fragancias de la cocina andalusí o la nueva cocina rusa. Entre tanta ponencia y tanto ponente (otros trece), la panadera Sela Priego, en nómina del restaurante Argos de Port de Pollença. Aunque ella tampoco estará sola: la acompañará el cocinero Álvaro Salazar, quien también trabaja en el establecimiento mallorquín.

En resumen: el esperado acontecimiento gastronómico del año sólo contará con cuatro mujeres, si bien dos de ellas estarán flanqueadas por sendos hombres. Una magra cuota femenina que lleva a plantearse la siguiente cuestión: dado que la presencia de mujeres en los fogones y obradores es manifiesta, ¿acaso no se merecen también estar presentes en la obligada y prestigiosa cita del sector? La receta es clara: en Madrid habrá fusión gastronómica, pero no de géneros.