Apenas han sido 25 minutos, pero Oumo, una madre costamarfileña, que llegó a España en patera hace seis meses, y su hijo Adramane, de cuatro años, que arribó un mes antes en otra embarcación, han podido restablecer el contacto después de seis meses separados.

La embarcación del pequeño fue interceptada por las autoridades españolas y éste trasladado a Melilla, donde fue internado en un centro de acogida para menores. Ella llegó un mes después y, tras pasar por el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, reside actualmente en una residencia de acogida para migrantes en Jerez. Pese a que intentó reunirse con su hijo desde el primer momento, las autoridades españolas no habían tomado ninguna medida para hacerlo posible, según denunció la organización internacional Women's Link. Ni siquiera se les había permitido hablar por teléfono.

Sólo ha sido posible después de que, el pasado martes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) exigiera a España explicaciones por este caso. El Tribunal respondió a la petición de la ONG y pidió al Gobierno español que explicara qué medidas había adoptado para probar la filiación del niño y la madre y que así se pueda determinar su reunificación. Además pedía medidas para que pudieran comunicarse de forma inmediata, y daba de plazo hasta el jueves a las 17.00 horas.

El área del menor de Melilla accedió el pasado miércoles a que madre e hijo hablaran por fin, según informa el periodista Nicolás Castellano en la Cadena Ser. "Fueron 25 minutos en los que el pequeño Adramane no paraba de llamar a su madre a través de la pantalla", asegura.