Con más de 8.000 km de litoral, España se presenta como una de las zonas de Europa más atractivas para el baño y el turismo de verano. Sin embargo, las aguas que rodean al territorio del Estado tienen algunos puntos negros marcados por la degradación ambiental del entorno. Microplásticos, basura, construcciones levantadas a escasos metros de la costa, vertidos de aguas residuales... La lista de infracciones que amenazan las playas españolas es tan larga como preocupante. 

Así lo recoge el último informe Banderas Negras 2022 publicado por Ecologistas en Acción. Un trabajo que señala los 48 entornos playeros más contaminados, sea por contaminación o por la presión que el ser humano ejerce sobre ellos a través del desarrollo urbano. 

Andalucía

En Andalucía, la presión urbana sigue siendo un factor determinante que condiciona el buen estado del litoral. Un ejemplo de ello, según se recoge en el informe, es la playa de La Antilla, en Huelva, donde las construcciones se han comido buena parte del dominio público marítimo terrestre, quedando expuestas al oleaje. La Ría de Huelva, también en el territorio onubense, recibe otra bandera negra debido a los vertidos constantes, la mayoría procedentes de los enclaves industriales de la zona, además del trasiego constante de buques metaneros que descargan combustible en el puerto de la ciudad. 

El informe señala también la Playa de Vejer, en Cádiz, que lleva años sufriendo los vertidos de la depuradora del municipio. Se suman a la lista la playa de La Rábita - El Pozuelo, en Granada, en la que se ha documentado contaminación por plásticos y envases agrotóxicos que ensucian la arena. Estos restos, además, han llegado a los fondos marinos cercanos tras ser arrastrados por el oleaje. A la lista se suman otros puntos negros como Cuevas de Almanzora, en Almería, o la pequeña playa del Paraje Natural de Maro, en Málaga.

Asturias

Las playas que acompañan  a la ría de Avilés hasta el mar tampoco están en condiciones óptimas. Se debe a que el colector de aguas industriales no logra recoger la totalidad de las aguas residuales de las fábricas asentadas en el entorno, tal y como llevan denunciando los colectivos ecologistas durante años. Además, el informe señala la importante amenaza que puede suponer para las playas de Gijón la reactivación de la regasificadora de El Musel, ya que intensificará el trasiego de buques metaneros en la zona.

Cantabria

La franja litoral del margen derecho del río Asón y las marismas contiguas a la playa del Regatón son los puntos más contaminados del litoral cántabro. El mal estado de esta zona se debe, principalmente, a las deficiencias en la depuración de aguas urbanas de los municipios que dependen del EDAR de San
Pantaleón. 

Catalunya

El mal estado de las aguas del Puerto de Barcelona deja una bandera negra en la capital catalana. La ampliación de esta infraestructura deja en entredicho el futuro ecológico de un ecosistema del que dependen numerosas especies de aves. 

La Platja del Trabucador (Tarragona), por su parte, sufre las consecuencias de la mala gestión y la falta de adaptación a la coyuntura de crisis climática, pues en las cada vez más comunes tormentas y DANAS el refuerzo natural de arena que separa la playa de las aguas del Delta del Ebro termina desapareciendo. Por otro lado, aparecen en la lista las playas de Tarragona, en parte, debido a los últimos estudios de la Universidad de Rovira y Virgili que han detectado unos niveles de microplásticos preocupantes.

Ceuta y Melilla

En Ceuta aparece la zona del litoral del Monte Hacho, un espacio protegido de interés comunitario donde habitan numerosas especies amenazadas. Según los ecologistas, los vertidos de aguas fecales y la falta de gestión ambiental del entorno está dificultando la supervivencia de algunas poblaciones de tortuga boba (Caretta caretta)​ y de delfín mular (Tursiops truncatus). En Melilla, aparece destacada la Playa del Hipódromo debido a la amenaza que supone el nuevo plan de ampliación del Cuartel Militar Primo de Rivera, con edificios en primera línea de costa de hasta 14 plantas. 

Euskadi

En Euskadi, los ecologistas han puesto el foco en los vertidos constantes de Petronor en el río Barbadun, en Bizkaia. En Gipuzkoa, las malas puntuaciones van para la playa de Mutriku, que se ha añadido a la lista no por su estado actual, sino por los daños que podría provocar la ampliación del dique, así como la creación de hasta 500 nuevos amarres de barcos que intensificarán el trasiego de barcos.

Galicia

El estuario de Foz, en Pontevedra, sobresale como uno de los enclaves costeros más degradados por la contaminación y las cargas fecales arrastradas desde el río Miñor. Destacan también las playas de la Isla Pancha, en Ribadeo, donde la presión turística ha dañado la calidad del y ensuciado las arenas. Además, en la Playa de Arealonga (Lugo) se han detectado vertidos de aguas sucias procedentes del alcantarillado del municipio.

Balears

En las Illes Balears, los ecologistas han otorgado una bandera negra al Porto Colom de Felanich, en Mallorca. La calidad del agua de baño se ha deteriorado de manera notable, según se recoge en el informe, debido a la presión turística y a los dragados que se han acometido en la zona durante los últimos años. Los problemas repercuten en los bañistas, que ya no disfrutan de aguas cristalinas, pero también en la biodiversidad, que se ha visto mermada.

Canarias

La Playa de los Silos, en Tenerife, daña la buena reputación que tienen las costas de esta isla. La causa está nuevamente en los vertidos de aguas residuales procedentes de los municipios de Garricho y de Los Silos. También reciben mala puntuación por contaminación de las aguas de las playas del Charco de la Araña (Los Silos) y la playa de Waikiki o La Goleta (Gran Canaria), uno de los lugares más empujados por la turistificación de todo el archipiélago.

País Valenciá

Por lo que se refiere al País Valencià, el desarrollo urbano pone en riesgo el bienestar de entornos playeros importantes como el de Calp, donde se ha aprobado una autorización para levantar un nuevo un establecimiento hotelero de 606 habitaciones y un salón de reuniones para 2.500 congresistas. Además, en Alicante, se subraya el mal estado de las calas de Lanuza y Baeza, que reciben vertidos de aguas fecales desde unos apartamentos construidos en zona de servidumbre marítima terrestre.

Asimismo, los ecologistas advierten de los problemas que persisten en las Dunas de La Safor, en la playa de Tavernes de la Valldigna. En esta zona, este verano se desarrollarán cuatro macrofestivales que, según denuncian los conservacionistas, perjudicarán el buen estado de la arena y la supervivencia de las especies de aves que anidan en la zona. 

Murcia

En Murcia, aparece otro año más el entorno playero del Mar Menor, que se encuentra en una situación de colapso debido a la contaminación constante que llega por los vertidos de la agricultura y ganadería intensiva, además de la descarga de aguas fecales procedente de los diferentes enclaves urbanos que rodean la laguna salada.

No es el único enclave con problemas ecológicos de la región, pues las aguas de la Bahía de Portmán siguen sufriendo las consecuencias de los vertidos mineros de la segunda mitad del siglo XX. Tanto es así que las plataformas vecinales de la zona han vuelto a reclamar este año labores de descontaminación y limpieza.