El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha presentado este lunes el borrador de la nueva ley de universidades (LOSU), que en las próximas semanas será presentado ante el Consejo de Ministros para después buscar su aprobación en el Congreso de los Diputados. 

Las líneas principales de esta ley, en palabras del propio ministro, están encaminadas en rejuvenecer las plantillas, acabar con la precariedad del profesorado y reflejar una necesidad del aumento de la financiación de las universidades. 

Subirats cogió el testigo de Manuel Castells al frente del ministerio hace apenas cuatro meses y desde entonces ha trabajado para pulir del todo la ley, la cual frenó al coger la cartera de Universidades para "hacer suya". 

"Una ley que haga que la universidad esté conectada con la sociedad, una ley con enfoque firme de derechos y que es urgente, porque necesitamos un nuevo marco normativo para afrontar los nuevos retos de la universidad y que da a las universidades herramientas para adaptarse", ha asegurado Subirats en rueda de prensa. 

"Tenemos un problema de envejecimiento. En ocho años se jubilará el 53% del profesorado permanente. Esto nos exige mejorar nuestra capacidad de reclutamiento de vocaciones científicas e incorporar gente joven con ganas de estar en la universidad y que no les sea eterno el proceso de estabilizacion", ha declarado el ministro sobre este asunto.

La financiación, como ha reconocido el mismo Subirats, es el único camino para poder plasmar todos los elementos que recoge la LOSU. "En diez años la financiación ha bajado un 20%, no hemos recuperado el nivel de 2009. Es obvio que con una ley ambiciosa, o se mejora la financiación o pedimos imposibles. Hay que llegar como mínimo al 1% del PIB de financiación pública. En la LOSU incorporamos esta exigencia.

Además, en palabras de Subirats, "la LOSU sienta las bases para eliminar la precariedad". Tal y como refleja el borrador, los contratos temporales no podrán superar el 20% de la plantilla docente e investigador y se limitará a 120 horas la figura original del profesor asociado. Además, se incorpora la figura del sustituto. 

Otro problema que encuentra Subirats en el actual marco universitario es que solo la gente joven acude a la universidad para formarse. "Hay que superar la idea de que lo que has estudiado te dará de comer toda la vida. El nivel de formación tiene que continuar toda la vida. La LOSU tiene que lograr ser la palanca para aumentar la capacidad de atracción para todas las edades. Esto se puede hacer a través de más flexibilidad. Para ello incorporamos las microcredenciales, programas de corta duración que puedan actualizar contenidos sin la necesidad de pasar por las estructuras convencionales". 

Entre sus novedades ya anunciadas y que se mantienen se encuentra la incoporación de una mayor representación para el estudiantado dentro de los órganos de decisión, un refuerzo del derecho a la huelga del alumnado y un aumento de la perspectiva por la igualdad con herramientas como "establecer medidas de acción positiva en los concursos de acceso a plazas de personal docente e investigador funcionario y contratado para favorecer el acceso de las mujeres".

Del borrador diseñado por el equipo de Castells al de Subirats hay modificaciones en torno a los requisitos para ser rector de una universidad, ya que el nuevo borrador no estipula requisitos para el cargo. Subirats ha declarado sobre este asunto que "deberá ser el claustro (de cada universidad) el que fije esos criterios, pero el rector tendrá que ser un profesor permanente funcionario".