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Jessica Vall logra el bronce en el Mundial de natación

El premio conseguido en los 200 braza es la tercera medalla de España en este Mundial y la primera en las pruebas en línea.

La nadadora catalana Jessica Vall tras recibir la medalla conseguida en la final de los 200m braza femeninos en los Mundiales de natación que se celebran en Kazán (Rusia). EFE/Alberto Estévez

EFE

KAZÁN (RUSIA).- La nadadora Jessica Vall (Barcelona, 1988), que ha conseguido el bronce en los 200 braza, la tercera medalla de España en este Mundial y la primera en las pruebas en línea, es la personificación de la fe, la pasión, la ilusión y la garra competitiva que le han llevado hasta el podio.

Con 2:22.76 ha batido el récord de España y ha compartido la tercera plaza del cajón con otras dos nadadoras: la danesa Rikke Moller Pedersen y la china Shi Jinglin. El oro fue para la japonesa Kanako Watanabe (2:21.15) y la plata para la estadounidense Micah Lawrence (2:22.44). De menos a más, la catalana nadó los primeros 50 en 32.93 para ser sexta; era séptima en el paso por los 100 (1:09.59) y última antes de empezar el último 50 (1:47.19).

Sin embargo, en el último 50, Vall hizo 35.57, la más rápida de las ocho finalistas, para conquistar la medalla de bronce, la primera de España en las pruebas de piscina en este Mundial.

"Un sueño hecho realidad"

Para esta mujer, técnica de laboratorio que trabaja en el Parque de Investigación de biomedicina del Hospital del Mar de Barcelona, el bronce es "un sueño hecho realidad". Exultante, no encontraba palabras para expresar su alegría.

"Había hablado con (Jordi) Jou -su entrenador- de que no diera la carrera por perdida, ir al máximo en el último viraje, que no me volviera loca en las primeras tres brazadas y que de allí fuera progresivo hasta que tocara la pared", ha explicado.

Vall estaba confusa cuando tocó al término de la carrera. "Veía demasiados treses en el marcador y mi poyete no lo veía con luz y no entendía nada. Un tres, otro tres y otro tres más. Entonces he entendido que había tres terceras", ha comentado.

Cree que es el trabajo de mucho tiempo. Ella que trabaja 32 horas semanales, que se levanta a las seis de la mañana y que compatibiliza la natación con su trabajo.

"No me considero una chica talentosa, simplemente todo se debe al trabajo duro y a la constancia, con eso se puede llegar a todos los lados", insiste.

La nadadora española Jessica Vall tras conseguir la medalla de bronce, ex-aequo con la danesa Rikke Pedersen, en la final de los 200m braza femeninos en los Mundiales de natación que se celebran en Kazán (Rusia). EFE/Alberto Estévez

La barcelonesa Jessica Vall tras conseguir la medalla de bronce, ex-aequo con la danesa Rikke Pedersen, en la final de los 200m braza femeninos en los Mundiales de natación que se celebran en Kazán (Rusia). EFE/Alberto Estévez

Jessica, Jessi para el mundo de la natación, comenta que este no es su techo como nadadora y admite que la carrera estaba muy bien estudiada.

"Mi entrenador es el rey de la táctica. Es como si él tuviera el mando de la play y cuando él me ha dicho aprieta, yo lo he hecho. Si las cosas no salen bien, la culpa es suya", ha dicho entre risas.

Asegura que cuando empezó a dedicarse a la natación nunca pensó en que llegaría a conseguir éxitos. "No lo pensaba, pero lo quería imaginar. Pensar e imaginar son dos verbos un poco diferentes. Quizás no me lo creía, pero sí lo soñaba", insiste.

Dedica el éxito a su entrenador, a su familia y especialmente a su marido. Jessica se casó el pasado septiembre y hace unos meses su esposo tuvo un problema de salud. Por eso no se ha cansado de enseñar a todas las cámaras de televisión y a los objetivos de los fotógrafos su anillo con orgullo.

"Este año no ha sido bueno. Hemos tenido algún problema de salud y nos hemos tenido que adaptar un poco todos, también mi entrenador. Al final las cosas han salido bien, por eso se lo dedico a él por esos malos momentos", ha dicho.

La nadadora española Jessica Vall, la china Jinglin Shi y la danesa Rikke Moller Pedersenen, posan con sus medallas de bronce tras la final de los 200m braza femeninos de los Campeonatos del Mundo de natación que se disputan en Kazán (Rusia) hoy, 7 de ago

Jessica Vall, la china Jinglin Shi y la danesa Rikke Moller Pedersenen, posan con sus medallas de bronce tras la final de los 200m braza femeninos de los Campeonatos del Mundo de natación que se disputan en Kazán (Rusia) hoy, 7 de agosto de 2015. EFE/PATRICK B. KRAEMER

Vall tuvo que pasar noches acompañando a su marido en el hospital. El padre de Ona Carbonell, especialista en el aparato digestivo, es quien trata al cónyuge de Vall. Ellas dos, ahora unidas por las medallas logradas por España en este Mundial, hace tiempo que estaban conectadas.

Jordi Jou, su entrenador, asegura, visiblemente emocionado, que la de hoy es una fecha que recordará siempre. "Jessica es la número uno aprovechando oportunidades. Hablamos de que la final sería muy táctica y ella en la táctica lo controla todo muy bien. Después tiene una final que nos pone de los nervios", ha comentado.

Todo ha salido como lo habían visualizado, ella, Jou y Andreu Roig, el biomecánico del CAR de Sant Cugat con el que estaban analizando anoche a las 23:30 la carrera de la semifinal.

"Siempre le digo que hay que poner pasión, ilusión y salir a competir. Jessi lo tiene muy claro. Hoy ha puesto las tres cosas y sobre todo ha competido", ha dicho Jou. Ha competido y ha conseguido un bronce.

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