El incesante trabajo de más de 130 efectivos del dispositivo de extinción de incendios forestales en Andalucía y Castilla-La Mancha han logrado apaciguar las llamas de un incendio declarado en el municipio de Benatae (Jaén), en el paraje La Hortichuela. El fuego, todavía sin extinguir, está ubicado en la Sierra de Segura, perteneciente al Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

A lo largo de la noche, han llegado a haber hasta seis focos activos. Según los datos del Infoca (dispositivo andaluz para la prevención y extinción de incendios forestales), la quema se declaró a las 21.18 horas del martes y, aunque todo apunta a una evolución favorable, el incendio todavía no está estabilizado, por lo que las áreas cercanas corren el riesgo de acabar carbonizadas.

Por ello, aunque en principio sólo participaron cuatro retenes del Infoca en Andalucía, con un total de 102 profesionales, más tarde se incorporaron medios de Castilla-La Mancha, en concreto otros cuatro retenes con hasta 34 efectivos, y también el bulldózer D60, es decir, maquinaria pesada con base en la provincia de Jaén.

Además, el dispositivo ha desplazado siete autobombas, dos nodrizas y una unidad médica. Y a medianoche se unió desde Granada un equipo de intervención compuesto por tres grupos de bomberos forestales, un técnico de operaciones y dos conductores de autobombas. Durante la mañana, está prevista la incorporación de dos helicópteros ligeros para las tareas de refresco sobre la zona.

Un nuevo frente que se abre en un contexto peliagudo en el que la superficie quemada en 2022 multiplica por cuatro la media de la última década. El Ministerio para la Transición Ecológica cifra en casi 230.000 las hectáreas forestales quemadas en lo que va de año, según las cifras publicadas el pasado 14 de agosto. Se trata del dato más alto de la última década: desde 2012 se habían quemado una media de 57.000 hectáreas hasta mediados de agosto.