Cuatro personas han resultado heridas este miércoles después de que un coche chocara y quedara empotrado en la fachada de un supermercado de Burjassot (València), según ha informado el Consorcio Provincial de Bomberos.

Los hechos han ocurrido sobre las 14.20 horas en la plaza Francisca Navarro, cuando el conductor ha perdido el control del vehículo al sentirse indispuesto, según ha explicado él mismo, y ha chocado contra la cristalera del establecimiento. Hasta el lugar de los hechos se han desplazado una unidad del SAMU y dos más de Soporte Vital Básico.

Uno de los heridos es el conductor del vehículo, de 62 años, que ha sido atendido por los servicios médicos por un síncope. Según los testigos, tras el golpe, el conductor ha quedado atrapado entre el asiento y el airbag, se ha mostrado desorientado y ha sido extraído del vehículo por los bomberos del parque de Burjassot, que han proporcionado las primeras atenciones a los heridos hasta la llegada de los medios sanitarios. Asimismo, han despejado la fachada de cristales para evitar más daños.

Además, una mujer de 35 años ha sido atendida por policontusiones, y ambos han sido trasladados al hospital Arnau de Vilanova, ubicado en la ciudad de València. También han sido atendidas dos jóvenes de 18 años, que han sido dadas de alta en el mismo lugar de los hechos.

La colisión con otro coche ha frenado el impacto

Testigos presenciales han indicado que el siniestro se ha producido cuando el coche, que bajaba por la calle Joaquín Navarro en dirección a la plaza Francisca Navarro, ha colisionado con la cristalera de la fachada principal del supermercado tras saltarse varios pasos de peatones, cruzar por una isleta en la que ha chocado contra un macetero y golpear la barrera de entrada del aparcamiento delantero del establecimiento. Asimismo, ha colisionado con la parte trasera de otro vehículo que circulaba por esa zona.

Las mismas fuentes aseguran al diario Levante-EMV que la colisión con el vehículo ha neutralizado el impacto contra la fachada del supermercado. "Si no llega a ser por el otro coche, hubiera podido matar a alguien", lamentan varios vecinos que han presenciado el accidente.

Los testigos han añadido que ha sido "un milagro" que el suceso no haya tenido mayores consecuencias dado que se ha producido en una zona muy transitada tanto por coches como por peatones, y además coincidiendo con la hora de la comida, cuando "siempre hay muchos menores".