Gripe, covid y virus sincitial (VRS) circulan por la misma carretera. Lo hacen con cierta velocidad, sobre todo si comparamos su ruta con la de otros inviernos previos. No es una situación excepcional, pero el hecho de que compartan transporte pone en "riesgo de presión" el sistema sanitario, según palabras del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Fundamentalmente, los escollos apuntan a la Atención Primaria, que ya sufre importantes flaquezas en algunas comunidades. La gripe y el VRS, causante de las bronquiolitis, llegan este año más pronto de lo habitual. A su itinerario se suma, por tercer ciclo consecutivo, el coronavirus, aunque lo hace de forma más relajada y con una incidencia mucho menor.

Tal y como apunta el ECDC, las infecciones respiratorias, que son comunes en esta época del año, están "aumentando" en todo el continente. Su crecimiento es más rápido y temprano que el de los registros prepandémicos. El organismo constata que, proporcionalmente, la infancia es el grupo de edad más afectado, algo con lo que concuerdan los informes nacionales. Andrea Ammon, directora del ente, alerta de la necesidad de guardar precauciones de cara a "la temporada festiva" que se aproxima. Los profesionales del sector coinciden en que, pese a la importancia de mantener una vigilancia activa, no hay que sucumbir al alarmismo.

En España, las tasas de incidencia se mueven en los cotos de la normalidad, pero las enfermedades respiratorias llegan este año de forma más prematura. Según datos del Instituto de Salud Carlos III, el coronavirus mantiene una cierta estabilidad, mientras que la gripe coge el relevo del VRS como la afección con mayor calado. En el último dossier, que mide los casos contabilizados hasta el 4 de diciembre, los positivos de gripe y virus sincitial remitidos por la Atención Primaria española superan el número de pacientes con covid. La curva anual de la primera de las enfermedades es proporcionalmente inversa a la del coronavirus. En cuanto a las hospitalizaciones, la cifra de personas ingresadas con VRS duplica las batidas de las otras dos patologías.

La convivencia de los tres virus coincide con la falta de refuerzos en la Atención Primaria y con la llamada a la huelga de sus facultativos. Si a ello añadimos las debidas bajas por enfermedad, la advertencia de colapso coge algo más de forma. Aun así, los médicos tratan la situación con suma naturalidad. "Llevamos dos años con un claro predominio del coronavirus. Como consecuencia, los virus de la gripe o el VRS tenían una mayor dificultad para penetrar. Al no haber conectado con ellos, no existe inmunidad, lo que favorece su rápida transmisión", señala Ángela Domínguez, coordinadora del grupo de trabajo sobre vacunación en la Sociedad Española de Epidemiología.

El organismo cree que la incidencia de la gripe seguirá una tendencia creciente durante las próximas semanas. En temporadas anteriores, esta patología alcanzaba su pico a mediados de enero. Este año, en cambio, los niveles máximos se esperan para finales de diciembre. Según Domínguez, la explicación es sencilla: "Un cambio en los patrones de circulación". No obstante, la experta lanza un mensaje de tranquilidad, destaca la eficacia de las vacunas y desmiente que estemos ante una nueva situación de emergencia sanitaria. "Son virus conocidos. Tenemos un incremento de casos, pero no hay riesgo de pandemia", concluye.

La infancia y los mayores, principales afectados

Desde finales de octubre, varios países de la Unión Europea, entre ellos España, han notificado un aumento de las hospitalizaciones pediátricas debido a infecciones por VRS y otras enfermedades respiratorias. La falta de contacto social y, por tanto, de anticuerpos, ha golpeado especialmente a la infancia, pero también a la tercera edad. Según los informes del Instituto de Salud Carlos III, las tasas más elevadas de casos de covid y VRS en la Atención Primaria corresponden al grupo social de 0-4 años. Los virus de la gripe, en cambio, afectan fundamentalmente a los niños y niñas de entre 5 y 14 años. Bien diferentes son los resultados relativos a los ingresos. Mientras el grupo de edad con más pacientes hospitalizados por virus sincitial sigue siendo el de los bebés, la gripe y el coronavirus suelen presentar más complicaciones para las personas mayores de 79 años.

"Los contagios son más altos en niños, pero la gravedad y los riesgos son superiores en la población de mayor edad", corrobora Ángela Domínguez, representante de la Sociedad Española de Epidemiología. Cristina Calvo, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, coincide con su compañera y recuerda que "los cuadros médicos y los sectores poblacionales a los que afectan los virus respiratorios son similares a los de otros años". La diferencia es que, este invierno, las tres afecciones coinciden en el tiempo. "El VRS se ha adelantado un mes y con la gripe llevamos una estacionalidad muy extraña. Normalmente, primero empezaba una y luego llegaba la otra. Esta temporada se han adelantado las dos y ahora mismo circulan a la vez, de ahí la existencia de coinfecciones", explica Calvo. La falta de pediatras en la Atención Primaria y en las urgencias hospitalarias hace que "la presión y la congestión" sean más evidentes que de costumbre.

La desidia de Madrid, mención aparte

Las debilidades y carencias que sufre el sistema público de salud en algunas comunidades choca, de manera frontal, con el tránsito de los tres virus. Mención aparte merece la situación de la Comunidad de Madrid, donde la garrafal gestión de Isabel Díaz Ayuso ha desatado las protestas y reivindicaciones de los profesionales del sector. La región madrileña es, sobre el conjunto del país, la que menos inversión sanitaria realiza por habitante. La falta de personal en la Atención Primaria y en las urgencias hospitalarias hace que la mitigación del cóctel de gripe, covid y bronquiolitis sea más difícil de afrontar. "No tenemos recursos ni para tratar los virus ni para todo lo demás, así es imposible prevenir hospitalizaciones", reclama Ángel Bayo, médico de Atención Primaria en la capital. El doctor no comprende la "falta de respuestas" de las autoridades competentes y asume, con "mucha pena", el contexto actual de lucha colectiva por "dignificar la profesión".