En la finca Aljóbar propiedad de la Casa de Alba en las lindes de Doñana, denunciada por extraer agua de forma ilegal para el riego agrícola, se han recogido más de 60.600 toneladas de naranjas desde 2010, según una contabilidad interna de la producción a la que ha tenido acceso Público.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), a través de la Abogacía del Estado, solicitó al juzgado hace unas semanas el cierre cautelar de unos pozos desde los que, presuntamente, se extrae sin autorización agua del subsuelo en esta finca agrícola de los herederos de la Casa de Alba, la mayor propietaria de tierras de España, situada en el término municipal de Aznalcázar, en la provincia de Sevilla.

Una contabilidad interna de la producción de la finca refleja una recolecta de 60,61 millones de kilos de naranjas (60.610 toneladas) entre los años 2010 y 2021 en una finca de una extensión de unas 200 hectáreas, lo que arroja una media de algo más de 5 millones de kilos por año.

Y tal como figura en el mapa de concesiones de captaciones de agua de la CHG, en ese terreno únicamente hay dos pozos autorizados con un volumen de 606.500 metros cúbicos de agua por año destinada al uso doméstico y al riego.

Sin embargo, un particular denunció el pasado mes de abril ante la Confederación Hidrográfica la existencia de otros nueve pozos en la finca que carecen de autorización para la extracción de agua subterránea, una denuncia que en junio también presentó la organización Ecologistas en Acción ante la Comisaría de Aguas de la CHG.

Agentes de la Confederación Hidrográfica y del Seprona de la Guardia Civil se personaron en la finca el 21 de junio con el propósito de sellar los pozos ilegales de forma cautelar, pero, según fuentes de la CHG, les negaron el acceso.

Por esa razón, solicitaron una autorización judicial para entrar en Aljóbar y tomar medidas cautelares mientras se tramita el expediente sobre la supuesta captación ilegal de agua.

La finca Aljóbar está destinada a la producción de naranjas selectas para el mercado gourmet, la cual, según los denunciantes, requieren una mayor cantidad de riego. Y en la contabilidad interna de la recogida anual de la fruta se detallan las diferentes variedades que se han ido recogiendo cada año, entre ellas Navelina, Nave late o Valencia.

Según los cálculos de Ecologistas en Acción, un terreno de 200 hectáreas plantado con naranjos necesita el doble de los 606.500 metros cúbicos por año de agua que tiene autorizados esta finca de Aznalcázar con los dos pozos que figuran en la relación de concesiones de captación aprobadas por la Confederación Hidrográfica.

El vecino que denunció la existencia de la presunta captación ilegal de agua aseguró que los pozos estaban ocultos bajos unas lonas de color verde para camuflarlos entre los cientos de naranjos plantados en la finca.

Según contó a este periódico, los pozos se fueron abriendo progresivamente a medida que los naranjos iban creciendo y se iba necesitando más agua para regarlos. "Es incalculable el agua que han podido sacar de ahí", dijo.

Los daños al acuífero de Doñana

La denuncia de Ecologistas en Acción ante la Comisaría de Aguas de la CHG advierte de que "están menoscabando la sobreexplotada masa de agua subterránea, antiguo acuífero 27, produciendo graves descensos del nivel freático".

En la demanda se solicita que se estudie si los hechos son constitutivos de una infracción administrativa y que se proceda a la adopción de medidas urgentes a causa de la sequía.

La Confederación Hidrográfica ha señalado que durante la tramitación del expediente se determinará si la extracción del agua afecta también al acuífero del que se nutre el Espacio Natural de Doñana y garantiza su supervivencia, ya que la finca Aljóbar se encuentra en las proximidades de la Zona Especial de Conservación de la reserva.

Según Ecologistas en Acción, las aguas subterráneas de las que se abastecen los pozos de Aljóbar pertenecen a la masa de agua Aljarafe Sur, que pueden tener una conexión con el acuífero Almonte-Marismas, antes conocido como Acuífero 27, del que bebe el Espacio Natural de Doñana.

A juicio de esta organización, aunque ambas masas de agua se hallan separadas por el río Guadiamar, hay una conectividad a través del acuífero aluvial.

Aljóbar no es la primera finca de esta zona próxima a Doñana que ha sido denunciada por extracción ilegal de agua. Muy cerca de ella se encuentra Hato Blanco Viejo, también en el término sevillano de Aznalcázar, que llegó a ser condenada por el Tribunal Supremo en 2008 a pagar una multa de 601.012 euros, según Ecologistas en Acción.

Además, a esa finca se le impuso la obligación de indemnizar los daños ocasionados al dominio público hidráulico con algo más de 1,1 millones de euros, tras negarse a instalar contadores para medir la cantidad de agua utilizada para regar sus cultivos.

En la sentencia, la Sala consideró que la negativa a la vigilancia del uso del agua, en una zona próxima al Parque Nacional de Doñana, "objeto de fuerte control por su situación hídrica", demuestra "una clara posición de obstrucción a la actividad inspectora".

En su resolución, el Tribunal señaló que "no tiene el mínimo sentido que, si Hato Blanco Viejo actúa dentro de la legalidad, impida la entrada en la finca al personal controlador e incluso le impida realizar fotografías". 

Según la organización ecologista, en esa finca de Aznalcázar se llegaron a extraer de forma ilegal, entre 2008 y 2013, hasta 12 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad "capaz de llenar hasta 4.000 campos de fútbol con un metro de altura".

En la página web de la Casa de Alba donde están a la venta los productos gourmet que obtiene de sus propiedades, los herederos se anuncian como "la mayor propietaria de tierras de España, con 38.000 hectáreas de explotación agrícola".

Además, se presentan como "una de las familias aristocráticas más importantes del mundo" y la casa heráldica "más importante de Europa", que atesora 10 palacios emblemáticos, 19 castillos, una colección de arte de más de 250 obras de grandes maestros y una biblioteca de 18.000 volúmenes, entre ellos cartas de los viajes de Cristóbal Colón y un ejemplar de la primera edición de Don Quijote.