Ecologistas en Acción ha presentado este viernes un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en contra del plan de ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid, el cual implicaría la tala masiva de más de mil árboles en el Parque de Arganzuela y en el Parque de Comillas. 

Los conservacionistas reclaman la paralización cautelar del proyecto al entender que, al cambiarse la ubicación de la futura boca de metro, la declaración de impacto ambiental no es válida.

En un principio, la Comunidad de Madrid presentó un proyecto con la creación de la boca de metro en el Paseo de las Yeserías, pero posteriormente la ubicación de la infraestructura se cambió y pasó a incluirse dentro del Parque de Arganzuela, en la zona de Madrid Río. 

Fuentes de la Consejería de Transportes han explicado a Público que el cambio de la ubicación porque "para incluir la estación en Comillas" se tuvo que cambiar el trazado del túnel "por conveniencias técnico estructurales y para evitar la cercanía con otras infraestructuras como la M-30". 

El cambio, supone que en total se tengan que talar con 1.027 árboles. Por ley, debido a la edad de los ejemplares afectados, el Ayuntamiento de Madrid replantará 19.513 árboles en toda la ciudad, algo que ya han confirmado desde el Consistorio y desde la Consejería de Transportes. Sin embargo, esta reposición no contenta a los colectivos ecologistas, que temen que la mayor parte de árboles reforestados no tengan los cuidados oportunos y terminen muriendo, como ha ocurrido, según denuncian, con algunos de los ejemplares del bosque metropolitano o los plantados tras el temporal Filomena en los márgenes de la M-40 y M-50.

Las obras han generado un gran rechazo social por parte de los vecinos de barrio que, en las últimas semanas, han convocado varias movilizaciones para reclamar que la ubicación de la boca del metro vuelva a situarse en el Paseo de las Yeserías. Este mismo sábado, los colectivos vecinales y ecologistas se manifestarán en el Parque de Arganzuela para visibilizar su descontento.

Tanto ecologistas como vecinos han recalcado a Público que no están en contra de la ampliación de la Línea 11 de Metro –un reclamo histórico del barrio–, sino de que esta se vaya acometer a costa del arbolado de la zona.