Los Mossos d'Esquadra han detenido a un vecino de Barcelona, que ha ingresado en prisión provisional, como sospechoso de haber estafado a varias mujeres de edad avanzada a las que engañaba estableciendo una relación de confianza tras hacerse pasar por su guía espiritual.

El hombre, de 45 años y pendiente de otro juicio en el que la Fiscalía solicita ocho años de prisión también por estafa, fue detenido el pasado 17 de diciembre por los ilícitos de estafa, blanqueo de capitales, coacciones y contra la hacienda pública.

De acuerdo con los investigadores, esta vez se le imputan hasta seis estafas distintas contra mujeres mayores que le habrían cedido en vida sus inmuebles, dinero, joyas y obras de arte a cambio de que se hiciera cargo de sus "necesidades básicas" hasta que fallecieran.

Durante las pesquisas, los agentes encontraron más de tres millones y medio de euros en una maleta que el detenido guardaba en un trastero, donde también localizaron bolsas con joyas y documentos de posibles nuevas víctimas.

Por estos hechos, el juzgado de instrucción 6 de Barcelona acordó ayer la prisión provisional comunicada y sin fianza para evitar que el investigado "perjudique" la instrucción "haciendo desaparecer objetos o dinero o influyendo en las posibles víctimas".

En su auto, el juez Miguel Ángel Tabares Cabezón argumenta también la necesidad de esta medida por el riesgo de fuga, ya que se desconoce si tiene más dinero escondido y tiene pendiente un juicio en la Audiencia de Barcelona que podría querer eludir.

Reincidente

El sospechoso había sido detenido por primera vez el pasado 5 de noviembre y puesto en libertad bajo la condición de entregar su botín y colaborar con las autoridades, pero tras la descubierta por parte de la policía de la maleta con dinero trató de suicidarse, por lo que, al salir del hospital, fue detenido de nuevo.

El juzgado de instrucción 6, que decretó su ingreso provisional en prisión, lo investiga a raíz de la denuncia de una anciana de 91 años que dijo ser víctima de un engaño.

Según la mujer, habría dado al sospechoso 150.000 euros, diversos anillos de diamantes, cuadros de gran valor y llegó a intentar contratar un producto bancario vitalicio por importe de 100.000 euros que no prosperó por la intermediación del director de la sucursal.

Esta víctima aseguró además que el sospechoso -que tenía hasta seis propiedades en Barcelona y Sant Vicenç de Castellet- disponía de las llaves de su domicilio y conocía la combinación de su caja fuerte.

Según la policía, el presunto estafador se valía de "grandes dotes de seducción y persuasión" para convencer a las mujeres de que aceptaran sus tratos, por lo que, tal como matiza el juez, "la forma de apoderamiento que provisionalmente se le atribuye es más sutil y se basa precisamente en crear las condiciones para que las posibles víctimas crean justificada la razón de la entrega, incluso beneficiosa para ellas".