En una época plenamente marcada por la digitalización y la descarbonización de las actividades económicas para reducir las emisiones de CO₂, los estudios de las consultoras laborales constatan un incremento de la demanda de profesiones que estén vinculados al medio ambiente, como la ingeniería, el diseño o la auditoría. Además, está previsto que la transición energética genere nuevas ocupaciones, las llamadas verdes, vinculadas a elementos como el ahorro, la eficiencia o la electrificación.

Pese a este escenario, la demanda de estas competencias es difícil de cubrir en Catalunya por una oferta formativa poco vinculada a la realidad del mundo empresarial. Igualmente, los representantes de los trabajadores denuncian que las empresas no están apostando decididamente por el sistema de la Formación Profesional (FP) Dual ni por el reciclaje de los conocimientos.

Un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la patronal Pimec revela que la demanda de competencias verdes está experimentando un crecimiento notable en el mercado de trabajo catalán, reflejando el impacto de la transición ecológica sobre las necesidades ocupacionales y formativas. El estudio, que analiza 1,7 millones de ofertas de trabajo desde el 2019, muestra que un 5,3% de las vacantes publicadas por las empresas durante el último año, han requerido competencias verdes, superando la media estatal en dos puntos.

Los sectores que necesitan más competencias verdes son los relacionados con la gestión de recursos naturales, la producción y la consultoría científica. Destacan el suministro de agua y la gestión de residuos (25% de las vacantes), además de la manufactura (15%) y el suministro de electricidad, energía y gas (11,1%). También son remarcables los ámbitos emergentes, como por ejemplo la información y la comunicación o el sector financiero, que cada vez reclaman más perfiles verdes.

Una de las conclusiones del informe es que la velocidad de esta transición ecológica dependerá de la colaboración activa entre varios actores económicos, como los consumidores, las administraciones públicas, los organismos reguladores y el sector formativo. En este sentido, la directora del Área de Trabajo de Pimec, Sílvia Miró, destaca que "los resultados del estudio sugieren que la transición ecológica continuará impulsando la demanda de profesionales especializados, por lo cual resulta indispensable apostar con fuerza por la formación en las competencias de futuro".

Miró cree que sin esta capacitación, "la transición ecológica no será posible y es un camino en el cual las pymes no podemos quedar atrás". 

Perfiles profesionales desatendidos

Por su parte, la directora de la Unidad de Prospección y Análisis Laboral de la UOC, Carme Pagès, señala que estos datos indican que "la transición verde tiene un impacto sustancial en el mercado de trabajo". Así, el estudio aprecia que la demanda de profesionales centrados exclusivamente en la sostenibilidad es todavía limitada. "Los perfiles muy especializados en sostenibilidad no están extendidos de manera generalizada", apunta.

Uno de los colectivos que más están demandando las empresas, el de los ambientólogos, pone el foco en la nula representación al mercado laboral. La presidenta del Colegio de Ambientólogos de Catalunya, Mons Badia, recuerda que "hay prácticamente el doble de ofertas de trabajo en el sector que profesionales capacitados para llevarlas a cabo".

Ante el reto ambiental global, Badia reivindica el rol de los ambientólogos como profesionales que "podemos afrontar la economía del futuro y la gestión de las actividades de forma sostenible. Está a nuestra esencia". Pese a este déficit, Catalunya es la comunidad autónoma que registra un número más grande de trabajadores del sector (27.755), cifra que representa el 20% del total del Estado español. 

La formación a demanda

"Las empresas no están defendiendo con la fuerza suficiente el despliegue del FP Dual". Con esta reflexión, el responsable de FP de UGT Catalunya, Jesús Martín, explica las dificultades con las cuales se encuentran los centros educativos por insertar los estudiantes, una vez formados, en los centros de trabajo. "Tenemos muchas dificultades para colocarlos, puesto que están un periodo de prácticas cortos en las empresas y, por otro lado, la formación que reciben no se aviene con la demanda del mercado laboral".

El recurso de la formación a demanda, que según Martín pueden utilizar las compañías, tendría que ir acompañado de una estrategia de reciclaje de las plantillas. Todo con el objetivo de satisfacer los nuevos retos que plantean las ocupaciones verdes. El representante sindical rescata un proyecto que quedó congelado en la legislatura anterior: la creación de un instituto de formación profesional en línea de carácter público. "Queremos que se ponga en marcha un centro de FP en línea en un plazo razonable", apunta.

Martín cree que su talante digital favorecería el equilibrio territorial, pero también del talento laboral. De este modo, se estaría más cerca de reactivar antiguos esos industriales y las zonas rurales con una diversificación de oferta formativa, a la vez que se crean nuevas oportunidades de negocio con las ocupaciones verdes en el centro.