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El condenado por el 'crimen de la Guardia Urbana' admite que cometió el asesinato de la pareja de Rosa Peral

Albert López, que cumple una condena de 20 años, ha reconocido por primera vez que cometió el crimen que acabó con la vida de Pedro R., y se sitúa en una situación más ventajosa para obtener beneficios penitenciarios.

Albert López en la inspección ocular del escenario del crimen de la Guardia Urbana, a 24 de febrero de 2020.
Albert López en la inspección ocular del escenario del crimen de la Guardia Urbana, a 24 de febrero de 2020. Pau Venteo / Europa Press

Albert López, condenado a 20 años de cárcel por el llamado crimen de la Guardia Urbana, ha reconocido ahora, en el marco del tratamiento individual de reinserción que está siguiendo en prisión, que cometió el asesinato, lo que le facilitaría obtener permisos penitenciarios.

Según ha avanzado El Periódico y han confirmado a EFE fuentes cercanas al caso, el reconocimiento de los hechos es una cuestión clave que las juntas de tratamiento de las prisiones tienen en cuenta para otorgar permisos, por lo que admitir el crimen sitúa a López en una situación más ventajosa para obtener beneficios penitenciarios.

López, que era guardia urbano de Barcelona, fue condenado en abril de 2020 a 20 años de cárcel por asesinar junto a su compañera Rosa Peral a la pareja de ella, Pedro R., también agente del cuerpo, en un triángulo amoroso.

Ni Albert López ni Rosa Peral reconocieron nunca el crimen ante los tribunales y, de hecho, se culparon mutuamente de haberlo cometido, aunque la Audiencia de Barcelona acabó por condenarlos a ambos por asesinato.

Ya han cumplido una cuarta parte de la condena

López, interno en la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona), está en condiciones de acceder en breve a permisos penitenciarios. Los presos pueden obtenerlos una vez cumplida una cuarta parte de la condena, algo que López ya ha hecho. La decisión, ahora, está en manos de la junta de tratamiento de la cárcel.

Fuentes penitenciarias han recordado que López aceptó, desde que llegó a prisión, seguir un programa individual de tratamiento, con el que un equipo de psicólogos, educadores y otros profesionales trabajan para la reparación de la víctima y el reconocimiento del delito, entre otros aspectos.

Los informes de estos trabajadores sirven a la junta de tratamiento para valorar cada seis meses una posible progresión de grado penitenciario y para responder a peticiones de permisos que no superen las 48 horas.

López no ha realizado ningún escrito o comparecencia formal para reconocer el crimen, sino que lo ha expresado ante el equipo que lo trata en prisión. Aun así, tras admitir su culpa, López podrá acceder al "Programa de intervención en conductas violentas": la antesala para que los equipos de tratamiento puedan realizar valoraciones favorables y proponer posibles salidas de prisión.

Sin embargo, si los equipos detectan que se trata de un "reconocimiento instrumental"; forzado para beneficiarse de los permisos penitenciarios y poder salir eventualmente de prisión, López podría perder esos privilegios.

Rosa Peral aún no se ha pronunciado

La Audiencia de Barcelona condenó a los guardias urbanos Rosa Peral y Albert López a sendas penas de 25 y 20 años de prisión. El magistrado impuso la pena más alta a Rosa Peral, al aplicarle la agravante de parentesco respecto a la víctima, de acuerdo con el veredicto del tribunal popular y tal como solicitó la Fiscalía.

Albert López fue condenado como coautor del asesinato con alevosía de Pedro R., cuyos restos fueron hallados en el maletero de su coche, totalmente calcinado y abandonado en una pista forestal del pantano de Foix.

Los condenados se incriminaron mutuamente: López declaró que Rosa Peral había matado a Pedro R. tras una discusión y le llamó pidiéndole ayuda, a lo que él acabó accediendo por "lealtad ciega". Peral contó una versión totalmente contraria: que López llegó a su casa y mató a Pedro R. por celos, y después fue obligada a encubrirle y a ayudarle a deshacerse del cuerpo.

La sentencia, sin embargo, consideró a ambos culpables del asesinato de Pedro R. Según dicta, los acusados llegaron "a la conclusión de que la víctima, por diversas razones, obstaculizaba su relación y situación", por lo que "planearon a lo largo del mes de abril" su muerte, que finalmente se produjo, "de forma voluntaria y consciente por ambos acusados", la madrugada del 2 de mayo de 2017.

Queda por ver si Rosa Peral también se pronuncia y admite su culpabilidad ahora que está cerca de cumplir su cuarta parte de la condena; y arroja más datos sobre las partes sin resolver del crimen de Pedro R.

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