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En la calle por hacer pública su identidad sexual: "Con 18 años los padres les ponen las maletas en la puerta"

Un informe señala que más de la mitad de las personas del colectivo LGTBIAQ+ encuestadas han sufrido prejuicios y/o discriminación de su propia familia.

Varios miembros de distintas formaciones políticas y sindicales que manifiestan la realidad del sinhogarismo LGTBIAQ+.
Varios miembros de distintas formaciones políticas y sindicales que manifiestan la realidad del sinhogarismo LGTBIAQ+. A. B. / Público

El sinhogarismo entre personas del colectivo LGTBIAQ+ es una realidad. Y su principal causa es el rechazo familiar y del entorno cuando hacen pública su identidad u orientación sexual. 

El informe de la Mesa Técnica de atención a personas LGTBIAQ+ en riesgo de exclusión residencial de Madrid (MAPER LGTBIAQ+) de 2022 presentado este jueves en Madrid señala que más de la mitad de las personas encuestadas habrían sufrido prejuicios y/o discriminación de su propia familia.

"Estas personas se ven obligadas a volver al armario para no sufrir maltratos", señala a Público Clara Castillo, trabajadora social de la fundación Apoyo+. "Yo estuve viviendo en un parque. Hay que sensibilizar e informar", explica Carla Antonelli, actriz, política y reconocida activista por los derechos LGTBQ+.

El estudio Los derechos de las personas LGTBIAQ+ son derechos humanos y los derechos humanos son derechos de las personas LGTBIAQ+, elaborado por varias entidades, recoge que países como Estados Unidos y Canadá registran un 25 y 40% de personas sin hogar pertenecientes al colectivo LGTBIAQ+. Sin embargo, en España no se cuenta con datos oficiales. En países europeos, como Francia y Reino Unido, estiman que su población sin hogar se sitúa entre el 17 y el 25%.

Falta de plazas estables

El número de solicitudes para alojamientos para personas LGTBIAQ+ sin hogar que reciben varias asociaciones de la Comunidad de Madrid alcanza las 429 peticiones. Sin embargo, únicamente se dispone de 67 plazas. Las peticiones cubiertas superan ligeramente el 15%, según se detalla en el texto.

Esto en parte se debe, no solo a la falta de plazas estables en la red de alojamientos, sino también a la ausencia de plazas de emergencia temporales con las que cubrir las urgencias que puedan surgir. "En Barcelona, Cádiz o Madrid hay protocolos específicos para personas LGTBIAQ+, pero en la mayoría de provincias no", afirma Castillo.

Brenda Justiniano, una mujer trans, ha tenido que dormir en casa de un desconocido o debajo de un puente: "Iba de casa en casa". Asimismo, Darío Brítez, joven paraguayo, pasó tres semanas en la calle: "Para sobrevivir me tuve que camuflar como persona no gay. La violencia es fuerte y te toca invisibilizarte".

Perfil de la persona LGTBIAQ+ sin hogar

El sinhogarismo no entiende de edades. "Recibimos llamadas de menores que necesitan salir de sus casas porque sus padres les rechazan por su orientación sexual. Sino, cuando cumplen 18 años, los padres les ponen las maletas en la puerta", indica Castillo. La edad media del demandante de hogar se sitúa en los 30 años. Se trata de una población joven que se ve obligada a abandonar el domicilio familiar o están envueltos en un proceso migratorio por necesidad de huir de su lugar de origen.

Las diferentes entidades recogen varias identidades de géneros a las que han atendido su petición de alojamiento. Hombre cisgénero gay se sitúa como el más habitual (65%), seguido de la mujer cisgénero (16%). Las mujeres trans representan la tercera identidad más representada dentro de las entidades de carácter residencial que atienden a personas LGTBIAQ+ sin hogar, con un 14%.

El secretario de Políticas Sociales y Diversidad de CCOO, Manuel Rodríguez, no se encuentra sorprendido por las cifras arrojadas por el informe. "Con las medidas LGTBIfóbicas de este Gobierno no me extraña", indica Rodríguez sobre el Ejecutivo madrileño. Santiago Rivero, del PSOE, tampoco se asombra por los datos: "Hay que acordarse que detrás de las cifras hay personas". "Madrid es una ciudad acogedora, pero no lo son quienes la gobiernan", añade Rivero.

Propuestas de mejora

"Necesitamos sí o sí aumentar las plazas", recalcan desde la Fundación San Martín Porres. "Queremos crear espacios seguros hasta que las personas puedan tener garantizada su seguridad", añaden.

Las fundaciones reclaman la creación de recursos de emergencia específicos, planes de mejora en cuanto a inserción laboral y del sistema de asilo. Asimismo, solicitan la creación de un Comisionado de Buenas Prácticas que supervise el cumplimiento del Decreto
por el cual una persona tiene derecho a ser empadronada en los centros municipales de servicios sociales.

"La solución es política: echar a la derecha", sostiene Daniel Cuesta, de Izquierda Unida. "El 23 de julio tenemos una oportunidad de cambiarlo", añade en relación a las elecciones generales. "La cosa está difícil con Almeida y Ayuso en Madrid", sentencia Carla Antonelli.

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