El bono social eléctrico solo llega al 24,5% de sus potenciales beneficiarios, según un informe de EsadeEcPol y Oxfam Intermón. Esto significa que casi ocho de cada diez hogares que podrían recibir la ayuda no lo hacen. Además, uno de cada tres hogares que sí recibe el bono cuenta con ingresos medio-altos, lo que indica un problema de diseño en la distribución de la ayuda.

El estudio revela que las familias extranjeras son las más afectadas, con un 12% menos de probabilidad de acceder al bono social eléctrico. Por otro lado, las familias numerosas tienen un 27% más de posibilidades de obtener la ayuda, y el 60% de las familias con ingresos medio-altos dentro de este grupo ya la reciben.

Desde Público ya realizamos una investigación que revelaba cómo solo el 24,15% de hogares que tuvieron derecho al bono social eléctrico en 2020 cobraron alguna ayuda energética. Las familias numerosas lo solicitan mucho más que las que pueden acceder por tener una renta baja.

El actual informe advierte de que existen "fallos en el diseño" que dificultan que la medida alcance su objetivo, debido a que los descuentos deben ser solicitados por el propio usuario. Aunque la mayoría de los beneficiarios son hogares con bajos ingresos, un tercio no cumple este perfil.

Para solucionar este problema, el informe propone "minimizar las barreras de acceso" de manera que el bono llegue a quienes realmente lo necesitan. La solución planteada es transferir "la responsabilidad a las Administraciones", que podrían trabajar en conjunto con las empresas comercializadoras, utilizando los datos de Hacienda, la Seguridad Social y otras entidades para identificar automáticamente a los hogares que cumplan con los requisitos.

Además, para mejorar su eficacia, EsadeEcPol y Oxfam también proponen facilitar el acceso, agilizar su concesión y combinarla con otras ayudas, como el Ingreso Mínimo Vital, para llegar a más familias vulnerables.

Entre las sugerencias también se incluye reconsiderar los criterios de renta para que las familias numerosas más necesitadas sean quienes se beneficien del bono. También destacan la importancia de que la ayuda sea accesible y conocida por quienes tienen derecho a ella.

Alejandro García-Gil, de Oxfam Intermón, ha subrayado que el sistema de protección social debe ajustarse para que el bono social eléctrico contribuya eficazmente a reducir la pobreza energética.

Jorge Galindo, de EsadeEcPol, ha añadido que no basta con políticas de ingresos para combatir la pobreza energética. También es esencial que las mejoras en eficiencia energética, como la rehabilitación de viviendas, estén disponibles para los hogares vulnerables.

Estos datos se producen en un contexto de aumento de los precios energéticos, donde uno de cada cinco hogares en España no pudo mantener una temperatura adecuada en 2023, la cifra más alta de la UE junto a Portugal.

El informe también señala que entre 2020 y 2022 se duplicó el número de hogares que consumen menos energía de la necesaria por falta de recursos económicos para afrontar los gastos, lo que agrava la situación de vulnerabilidad energética en el país.