Este jueves, a las 16.00 horas en Cuba, un presidente español volverá a visitar la isla en viaje oficial, después de que lo hiciera Felipe González en 1986. Ni José María Aznar, ni José Luis Rodríguez Zapatero, ni Mariano Rajoy realizaron este viaje en sus respectivos mandatos, pese a las múltiple relaciones empresariales y culturales que unen a España con Cuba.

Sánchez tenía en su agenda este viaje desde que llegó a la Presidencia del Gobierno, y tan solo ha necesitado cinco meses para concertarlo, ya que el Gobierno cubano ha dado todas la facilidades para ello.

El presidente del Gobierno, además de por pasar a los libros de la historia, acude a la isla con un triple objetivo política, empresarial y cultural, con una agenda muy apretada pero muy concreta para conseguir los tres fines.

En el ámbito político, desde el Gobierno se quiere “mejorar y profundizar” en las relaciones con Cuba en todos los aspectos, manteniendo una relación fluida y abriéndose la posibilidad de que España actúe como interlocutor cubano en la UE: Para ello, Sánchez mantendrá el mismo jueves una reunión con el presidente cubano, Miguel Díaz Canel.

El apoyo de Sánchez a la Constitución cubana que se está elaborando y la situación de los presos políticos, serán los dos dos temas más delicados que tendrán que abordar el presidente español en su encuentro.

Pero el objetivo más claro es el empresarial. Más de 200 empresas españolas -casi todas las más importantes, pero también muchas Pymes-, viajan con el presidente, para participar en un foro empresarial que se celebrará el miércoles. Veinticuatro representantes de estas empresas irán el mismo avión que Pedro Sánchez.

De hecho, al presidente le acompañará en el viaje la ministra de Industria, Reyes Maroto, que tendrá agenda propia, al igual que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Sánchez también se reunirá con un grupo de representantes de la sociedad civil cubana, personas calificadas por el Gobierno como “independientes”, entre las que se encuentran actores, periodistas y artistas. No está previsto ningún encuentro con la disidencia, y desde La Moncloa se recuerda que los mandatarios de otros países que recientemente han visitado Cuba, como Francia, Alemania o Estados Unidos, tampoco tuvieron ese encuentro.

Finalmente, a nivel cultural, Sánchez llevará en su avión la silla de Maceo, para que pueda ser expuesta durante dos años en el Museo de Historia de La Habana, y ha sido cedida por el Ayuntamiento de Palma. La silla de Maceo perteneció al general del Ejército cubano Antonio Maceo, uno de los líderes de la guerra independentista.

La visita ha despertado gran expectación en Cuba y también mucho interés en España, y unos 37 medios de comunicación se han acreditado para cubrir los dos días que el presidente estará en la isla.