Dando por hecho que no habrá elecciones generales anticipadas en 2022, la otra posibilidad que se baraja es cuándo serán las elecciones en 2023, y aquí se presentan varios escenarios que pueden condicionar mucho un año que será eminentemente electoral.

Si Pedro Sánchez, como ha reiterado en muchas ocasiones, quiere agotar la legislatura hasta el final, las elecciones generales se tendrían que convocar, como fecha máxima, el 10 de diciembre. Es decir, cuatro años y un mes después de las generales del 10 de noviembre de 2019.

Así, según marca el artículo 42.2 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), si el presidente del Gobierno no hace uso de su facultad de convocatoria anticipada, las Cámaras se disuelven 25 días antes de la última convocatoria electoral, para fijarse la fecha de las elecciones 54 días después. Esto supondría que las Cámaras se disolverían el 16 de octubre de 2023, se publicaría el decreto en el BOE el 17, y se fijarían las elecciones para el domingo 10 de diciembre. Este sería el plazo máximo.

Sin embargo, hay otras teorías jurídicas que apuntan a que el plazo para disolver las Cámaras y convocar elecciones generales no debe contarse desde la fecha de las elecciones, sino de la constitución de las Cámaras, que en este caso fueron formadas el 2 de diciembre de 2019, porque es el momento en el que los diputados toman posesión de su acta. Mariano Rajoy, ya en el 2015, se planteó prolongar más la legislatura por esta vía y hasta encargó informes para hacerlo, pero finalmente se rechazó.

En este caso, además de las dudas jurídicas que plantea, esta posibilidad está rechazada porque llevaría las elecciones al mismo día de Nochevieja, el domingo 31 de diciembre de 2023, lo que no parece un día muy propicio para unas elecciones.

Pero otro escenario con el que se especula es que de no aprobarse los Presupuestos Generales del Estado para 2023, Sánchez decida anticipar las elecciones a los primeros meses de 2023. Perfectamente podría continuar la legislatura con los Presupuestos de 2022 prorrogados si ahora se aprueban, como parece lo previsible. Incluso, algunas fuentes apuntan que estos Presupuestos están ya pensados para que sigan siendo útiles si se prorrogan un año más.

2023, un año electoral

Pero no es nada descartable que Sánchez llame a las urnas a principios de año y decida afrontar la Presidencia de España en la UE, prevista para el segundo semestre de 2023, con un Gobierno nuevo en España. Y es que dicha Presidencia condiciona el propio calendario electoral, y sólo cabría la posibilidad de que no coincidieran las elecciones con esta Presidencia de la UE si se convocan antes del 1 de junio.

Aquí, otra posibilidad podría ser hacer coincidir las elecciones generales con las autonómicas y municipales que, como prevé la ley, se deberán convocar el último domingo de mayo. Sánchez ya evitó esa coincidencia en 2019, cuando pudo hacerlo perfectamente. Y es que, hasta ahora, a los socialistas nunca les ha gustado ni les ha convenido la coincidencia de elecciones.

Lo que todo indica es que 2023 va a ser un año eminentemente electoral, aunque en los cuarteles generales de los partidos políticos saben que ya se tienen que poner en modo campaña a la vuelta de las vacaciones navideñas... por si acaso.