Un teatro para la ultraderecha. Un escenario para los que quieren tumbar la democracia, aplauden a la dictadura y levantan el brazo derecho al ritmo del Cara al sol. Este sábado, la ultraderecha falangista ha reunido a sus seguidores en el Teatro Goya de Madrid, donde ha conmemorado un mitin para recordar el 90 aniversario de la fusión de Falange con las Juntas de Ofensiva Nacionalsindicalista.

El plan falangista era mantener la localización del evento bajo absoluto
secreto hasta última hora, con el objetivo de impedir cancelaciones. No en vano, sus dirigentes tenían el antecedente cercano de intentar conseguir un local para celebrar otro acto en el marco de los 90 años de Falange, pero no lo consiguieron: nadie quería tener a los falangistas en su local.

Según ha podido confirmar Público, un individuo alquiló el Teatro Goya para este sábado dos de marzo bajo el argumento de celebrar una "entrega de medallas". Hace ya varios días Público logró establecer que el acto se celebraría en ese teatro, por lo que consultó a sus responsables sobre este asunto.

El pasado miércoles -tras varias llamadas telefónicas en los días previos-, desde la dirección del Teatro Goya indicaron a Público que únicamente tenían constancia de que un particular había reservado la sala para este sábado, al tiempo que aseguraron que desconocían cualquier vinculación con Falange. Del mismo modo, argumentaron que, en cualquier caso, los falangistas formaban parte de un partido "legal".

Público reveló este viernes que el acto de Falange Española de las JONS y La Falange se celebraría en el Teatro Goya de Madrid. Los partidos ultraderechistas optaron por mantener silencio en torno a esta información, que ha sido plenamente confirmada este sábado: a las 12.30 horas, siguiendo el guion previsto, el Goya abrió sus puertas a los falangistas.

El acto fue presentado por dos simpatizantes de Falange. Uno de ellos era el cronista de extrema derecha Josue Cárdenas conocido por la búsqueda de polémicas en ruedas de prensa en el Congreso.

Hubo, efectivamente, entrega de medallas. Entre ellas a la Hermandad de la Vieja Guardia, una de las organizaciones del ámbito falangista que aún se mantienen activas en España. Mientras tanto, entre el público había representantes neofascistas de Portugal, Francia e Italia.

Durante el acto se proyectaron imágenes de actos de Falange contra la Ley de Memoria Democrática, algo para nada casual: los ultraderechistas ostentan el dudoso honor de ser el primer partido sancionado por vulnerar la memoria de las víctimas de la dictadura a raíz de un mitin que celebraron en noviembre de 2022. También aparecieron imágenes de tractores con banderas falangistas, en señal de apoyo a las protestas del ámbito rural.

El jefe nacional de Falange, Manuel Andrino -uno de los condenados por el asalto a la librería Blanquerna en 2013-, optó este sábado por traje y corbata en lugar de su clásica camisa azul. "Ya sabéis que yo soy una persona de acción más que de oración...", dijo al inicio de su intervención.

"Aquí estamos los falangistas recordando aquel cuatro de marzo de 1934 para decir bien alto que la bandera sigue alzada, y que si en aquella nefasta y guerracivilista segunda república fue necesaria la aparición de la Falange, decimos y seguiremos diciendo cuantas veces haga falta que los falangistas seguiremos levantando la bandera de la dignidad" afirmó. Andrino omitió que la Transición legalizó a los falangistas como partido político y criticó a "este régimen del 78, tan nefasto y guerracivilista como aquel".

El ultraderechista reivindicó su participación en las protestas frente a la
sede del PSOE en Madrid, convocadas inicialmente por el entorno de Vox y explotadas al máximo por falangistas y neonazis. En esa línea, aseguró que a día de hoy "se aplaude al separatista y al terrorista, a los que además se homenajea con total impunidad, mientras se gasea y aporrea y detiene a quienes tenemos la tremenda osadía de acercarnos a la checa de la calle Ferraz de Madrid donde se prepara la destrucción de España, de su unidad y de su cultura".

"Criminales"

Andrino llamó "talibanes" y "malnacidos" a los miembros del Gobierno por impulsar la retirada de "cruces, placas y monumentos" o a la "triste tarea de remover cadáveres", al tiempo que llamó "ley basura" a la ley de
memoria. "Nadie puede dudar de que el PSOE y el PCE son los partidos más criminales de la historia de España", dijo en otro tramo de su discurso.

"Los falangistas estamos aquí para decir que nuestro principal objetivo ha sido siempre el mismo: coger esa Constitución, derogarla, meterla a la trituradora y a la puñetera basura", advirtió. "Ni queremos ni podemos olvidar nuestro pasado, del que nos sentimos además profundamente orgullosos", añadió Andrino.

El líder falangista dijo que tanto él como sus compañeros están "más
dispuestos que nunca a dar la cara por todos aquellos que murieron por una España grande y libre, a pesar de leyes aprobadas en esa cueva de
traidores llamado Parlamento español que pretende humillar e insultar a todos aquellos héroes que dieron la vida por España, mientras premian a genocidas y criminales".

En un claro desafío a la ley de memoria, aseguró que la organización
ultraderechista seguirá mostrando su "reconocimiento a la primera línea de la Falange, a la de antes y a la de ahora, a quienes lucharon contra criminales del maquis y terrorismo separatista de ultraizquierda allá donde estuviesen y bajo las siglas que cada uno quiera poner", tras lo cual citó a los españoles que combatieron junto a los nazis en la División Azul.

Gestos y gritos ultraderechistas 

Andrino acabó con el brazo en alto gritando "Arriba España". Seguido, el
líder de Falange Española de las JONS, Norberto Pico, también animó a los suyos para mantenerse activos: "Merece la pena la lucha, por nuestros muertos, por nuestros antecesores, por los fundadores de la Falange. Adelante por la España una, grande y libre", afirmó.

La fiesta de exaltación fascista acabó con una foto de los ultras agitando sus banderas. "Patria, justicia, revolución", corearon desde las butacas del Teatro Goya. Seguido, levantaron el brazo y cantaron el Cara al Sol.