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El sumario del BBVA confirma lo desvelado por 'Público' en 2018: Villarejo cobró estando en prisión

Una factura y un contrato firmado por el entonces director de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, y que introdujo el comisario Villarejo en el sumario de 'Tándem', fueron el primer indicio de que la relación entre el banco y el policía ya en prisión era muy estrecha. La información fue revelada en exclusiva por 'Público' hace dos años, la entidad abrió una investigación y ahora el sumario de la pieza 'Trampa' acredita que los trabajos empezaron en 2004 por un problema judicial del presidente, Francisco González. 

Fragmento de uno de los certificados emitidos por el BBVA sobre los ingresos de 60.500 euros en la cuenta corriente del excomisario Villarejo.
Fragmento de uno de los certificados emitidos por el BBVA sobre los ingresos de 60.500 euros en la cuenta corriente del excomisario Villarejo.

El juez de la Audiencia Nacional que instruye la macrocausa 'Tándem', Manuel García Castellón, levantó esta semana el secreto de sumario de la pieza 'Trampa', que investiga los trabajos del comisario Villarejo para el BBVA y su ex presidente, Francisco González.   

El origen de la investigación está en dos documentos que el comisario José Manuel Villarejo entregó en uno de sus escritos de la causa 'Tándem' estando en prisión y que pretendían demostrar que sus trabajos eran completamente legales. En su auxilio había ido el entonces director de Seguridad del banco, Julio Corrochano, que había sido compañero dentro de la Policía, y después había seguido contratándolo aunque sabía que Villarejo no tenía concedida la compatibilidad. 

El 24 de mayo de 2018 Público desvelaba que el jefe de seguridad del BBVA había pagado a Villarejo 242.000 euros cuando ya estaba encarcelado y el banco abría una investigación interna que saltaba por los aires con la filtración de unos audios del comisario y Corrochano, que no constaban en la causa.

Alrededor de 10 millones de euros cobrados del BBVA

Julio Corrochano, comisario de la Comisaría General de Policía Judicial hasta que en 2002 entró en la entidad bancaria, firmó el acuerdo de disolución del contrato con la empresa CENYT -propiedad del excomisario preso-, por servicios de gestión de crisis entre junio de 2016 y diciembre de 2017, un mes después de que fuera detenido por organización criminal, cohecho y blanqueo.

Aunque la factura y el contrato pretendían demostrar que Villarejo había prestado servicios a partir de su jubilación en la Policía, era extraño que el último pago se hubiera efectuado con él ya preso. Dichos documentos también querían justificar el origen de unos elevados saldos bancarios de 2018, que se investigan dentro del procedimiento, pero de esta manera se constataba lo que Público lleva denunciando desde hace años: la existencia de una policía paralela al servicio de multimillonarios y grandes empresas del IBEX-35.

Fragmento del acuerdo de finalización del contrato entre el BBVA y CENYT, firmado por el jefe de seguridad del banco y por el hijo del excomisario Villarejo.
Fragmento del acuerdo de finalización del contrato entre el BBVA y CENYT, firmado por el jefe de seguridad del banco y por el hijo del excomisario Villarejo.

Según esos documentos, la entidad bancaria transfirió 242.000 euros en cuatro pagos de 60.500 después de la detención de Villarejo y la intervención de su entramado por parte de la Audiencia Nacional, la Fiscalía Anticorrupción y la Agencia Tributaria. En concreto, los cuatro abonos del BBVA se producen cuando el acaudalado policía está en la prisión de Estremera: el 7 de noviembre y el 5 de diciembre de 2017, y el 3 y 7 de enero de 2018.

Pero ahora esta cifra se queda muy pequeña para la Fiscalía Anticorrupción, que eleva a más de 10 millones la cifra de lo que Villarejo habría cobrado desde al menos 2004. Además, audios que también constan en el sumario entre Villarejo y otro de los comisario imputados, Enrique García Castaño, demuestran que los trabajos no sólo fueron para el banco.

El origen de la relación entre BBVA y Villarejo hay que buscarlo en 2004, en un asunto personal que atañía al entonces presidente del banco, Francisco González: su imputación en la 'causa FG Valores', que se instruía en la Audiencia Nacional. Ahora, el ex directivo ha acabado imputado en la causa 'Tándem' junto a su cúpula. 

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