Hace meses que las elecciones europeas se dibujan como el escenario de la batalla más decisiva entre Sumar y Podemos por el espacio de la izquierda alternativa. Aunque ambas formaciones se han enfrentado en otros comicios, como los gallegos o los vascos, el elemento de la circunscripción única, que vote todo el país, y que la formación morada haya señalado esta cita electoral como clave en su futuro anticipaban una lucha sin cuartel.

Pero, apenas a unos días de que arranque oficialmente la campaña de las elecciones europeas, la preocupación en ambas formaciones es otra y, además, es compartida: la movilización del electorado de izquierdas.

Ambos partidos sabían que el espacio a disputar en estos comicios no iba a ser precisamente el más grande de los últimos años. Con una izquierda alternativa a la baja y con hasta cuatro candidaturas disputándoselo (la del PSOE, la de las izquierdas soberanistas, y las de Sumar y Podemos), el escenario se antoja complicado.

El historial de las europeas, además, suele dejar registros de participación bastante bajos, si se comparan con otros procesos como las elecciones generales, las autonómicas o las municipales; en un contexto en el que la ultraderecha y los espacios más conservadores sí que parecen estar más activados.

A todo esto hay que añadir que tanto en Podemos como en Sumar ven al votante progresista un tanto desmoralizado. El historial de participación de las europeas, la activación de las derechas, la competición de múltiples candidaturas en un mismo espacio y el bajo ánimo del votante de izquierdas conformarían un caldo de cultivo en el que los de Yolanda Díaz y los de Ione Belarra ni siquiera podrían entablar una competición real por el espacio en el que conviven.

La excepción del Gobierno progresista y el legado de Montero

Por este motivo, ambas formaciones se han fijado como uno de sus objetivos principales la movilización del electorado progresista. En el caso de Sumar, se apela al espíritu de remontada que impregnó el 23J, un proceso electoral en el que los votantes de izquierdas impidieron el triunfo de PP y Vox cuando la mayoría de las encuestas daba por garantizado un gobierno de Alberto Núñez Feijóo con Santiago Abascal.

En este sentido, durante la precampaña y la campaña se repetirá el mensaje sobre la "excepción" que supone el Gobierno de España en una Europa arrollada por la derecha en lo institucional (uno de los últimos gobiernos progresistas que cayeron fue el portugués), y la "excepción" que supone Sumar como única fuerza de la izquierda alternativa que forma parte de un gobierno estatal.

La clave de la campaña de Podemos pasará, sobre todo, por su candidata, Irene Montero, y la exhibición de su legado como ministra de Igualdad en la anterior legislatura. Montero fue una referente para el feminismo y el colectivo LGTBI europeos con la aprobación de leyes como la ley trans o la ley del solo sí es sí.

Este lunes, Sumar presentó los "ejes" de su campaña y su lema, "marcar el rumbo", junto al cartel oficial en el que figuran su cabeza de lista, Estrella Galán, y Yolanda Díaz, que se volcará en el camino hacia las europeas con su participación en una decena de actos en apenas 15 días. 

"El 9 de junio el electorado progresista debe movilizarse para defender al Gobierno progresista, sus políticas y una Europa de avances y derechos. Interpelamos directamente al electorado progresista para que se movilice", explicó el portavoz del partido, Ernest Urtasun, este lunes.

Los ejes de campaña de Sumar y el programa de Podemos

Podemos presentó su programa de campaña, con medidas feministas como la gratuidad y legalidad del aborto en toda la UE, y basando sus ejes en cuestiones como la vivienda o los servicios públicos. La formación morada ha propuesto que los fondos buitre no puedan comprar más vivienda en suelo europeo y un 5% de inversión mínima obligatoria en educación.

Durante la presentación del programa, la secretaria general del partido reconoció que en estos comicios Podemos no sólo plantea un proyecto de izquierdas y de avance en derechos para Europa frente a la ultraderecha, sino que se juega su papel en la izquierda alternativa.

"Esto no sólo  va de construir una Europa de paz y con derechos, que ahora mismo no forma parte de la hegemonía ni en nuestro país ni en el conjunto de Europa, sino también de volver a poner en pie en España a una izquierda verdaderamente transformadora", defendió.

Para que comience la pugna entre Sumar y Podemos por el electorado progresista ambas formaciones comparten la necesidad de activarlo. De momento, tanto desde la candidatura de Montero como desde la de Galán se insiste en que "el adversario es la derecha".