El 10 de noviembre de 2019 el PSOE ganó las elecciones generales en España con un 28% de los votos. En Pastriz, un pueblo de la provincia de Zaragoza, se impusieron los socialistas con el 28,36% de las papeletas. Este municipio, de poco más de 1.000 habitantes, es uno de esos lugares que siempre aciertan el ganador de las elecciones generales.

En total hay 50 localidades en las que desde las primeras generales de 1977 siempre gana el partido que también se impone en el conjunto del Estado.

En esas últimas generales de 2019 el PSOE fue el partido más votado, seguido de PP, Vox y Unidas Podemos. Pasó a nivel estatal, pero también, por ejemplo, en Valencina de la Concepción, uno de esos 50 municipios. En esta localidad, el PSOE obtuvo el 31% de los votos; el PP, el 23%; Vox, el 17%; y Podemos, el 14%.

A nivel estatal los resultados fueron el 28% para el PSOE, el 21% para el PP, el 15% para Vox y el 13% para Podemos. Unos resultados muy similares a los de municipios como Valencina, un pueblo sevillano de 8.000 habitantes.

Esto sucede en lugares que son representativos del conjunto del país. Municipios o regiones con una idiosincrasia y una composición política y socioeconómica muy similares a la de todo el Estado. Son "España dentro de España", que diría Ayuso.

De media, estos municipios que siempre aciertan quién va a ganar las elecciones tienen 4.500 habitantes. La mayoría son más pequeños, pero también hay ciudades más grandes que elevan ese promedio. Entre esos 50 municipios están los ya mencionados Pastriz y Valencina de la Concepción. También ciudades como Plasencia y Ponferrada, las dos con mayor población.

Valencina, además, es el municipio en el que el partido ganador de las elecciones generales consigue el porcentaje de votos más similar al que obtiene en el conjunto de toda España. De media se distancia en solo 3,47 puntos porcentuales.

Estos 50 municipios han coincidido con el conjunto de España en el partido más votado en las 15 elecciones generales que ha habido entre las primeras en junio de 1977 y las últimas en noviembre de 2019. Habrá que esperar a los resultados de este domingo para ver si el 23J vuelve a suceder lo mismo. Hasta ahora han servido como termómetro electoral presentando resultados muy similares a los de todo el país. Es lo que pasaba en Estados Unidos con Ohio.

El estado norteamericano acertó el presidente de los Estados Unidos durante seis décadas. Era uno de los estados que tradicionalmente cambiaban de bando en las elecciones presidenciales entre demócratas y republicanos —en otros gana siempre el mismo partido—.

Aunque en 2020 Ohio dejó de funcionar como el termómetro electoral de Estados Unidos. Joe Biden ganó las presidenciales, pero Donald Trump se impuso en Ohio. No pasaba desde 1960, cuando Richard Nixon ganó en Ohio, pero los estadounidenses hicieron presidente a John F. Kennedy.

Lluís Orriols, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) explica a Público que este tipo de lugares sirven como termómetros electorales al tener una composición social, económica y política similar a la del conjunto del país, pero al igual que los feudos en los que gana siempre un mismo partido "no son inmutables". "Puede haber cambios, ya sea porque varía la composición socioeconómica del lugar o por políticas concretas que hayan afectado en ese sitio", detalla.

Aunque estos lugares que acostumbran a acertar también pueden fallar en alguna ocasión pero seguir actuando como termómetro electoral. "Puede haber municipios que no siempre acierten, pero queden muy cerca. Puede ganar en un municipio el PSOE y en España el PP, pero que ese año las elecciones estuvieran muy reñidas. Entonces, el municipio realmente calibra bien y es una buena representación del resultado a nivel estatal aunque no haya acertado al vencedor", explica Orriols.

Aragón es nuestro Ohio

Orriols es uno de los autores de Aragón es nuestro Ohio, un libro de 2015 del equipo de politólogos y sociólogos Piedras de Papel en el que detallaban cómo votan los españoles. El título hacía referencia precisamente a ese termómetro electoral que era Ohio en Estados Unidos aún por aquel entonces y proponía un símil español: Aragón.

En esta comunidad ha ganado siempre las elecciones generales el partido que también se impone en el conjunto de España. De hecho, pasaba siempre en las tres provincias hasta las últimas generales, cuando Teruel Existe ganó las elecciones en la suya. Aun así, Huesca, Zaragoza y Aragón en su conjunto siguieron representando los resultados de toda España y acertando el ganador de las elecciones.

Pero esa victoria de Teruel Existe es ejemplo de que los termómetros electorales no son infalibles. De hecho, en las elecciones de abril de 2019 Ciudadanos dio el sorpasso al PP en Aragón y consiguió ser segunda fuerza. En el conjunto de España se quedó cerca, pero no lo consiguió.

"Aragón sí calibró al menos que Ciudadanos estaba fuerte y compitiendo directamente con el PP para ser segunda fuerza y la primera de la derecha. Ya en noviembre el ganador en ese bloque fue claramente el PP, tanto en Aragón como en España. Quizás ese termómetro de Aragón en el sorpasso en concreto se equivocó, pero no deja de mostrar una buena fotografía de lo que es España", explica Orriols.

De hecho, el politólogo detalla que Aragón es interesante como representación del resto de España más allá de que siempre acierte el ganador de las elecciones y coincida también en la mayor parte del resto de resultados. "Aragón es como una pequeña España también por otros motivos: por elementos de corte sociológico, por tener una capital importante con un peso relevante dentro de la comunidad, porque existen regionalismos...".

"Hay partidos propios tanto de izquierda como de derecha y no son tan fuertes como serían en Catalunya pero tampoco son inexistentes como en otras comunidades. La fotografía de Aragón se parece y representa a España. Capta muy bien el arco parlamentario de lo que sucede a nivel estatal", señala.

Buena muestra de ello es que los 50 municipios que actúan como mini Españas en las elecciones generales se concentran especialmente en esta comunidad autónoma. En Aragón se encuentran 20 de las 50 localidades: 11 en Zaragoza, siete en Huesca y dos en Teruel. Las otras dos provincias con más Ohios españoles son Cuenca y León, con cuatro cada una.

Orriols explica que estos 50 municipios son lugares "en los que no hay un ganador histórico claro". "PP y PSOE están en posiciones más parejas y, por lo tanto, los cambios de ciclo hacen que gane uno u otro. Son municipios bipartidistas, pero en los que ninguno de los dos gana con mayorías apabullantes y eso permite que los cambios de viento hagan que gane uno u otro".

Cincuenta mini Españas

El politólogo explica que estos municipios suelen ser más representativos del conjunto de España. "Que PP y PSOE estén más reñidos quiere decir que la sociología de ese municipio es más heterogénea. No predomina de forma inequívoca un colectivo determinado, sino que hay distintos grupos con distintos anclajes compartidos. Esto hace que al final la competición entre partidos esté más reñida y cuando un partido está fuerte consigue más voto y esto le hace ganar".

Estos municipios son como mini Españas. Esto también se ve en que tienen unas características económicas similares a la media española. La renta neta por habitante de estos 50 municipios es de 12.168,41 euros, según el análisis realizado por Público de los datos de 2020 del Atlas de distribución de renta de los hogares del INE.

Entre los 10.000 y los 14.000 euros por habitante se encuentra la renta media del 60,22% de los algo más de 8.000 municipios españoles. Solo ocho de los 50 municipios que actúan como Ohios en nuestro país se encuentran fuera de ese rango entre los 10.000 y los 14.000 euros.

Aun así, Orriols destaca que las regiones que actúan como representación de todo el país tampoco acostumbran a hacerlo de forma eterna. Un ejemplo de eso es Ohio, que parece que ha dejado de funcionar como termómetro electoral tras 60 años acertando el presidente de Estados Unidos.

"Ohio está cambiando. Era un termómetro y ha dejado de serlo. Está cambiando la sociología de ese estado y virando a sesgos más conservadores y, por lo tanto, ya es menos representativo del conjunto de la sociedad de Estados Unidos y de los resultados electorales del país. Nada es para siempre. Los cambios sociológicos o políticos pueden hacer que territorios que siempre acierten dejen de hacerlo", detalla el politólogo.