'Si retrocedemos en todo, si quieren sistemáticamente romper todos los consensos, si quieren volver atrás 30 años, nosotros aceptaremos el reto, volveremos también a hace 30 años y nos replantearemos nuestras posiciones, que han sido sensatas en pos de la convivencia y cohesión social'. Esto es lo que dijo el todavía aspirante a secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su discurso ante el plenario del 38 Congreso que finalmente le eligió como líder en febrero de 2012. Mencionó, entonces, la necesidad de replantearse 'seriamente' el acuerdo entre España y la Santa Sede, y el auditorio se vino abajo en aplausos.

Hoy, muchos socialistas consideran que ya se dan esas condiciones. Y que ni siquiera hace falta esperar a la modificación de la Ley del Aborto por parte del Gobierno para exigir la revisión del Concordato con el Vaticano, como plantearon ayer tanto la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, como la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez. El Ejecutivo que preside Mariano Rajoy y el PP, insisten numerosos parlamentarios consultados por este diario, 'ya han roto ese consenso'.

'El Gobierno ha roto el consenso en sanidad con sus recortes unilaterales y con la privatización de los hospitales en las comunidades que gobiernan; y ha roto el consenso en educación acabando con las becas, encareciendo las tasas de manera unilateral e impidiendo así la igualdad de oportunidades. ¿Y ellos dicen que no se puede romper el consenso sobre los acuerdos de la Iglesia?' se pregunta una joven diputada socialista.

Otro parlamentario explica que 'incluso la gente de la dirección del grupo' en el Congreso, pilotado por Soraya Rodríguez, ya quiere que se plantee la cuestión del Concordato. Pero afirma que el partido 'está midiendo' cómo hacerlo y que por eso ha condicionado esa revisión a que se apruebe la Ley del Aborto que reclama el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, lo que ya dan por hecho desde las filas socialistas.

'El sentir del partido es que ya es necesaria la reforma', añade. Y recuerda que en el 38 Congreso, si bien Rubalcaba condicionó la revisión de esos acuerdos a que se rompieran los consensos, su contrincante Carme Chacón dijo que se tenía que acabar con los privilegios de la Iglesia de cualquier manera. 'Esta postura ya ha calado en el partido', reconoce. A todos esos argumentos, las fuentes consultadas añaden el hecho de que el Gobierno se haya negado a contestar la mayoría de las preguntas que le planteó el PSOE sobre los privilegios de la Iglesia. 'Es algo que nos cuesta mucho dinero', recuerdan.

'Sí se dan las condiciones para acabar con esos acuerdos', se reafirma otro diputado que es además el secretario general de una importante federación socialista. A su juicio, 'no es normal' que los miembros de la cúpula eclesiástica 'puedan hacer lo que les de la gana'. Por eso aboga por 'minimizar su poder politico' aunque, insiste, sin querer que el PSOE destaque 'ninguna identidad antireligiosa'. El objetivo del PSOE que le permita recuperar la confianza de los ciudadanos, añade, es 'resetear todas las instituciones', y también la Iglesia católica.