Sevilla también se moviliza contra los pisos turísticos tras la manifestación de este domingo en Madrid y la convocatoria de Málaga para el próximo 9 de noviembre. Estos han encarecido el precio de los alquileres y han provocado un éxodo hacia las afueras de residentes en el centro histórico en los últimos tiempos, más de 4.000 entre 2012 y 2020, según un estudio colectivo reciente titulado Turismo, desarrollo urbano y crisis en las grandes ciudades andaluzas (Editorial Comares), editado por la arquitecta María Barrero Rescalvo y el geógrafo Iban Díaz Parra. El fenómeno, según colectivos y expertos, ha empeorado desde la pandemia.

"Sevilla tiene un gran problema con los pisos turísticos, que están expulsando gente de la zona centro desde hace más de diez años, cargando la demanda sobre otros barrios. Los alquileres están inflados hasta en los barrios más pobres de Sevilla, que son los más pobres de España y donde pueden estar pidiendo 600 euros por un alquiler de una infravivienda (Los Pajaritos)", resume la situación Díaz, profesor de la Universidad de Sevilla, en conversación con Público.

Este mismo lunes, cuatro asociaciones de vecinos de Sevilla han conformado la plataforma Sevilla para vivir, al estilo de la de Málaga, a la que pretenden que se incorporen diversos colectivos y vecinos. Esta plataforma ya ha convocado una manifestación el 9 de noviembre, el mismo día que Málaga para vivir, bajo el lema "la ciudad no es un negocio, es un lugar para vivir".

Las asociaciones vecinales Haciendo Barrio de la Macarena, El Triángulo del distrito San Pablo-Santa Justa, La Revuelta del Casco Norte y Triana Norte son las promotoras de la plataforma con la que pretenden "tejer una gran red ciudadana".

Sevilla para vivir denuncia que en la ciudad "han proliferado sin control miles de viviendas y apartamentos turísticos que han provocado un daño terrible al derecho a la vivienda" y lamenta que "para miles de sevillanos y sevillanas, especialmente jóvenes, es imposible acceder a un lugar para vivir y poner en marcha un proyecto vital autónomo".

La nueva plataforma plantea lo siguiente: "Que no se otorgue ninguna nueva licencia de viviendas y apartamentos turísticos en la ciudad y que se impulse el retorno a uso como vivienda de los alojamientos turísticos que actualmente tienen licencia".

Antes de la creación de esta plataforma, ya existían otros movimientos y asociaciones. Así, por ejemplo, Sevilla se muere lleva un tiempo trabajando en estos asuntos. Este lunes, se han adherido al llamamiento de Sevilla para vivir, según indicó a Público uno de sus portavoces, mientras preparan, en paralelo, una concentración en Plaza Nueva para este mismo jueves.

Con esta movilización, que lleva por emblema "Ni una sola Vivienda Turística más. ¡Moratoria ya!", según un texto enviado por uno de sus portavoces a Público, se pretende frenar un acuerdo entre PP y Vox, que cuentan con mayoría absoluta en la ciudad. Este acuerdo se ha vendido en algunos ámbitos como un freno a los pisos turísticos y que, lejos de calmar las aguas, ha contribuido a agitarlas.

El pacto, que aún tiene que llegar a pleno —lo hará este jueves—, prevé, entre otras cláusulas, una limitación al crecimiento de los pisos del 10% en cada barrio.

Para Sevilla se muere, esto, a efectos prácticos supone un "menoscabo del interés general", porque coloca "en plano de igualdad los derechos de los vecinos y los intereses del sector de la vivienda turística". Según la propuesta "94 barrios de los 108 que hay en Sevilla admiten la implantación de miles de nuevas viviendas de uso turístico".

"Incrementar el número de viviendas turísticas hasta alcanzar el 10% del parque residencial es una barbaridad. Su actual plan está invitando a convertir una buena parte de los pisos en viviendas turísticas en los barrios de la primera orla periférica en torno al centro", analiza en similar línea de reflexión el geógrafo Díaz.

"Sevilla —plantea el texto enviado a Público— no es sólo su Casco Histórico. ¿Está capacitada la ciudad para absorber una cantidad tal de nuevos alojamientos y el impacto que ello produciría? ¿Le han preguntado a los vecinos de San José Obrero, de San Jerónimo, de Nervión, del Porvenir, del Barrio León, de Heliópolis, de Elcano-Bermejales o del Cerro del Águila, por citar sólo algunos, si están de acuerdo con esta medida?"

"Desolación es el sentir general de los vecinos ante la posibilidad de padecer un número de pisos turísticos que triplica el actual: de casi las 10.000 actuales a más de 30.000", remacha.

"No cabe ni un piso turístico más"

Entre los argumentos que utiliza el texto enviado a Público por un portavoz de Sevilla se muere para movilizar, está una frase del propio alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), que pronunció, por ejemplo, en una entrevista reciente, de agosto pasado, en la Cadena SER: "No cabe ni un piso turístico más en Sevilla". Sin embargo, opone Sevilla se muere, "desde su toma de posesión no han dejado de proliferar las viviendas de uso turístico en edificios residenciales, provocando la expulsión de los vecinos".

"Esta medida —agrega la plataforma— que propone el alcalde va a tener un impacto negativo en cuanto a la vivienda y un encarecimiento de todos los bienes, desde la propia vivienda hasta la cesta de la compra; sino también la presencia diaria de decenas de miles de visitantes más sobre el Casco Histórico de la ciudad, aumentando más aún su deterioro y la terrible presión que viene sufriendo".

"Contrariamente a lo que se viene anunciando, la medida que se propone no va a desconcentrar la presión turística del centro histórico, que no va a dejar de ser visitado por quienes se alojen en las nuevas viviendas turísticas que se implanten, sino que va a propiciar la extensión del problema a barrios hasta ahora relativamente a salvo de la presión turística, tensionando aún más lo ya de por sí tensionado".

Movilización amplia

"Actualmente es fundamental una movilización amplia por la cuestión de la vivienda. Nos encontramos a las puertas de una autentica crisis de la vivienda. El mercado del alquiler en las grandes ciudades y litoral andaluz es totalmente disfuncional. Los precios cada vez están más inflados y no se corresponden con los ingresos de la población", analiza el geógrafo Díaz.

"Algo similar —agrega el profesor— puede decirse del mercado de compra, que está totalmente inflado y hace muy difícil que una familia trabajadora pueda hipotecarse. Una parte importante de esta disfuncionalidad la tiene la especulación inmobiliaria, pero otra también viene de la creciente cantidad de viviendas acaparadas por los alquileres turísticos, que reducen la oferta fuerzan los precios al alza".

"En Andalucía —prosigue el profesor— esto se suma a un gobierno que ha dado manga ancha a los pisos turísticos, a los que apenas pone límites. Con unos planteamientos respecto de la legislación de vivienda que se alinean totalmente con los rentistas y los especuladores, como se puede comprobar en el borrador de la nueva ley de vivienda".

En el resto de provincias andaluzas, el asunto también está en las agendas y vecinos y colectivos también mantienen contactos y reuniones con la idea de expresar su malestar también públicamente.