Venezuela, la manifestación del 8-M, el comunismo o determinados medios de comunicación siguen representando para la derecha y la ultraderecha grandes asuntos, en plena emergencia del coronavirus, y PP y Vox han vuelto a reeditar sus habituales mantras en sus preguntas de este miércoles al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.

En la primera sesión de control al Gobierno desde la declaración del estado de alarma para luchar contra la pandemia-, el secretario general del PP y diputado, Teodoro García Egea, y la portavoz adjunta de Vox, Macarena Olona, se han valido de estos asuntos en sus cuestiones a Iglesias. 

Al número dos del PP, el vicepresidente segundo le ha reclamado con tono contenido que "dejen de competir con Vox a ver quién dice la mayor barbaridad", que "vuelvan a la Constitución y al patriotismo". A la diputada de la ultraderecha, directamente le ha reprochado su falta de seriedad, y ha rechazado contestarle. 

En su primeran intervención, Egea ha reprochado al Gobierno no haber actuado antes, que "empujara" a participar en la manifestación feminista del 8-M pese a la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona dada la expansión del Covid-19: "¿Qué responsabilidad va a asumir?". "Toda la responsabilidad", contestaba Iglesias, incidiendo en que la prioridad del Ejecutivo es salir de la crisis garantizando la protección de la ciudadanía.

En su réplica, Egea ha acusado al Ejecutivo de "falta de previsión" y exceso de "propaganda", así como de ser un "Gobierno comunista" que manda a los sanitarios a luchar contra el virus sin los materiales adecuados. También le ha reprochado que no haya tenido "ni un sólo gesto de luto" por los más de 18.000 ciudadanos fallecidos por coronavirus.

En este punto, Iglesias le ha pedido que reflexione "sobre el papel que está jugando" el PP hoy, y le ha reclamado "una actitud un poco más constructiva". "No le voy a pedir que piense como yo, le voy a tender la mano", decía, en referencia al pacto de reconstrucción nacional al que el Gobierno ha invitado a todas las fuerzas políticas.

El "común denominador" de ese acuerdo, decía, debe ser la Constitución Española, que "tiene mecanismos para defender el interés general".

Por su parte, la pregunta de Olona ya disipaba cualquier duda sobre el contenido de su intervención: "¿Va a desistir de imponer en España el modelo chavista bolivariano?". Frente a esto, Iglesias reclamaba "un poco de seriedad", de "respeto a esta Cámara" y a "los españoles con uniforme blanco que se están jugando la salud por protegernos a todos". 

Acto seguido, Olona afirmaba que "nuestra democracia se desangra", pero no por el coronavirus, sino porque "el Gobierno socialcomunista" está aprovechando la pandemia para "imponer su modelo", citando de nuevo a Venezuela. En este repaso cabía la acusación de haber "prostituido RTVE", de "perseguir a periodistas libres", o de instaurar una "Gestapo" compuesta por plataformas como Newtral y Maldita, todo ellos asegurando que el "exaltado sectario" Iglesias buscará ilegalizar a Vox. 

En este punto, el vicepresidente segundo ha afirmado que Olona "se desacredita" con esta intervención. La sociedad, decía, no merece que el Gobierno dedique "ni medio segundo" a contestar a "quien aprovecha su tiempo para preguntar por Venezuela y La Sexta". 

Iglesias invita a Rufián a sumarse a los Pactos de La Moncloa

Por otra parte, y con un tono absolutamente distinto, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha reclamado una renta social de emergencia al Ejecutivo. Iglesias le ha pedido que se sume a las conversaciones del Gobierno con todas las fuerzas políticas, que comenzarán el martes, con el PP como interlocutor. ERC mantiene su rechazo a esta propuesta. 

Rufián ha enumerado errores del Ejecutivo -la prohibición de despidos que "no fue tal" o el retraso en aprobar ayudas a autónomos-, e Iglesias ha reconocido que "hay sectores de la población que siguen desprotegidos". "¿Lo que hemos hecho es suficiente? Probablemente no, habrá que hacer más cosas", concedía.