Habló poco. De hecho, estuvo comedida. Sabedora de que sus palabras, si son malinterpretadas, pueden causar revuelo tanto en España como en Argentina, María Servini de Cubría, la juez que instruye la causa abierta en la Justicia argentina contra los crímenes de la dictadura franquista, evitó polémicas y trató de no lanzar críticas hacia el Gobierno y la Justicia española por la escasa ayuda que le están prestando en la instrucción de la causa. No obstante, no pudo evitarlas todas. "A las instituciones españolas no le hace mucha gracia esta causa y mucha ayuda no prestan", aseguró.

Pero no todos fueron críticas y despechos. La juez Servini agradeció la colaboración de "muchos jueces" en su anterior visita a España en la que tomó declaración a varias víctimas de la dictadura franquista y de la Guerra Civil. Entre ellos, cabe suponer que está el juez Fernando Andreu, quien echó un cable a la jueza el pasado mes de mayo para que pudiera entrevistar a dos querellantes. Pero no fue el único aliado que encontró. De hecho, según ha remarcado, todos los jueces le ayudaron "salvo uno". 

La juez se ha mostrado predispuesta a regresar a España e interrogar al exministro Martín Villa

Quizá sea por esta ayuda recibida por lo que María Servini de Cubría considera que "si hay un cambio político" los jueces podrían comenzar a investigar los crímenes franquistas. "Creo que hay más de un juez en España que tiene muchas ganas de investigar los crímenes del franquismo", senteció Servini en una frase en la que volvió a mostrar que sabe más de lo que quiere decir a la prensa.

Y es que la juez Servini se ha mostrado confiada en que tarde o temprano la Justicia española tendrá que investigar los crímenes de la dictadura. El ejemplo que ha utilizado para justificar su confianza ha sido la experiencia chilena. Por más que las autoridades chilenas intentaron negarse, finalmente, no tuvieron otro remedio que investigar a la dictadura de Pinochet. "Va a llegar momento que España investigará los crímenes del franquismo. Así pasó en Chile. Se negaban, pero llegó el momento en el que se tuvo que investigar", ha asegurado. 

Sobre Martín Villa: "Me he enterado que el abogado quiere hablar conmigo. Le ruego que si es así haga una petición en el Consulado de Argentina"

Eso sí, la juez no se ha atrevido a pronosticar el tiempo que pasará hasta que eso suceda. "Dependerá de lo que se trabaje aquí y de los que trabajemos allá", ha afirmado Servini, que ha aprovechado el momento para reivindicar el trabajo que su Juzgado está realizando. "Trabajamos muy duro todos los días en esta causa". 

Martín Villa
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Si ha habido un protagonista ausente en el encuentro con medios de la juez Servini, ese ha sido el exministro de la Transición Rodolfo Martín Villa. Los medios han preguntado por activa y por pasiva por la situación del exministro y por las posibles nuevas actuaciones que la juez pudiera acometer. "Me he enterado que el abogado quiere hablar conmigo. Le ruego que si es así haga una petición en el Consulado de Argentina", ha apuntado la juez, que ha mostrado su intención de regresar a España para tomar declaración al exministro, al resto de responsables franquistas sobre los que pesa una orden de detención y a más víctimas de la dictadura.

En este sentido, los abogados de la querella argentina, Carlos Slepoy y Ana Messuti, han presentado un escrito a la juez para que Martín Villa sea interrogado en la Audiencia Nacional en presencia de la juez María Servini. Para ello, Servini necesitaría la colaboración, de nuevo, de jueces de la Audiencia Nacional como la que ya obtuvo del juez Andreu.  

Nuevas órdenes de detención

La juez tampoco ha descartado la posibilidad de que en próximas fechas expida nuevas órdenes de detención contra responsables de la dictadura franquista. Eso sí, ha asegurado que primero tendrá que tomar declaración a las personas sobre las que ya pesa una orden internacional de detención y continuar, así, sus investigaciones antes de pedir nuevas órdenes o imputar a más responsables de la dictadura.

Sin presiones

La juez María Servini también ha asegurado que no ha recibido presiones de ningún tipo a la hora de instruir esta causa, tanto desde Argentina como desde España. Así como ha descartado que se hayan producido conversaciones o negociaciones diplomáticas entre Argentina y España en relación a la causa que ella instruye sobre los crímenes de la dictadura franquista.