Primero en castellano y después en inglés, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo una declaración institucional sobre la decisión del Tribunal Supremo condenado a los dirigentes independentistas, mostrando su "absoluto respeto y acatamiento" a la sentencia del Alto Tribunal, pero advirtiendo de que "el acatamiento (del fallo) significa su íntegro cumplimiento", dando a entender que cierra cualquier posibilidad a una amnistía.

Sánchez destacó la labor realizada por el Tribunal Supremo y su profesionalidad, a la vez que afirmó que "la sentencia poner punto y final a un proceso que se ha desarrollado con todas las garantías y máxima transparencia", apuntó.

El presidente hizo especial hincapié en que España tiene una democracia moderna y garantista, en la que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, recalcando que "en una democracia a nadie se le juzga por sus ideas, sino por delitos recogidos en su ordenamiento jurídico".

Sánchez no ocultó que en los próximos días se abre una etapa de incertidumbre, pero aseguró que el Gobierno se mantendrá atento, "y garantizará la convivencia, la seguridad y el cumplimiento de la legalidad democrática".

Explicó el presidente en funciones que su intención es actuar con "firmeza democrática", por lo que aplicará la legalidad sin excluir ninguna posibilidad que le otorga el ordenamiento jurídico (aunque no citó ni el 155 ni la la Ley de Seguridad Nacional), pero aseguró que todos los pasos los dará bajo dos premisas: proporcionalidad y unidad con el resto de fuerzas políticas.

Por ello, desde La Moncloa se anunció tras la comparecencia de Sánchez, que el presidente en funciones llamará esta tarde a los líderes de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos (Pablo Casado Albert Rivera y Pablo Iglesias) para informarles de la situación y de las actuaciones que tiene prevista el Gobierno en función de los acontecimientos que ocurran en Catalunya,

El "naufragio de un proyecto"

Sánchez indicó que la sentencia del Supremo confirma "el naufragio del proyecto independentista de Catalunya" que, en su opinión, ha fracasado, aunque aventuró que en los próximos días "vamos a asistir a los estertores de una etapa superada".

No obstante, el presidente en funciones quiso lanzar un mensaje de cara al futuro y apuntó que tras esta sentencia, "todos estamos convocados a una etapa nueva, cuyo objetivo solo debe ser la reinstauración de la convivencia en Catalunya". En este sentido, Sánchez abogó por el diálogo y el cumplimiento de la Constitución.

Tras su intervención en castellano, repitió la declaración institucional en inglés, algo que justificó por la trascendencia internacional que tiene esta sentencia y la repercusión que está teniendo en múltiples medios internacionales.