La inestabilidad, las acusaciones y las sospechas vuelven a acaparar la vida interna de UPN. La formación navarra ha vivido este jueves una de sus jornadas más inciertas tras la actuación en Madrid de los diputados Sergio Sayas y Carlos Adanero, quienes rompieron con las órdenes de Pamplona y votaron en contra de la reforma laboral. Crisis, sí. Sorpresa, no. 

Sayas y Adanero encarnan desde hace ya tiempo las posiciones más radicales dentro de UPN, un partido que a día de hoy busca las claves que le permitan mantenerse como la principal referencia de la derecha navarra en plena expansión de Vox y con el fantasma de su a veces socio, a veces rival, del Partido Popular respirando siempre cerca. 

Esa mezcla de factores ha sobrevolado este jueves el Congreso y ha terminado de desatar una nueva crisis interna en el partido, donde este jueves se esforzaron por encajar el golpe y, al mismo tiempo, transmitir una posición de firmeza ante el desaire de los dos diputados rebeldes.

En el ambiente político navarro confesaban este jueves que la posición adoptada por los representantes de UPN en Madrid no terminaba de sorprender. Sayas, que ejerce como portavoz del partido en el Congreso, se ha erigido en el rostro más claro de las posiciones de extrema derecha que anidan en este veterano partido regionalista. 

Sayas despierta simpatía en el entorno de la filial navarra de Vox, una formación que de momento no cuenta con representación en el Parlamento Foral y que se prepara de cara a las elecciones regionales de 2023. 

"Menudo esperpento hemos tenido hoy con el presidente de UPN, Javier Esparza. Ha querido salvar al soldado Sánchez a costa de hundir a las clases medias", afirmó en un video difundido a través de Twitter el presidente de Vox Navarra, Emilio Jiménez, quien evitó referirse a la actuación de los diputados rebeldes.

Adanero, por su parte, está hoy más cerca del PP (socio de UPN en Navarra Suma) y, de hecho, podría acabar formalmente en las filas populares. Se trata de un veterano político navarro que conoce las entrañas del partido desde los años años ochenta y que también se ha caracterizado por sus posiciones próximas al ala más dura.   

Viejas guerras

Los enfrentamientos vienen de atrás. En junio de 2020, Sayas encabezó una candidatura para liderar el partido. Perdió frente a Javier Esparza, quien este jueves le ha pedido que entregue el acta de diputado por romper con la disciplina interna. Y no solo eso: mientras en el Congreso ya se sabía que los dos diputados de UPN votarían en contra de la reforma laboral, en la sede del partido en Pamplona seguían sin saber lo que ambos tramaban.

El cocktail de desaire, traición y mentiras repercutió en el salón de plenos del ayuntamiento de Pamplona, donde el PSN se comprometió a apoyar unas modificaciones presupuestarias del Gobierno municipal y votar en contra de una iniciativa de reprobación del alcalde Enrique Maya (UPN).  

En una jornada plagada de sorpresas, la portavoz socialista en el ayuntamiento, Maite Esporrín, se enteró de que los dos diputados de UPN votarían en contra de la reforma laboral cuando ya había cumplido su palabra respecto a las modificaciones presupuestarias. Luego, en el turno de la reprobación del alcalde, el PSN rompió con lo acordado y permitió que la iniciativa saliese adelante.