Consolidar el "pilar social" es una de las prioridades del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de cara a la presidencia española de turno del Consejo de la Unión Europea. Para el líder del Ejecutivo es necesario en este sentido una apuesta firme por que paguen más quienes más tienen. Llevará, por tanto, asuntos como la necesidad de impuestos a las grandes fortunas o las grandes empresas. 

Sánchez ha presentado este jueves las líneas estratégicas que se marca su Gobierno para este semestre. Una cita que está marcada por el anticipo electoral previsto para el 23 de julio. Formalmente no peligran los actos programados y no deberían peligrar tampoco algunos expedientes ya en marcha. Pero a nivel político, la hipótesis de la entrada de PP y Vox preocupa tanto en Moncloa, obviamente, como en Bruselas. 

Respecto al asunto tributario, Sánchez ha sido claro en su discurso para "lograr una mayor justicia social y económica". Para el presidente, no basta con que el PIB europeo crezca, sino que tiene que servir para que se reduzca la desigualdad. "Debemos romper muchas cosas, esa tendencia observada de que las ganancias empresariales no siempre han servido para reducir la desigualdad", ha destacado. 

El presidente ha defendido la necesidad de "reforzar el Estado de bienestar". Para lo que hay que hablar de "justicia fiscal" y acabar con todas "esa vías de elusión fiscal de grandes fortunas y grandes corporaciones globales". Una evasión que, según Sánchez, significa el 1,5% del PIB europeo. "Lo mismo que Europa invierte en construir viviendas protegidas y proteger al medio ambiente", ha destacado. 

"¿Cómo podemos pedir a nuestros ciudadanos que paguen impuestos si estas corporaciones no lo hacen", se pregunta el presidente. "La presidencia española va a fijarse como objetivo acabar con esta injusticia", remató. 

Fuentes gubernamentales explican a Público que la apuesta concreta que ha resaltado Sánchez en materia fiscal se irá desarrollando durante los próximos meses. "Es una apuesta diferenciadora e importante", destacan al respecto. Es decir, la declaración de intenciones política debe aterrizarse todavía sobre el papel. Siempre y cuando los socialistas sigan en el Gobierno. 

Un cambio desde el pasado año

La apuesta de Sánchez por la justicia fiscal se ha acelerado especialmente en el último año y tras las elecciones en Andalucía del pasado 19 de junio de 2022. El PSOE obtuvo los peores resultados de su historia y días después comenzaron una serie de anuncios en materia fiscal.

Primero, un impuesto a las grandes eléctricas. Luego otro a las entidades financieras. Y finalmente un nuevo tributo a las grandes fortunas. Unas medidas que desde sus socios de Gobierno de Unidas Podemos llevaban tiempo reclamando. Y que en esos momentos valoraron de forma muy positiva, poniendo en valor el "cambio de rumbo" de Sánchez. 

En el marco de la negociación de los Presupuestos, ambos partidos pactaron el paquete de medidas fiscales con el mencionado tributo temporal a las grandes fortunas y menos presión a las rentas bajas. En UP se mostraron entonces muy satisfechos con la ambición de las medidas. Eso sí, continuaron reclamando una reforma integral permanente, una de las tareas pendientes de esta legislatura. 

Fue también muy comentada la intervención de Sánchez en el Foro Económico Mundial de Davos el pasado mes de enero. Pronunció allí una frase similar a la utilizada este jueves. "¿Cómo pedimos a los ciudadanos que aguanten la inflación mientras hay empresas que pagan cero impuestos?", dijo entonces. 

Con una campaña electoral a las puertas, la fiscalidad justa ha vuelto a situarse en primer plano. La vicepresidenta segunda y candidata de Sumar, Yolanda Díaz, reclama que el impuesto a las grandes fortunas sea permanente. Algo que Podemos también había puesto encima de la mesa meses atrás.

Por su parte, el PSOE incluyó la batalla pedagógica de la importancia de los impuestos en su programa del 28M frente al mantra de las bajadas generalizadas que defiende la derecha.