Pedro Sánchez parece que quiere entregar su alma a la militancia socialista, y así lo quiso exponer en Castellón, durante su primer acto de precampaña, tras anunciar el pasado sábado que aspirará de nuevo a la Secretaría General del PSOE.

Una y otra vez indicó que hay que dar más voz, más participación y más empoderamiento a los militantes del PSOE, llegando a defender que incluirá en los Estatuto del partido la obligación de consultar a la militancia los pactos de Gobierno, y que sea su decisión la que prime por encima del Comité Federal.

También anunció que recurrirá a oír a voz de los militantes en decisiones complejas que puedan causar debates complejos en el partido, como están haciendo en Europa otros partidos socialdemócratas.

Aseguro que se ha decidido a dar un paso al frente de nuevo porque está convencido de que el 39º Congreso será muy decisivo para el futuro del PSOE, llegándolo a comparar con el Congreso de 1979 donde tras un tenso debate los socialistas decidieron abandonar el marxismo y abrazar a la socialdemocracia.

En opinión de Sánchez, fue un acierto porque el PSOE supo “adaptarse” a la nueva realidad y recordó que, sólo tres años después de aquella dura decisión, llegó a La Moncloa. Para Sánchez, en este Congreso el partido tiene que “adaptarse” a una nueva realidad para regenerar el sistema político e institucional, y la militancia tiene que ser el motor de este viaje.

El acto dejó muy satisfecho al equipo de Sánchez, que cifró en casi un millar de personas las que acudieron a escuchar al líder socialista, con grandes muestras de afecto.