La crispación política ha sido objeto de debate en la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso. Tanto el líder del PP, Pablo Casado, como el portavoz adjunto de Ciudadanos en la Cámara Baja, Edmundo Bal, han interpelado al presidente sobre la polarización que se vive desde hace meses y que se ha agravado con la emergencia sanitaria del coronavirus.

Casado ha preguntado a Sánchez si considera que "salimos más fuertes de esta crisis", aunque ha comenzado su intervención acusando al líder del Ejecutivo de "ocultar la alerta" sanitaria y de "controlar las redes sociales, la prensa y el CNI" aprovechando el estado de alarma vigente. "Aquí, quien no alabe a Sánchez, crispa, aunque este Gobierno tenga las peores cifras del mundo y el Banco de España pronostique una caída del 15% del PIB".

"Menos mal que se iba a moderar e iba a centrar al PP en estas semanas", ha respondido Sánchez, en referencia a las declaraciones realizadas por el líder conservador el lunes. "Han errado uniéndose a la ultraderecha y utilizando el virus para hace caer un Gobierno legítimo y elegido por los españoles. Ahora que estamos todos convocados a la reconstrucción, ¿va a seguir en la bronca o va a sumarse a la unidad?", ha preguntado.

"Esa pregunta tendrá que responderla usted", ha contestado Casado, que le ha recordado que le ha ofrecido "una docena de pactos de Estado" a cambio de "romper con batasunos e independentistas". "La pelota está en su tejado", ha concluido su intervención el líder del PP. "El estado de alarma ha salvado 450.000 vidas, aunque hemos perdido la vida de más de 27.000 compatriotas; en el ámbito económico hemos aprobado el ingreso mínimo vital, los créditos ICO y los ERTE", ha respondido Sánchez.

"Hemos visto a una derecha y ultraderecha hacer un frente común para descabalgar a un Gobierno legítimo, utilizar el virus para demoler al Gobierno de España, con un fracaso estrepitoso. Si quiere la unidad, aquí está el Gobierno, si quiere bronca, ahí tiene a la ultraderecha", ha zanjado el líder del Ejecutivo.

El portavoz de Cs, Edmundo Bal, le ha preguntado a Sánchez directamente sobre qué piensa hacer el Gobierno para rebajar la crispación, y ha criticado algunas de las intervenciones de los miembros del Ejecutivo y de los diputados del PSOE en la Cámara: "Iglesias acusa de golpista a un grupo parlamentario y llama criminal al Gobierno de una comunidad autónoma, por no hablar de las intervenciones de la señora Lastra en este Congreso ¿No va usted a llamarles al orden? En esta Cámara hay grupos muy cómodos en la trinchera, pero es usted quien debe rebajar el tono", ha pedido Bal.

Sánchez evita hablar de recortes

Tras las interpelaciones de PP y Cs, el presidente también ha mantenido un debate con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, que le ha pedido que "sea claro con la ciudadanía" sobre si va a hacer recortes para ajustar el déficit ante una eventual petición de la Unión Europea en este sentido: "¿Va a aplicar recortes públicos y sociales, recetas de austeridad? Le pido claridad; la ciudadanía se merece que le digan la verdad".

Sánchez no ha querido rechazar de forma expresa que se vayan a perpetrar recortes, y le ha pedido a Aizpurua "contextualizar el debate": "La situación con un 10% en el déficit público la tendremos que atajar en el futuro, y el Gobierno apuesta por reformas fiscales y creación de empleo", ha respondido.

"Le he pedido claridad y no me la ha dado. Ustedes han afirmado que en esta crisis no sucedería como en 2008, que no se apostaría por la misma receta. Se apunta ya a un plan de ajuste, recortes, para contentar a Europa. Si hoy no es claro y no toma el compromiso ante esta Cámara, entenderemos que esos recortes están sobre su mesa", ha advertido Aizpurua.

El líder del Ejecutivo ha subido el tono y se ha referido a la pregunta de la portavoz de Bildu como a "un debate interesado para una pregunta preelectoral de elecciones en el País Vasco". "El Gobierno está en dar una respuesta positiva a esta crisis", ha zanjado.