OVIEDO.- El proyecto político del profesor universitario Pablo Iglesias puede hacerse con mucho poder en Asturias tras las elecciones del 24M. Porque sus marcas locales condicionan a estas horas muchas alcaldías: es probable que se haga con la de la capital; negocia la de Gijón; tiene en su mano la de Langreo (epicentro del minero Nalón); y hasta podría influir en la elección del Gobierno autonómico... Aunque también podría estrellarse.

Podemos es aquí una formación política de Primera División, en detrimento de Izquierda Unida, que (aunque salvó los muebles el 24M) quedó como invitada de piedra en las conversaciones para la constitución de los poderes locales, donde es mejor que esté pero en los que no ha logrado ser relevante en todos los casos.

La hegemonía de IU es total en las Cuencas Mineras, donde gobernará las dos por acción u omisión de las candidaturas populares (Mieres es suya y Langreo se la van a dar), ya que el PSOE carece de crédito allí tras trascender el enriquecimiento opaco de José Ángel Fernández Villa, que fue durante décadas líder del todopoderoso SOMA.

Guerra regional y batallas locales

En Asturias, habrá batalla por el Ejecutivo Autonómico entre dos Fernández: el socialista Javier, que ganó por mayoría simple; y la popular Mercedes Cherines, que trabaja para desbancarle con una mayoría absoluta (para la que espera el apoyo del Foro de Álvarez Cascos, a quien ha ofrecido sus concejales en Gijón).

Todo indica que Podemos gobernará Oviedo y expulsará al PP tras cinco mayorías absolutas, con la alcaldesa Ana Taboada al frente de un tripartito con PSOE e IU; y que puede hacerse con la segunda ciudad si el PSOE impide que siga la forista Carmen Moriyón, para lo que su cabeza de lista, Josechu Pérez, debería apoyar a su rival Mario Suárez Fueyo.

En Avilés no es difícil que gobierne para los socialistas la exdiputada Mariví Monteserín y las Alcaldías de Langreo y Mieres serán para las huestes de Izquierda Unida, que han dado la bienvenida de vuelta al excoordinador general Gaspar Llamazares y, sobre todo, han dado crédito a sus candidatos locales.

Ana Taboada y los candidatos de Somos Oviedo. / SOMOSASTURIES.INFO

Más derecha y más izquierda

Asturias es diferente de otras comunidades autónomas porque aquí los socialistas no están sólo desacreditados por lo que suponga Ferraz, sino por el descrédito genuinamente local de los mineros que durante décadas mangonearon la FSA (a partir del enriquecimiento oculto de su líder Villa, conocido recientemente); y la derecha no tiene por qué castigar sólo al PP por sus males, ya que tiene aquí al partido fundado por Francisco Álvarez Cascos, que fracasó estrepitosamente como presidente en su año escaso de mandato.

Podemos tiene al alcance de la mano muchos poderes de Asturias, aunque con el concurso, la decisión y el sudoku electoral de muchas fuerzas distintas; así que habrá que ver si le salen todas bien, o si alguna ayudará a impedir la llegada a la Moncloa de Pablo Iglesias.

Porque la región es uno de sus principales caladeros de votos, pero dejará de serlo si sus hombres de aquí permiten cualquier gobierno de derechas. Para el electorado de Iglesias el objetivo a batir es cualquier opción conservadora, aunque sus dirigentes prefieren expulsar a la llamada casta (en la que incluyen a socialistas jóvenes, pero no a las gentes de IU... Curiosamente, aunque muchas de éstas cuentan en décadas su tiempo en cargos públicos).