La centenaria revista Time ha dedicado un extenso artículo a la ministra de Igualdad Irene Montero. En él, se analiza su figura política así como las furibundas críticas que reciben sus medidas desde los ámbitos más reaccionarios. Además, la publicación asegura que desde su llegada al Gobierno en 2020 España "se ha consolidado entre los países más feministas de Europa".

"Su ministerio ha tomado medidas para combatir las crecientes tasas de violencia doméstica e introdujo una legislación que amplía los derechos LGBTQ, protege la salud reproductiva y hace que el consentimiento sea el factor determinante en los casos de agresión sexual", detalla el artículo.

Una serie de logros políticos que, tal y como explica Lisa Abend, autora del análisis, han suscitado una fuerte resistencia que viene motivada en gran medida por la ambición transformadora de Montero: "Cuando se trata de política social, la innovación y la reacción a menudo están entrelazadas", lamenta la periodista.

Abend analiza hasta qué punto las reformas promovidas por el ministerio que lidera Montero y la resistencia que están generando en diferentes sectores de la sociedad podrían amenazar la estabilidad de la coalición de Gobierno. 

"¿Es la crisis un signo de divisiones insalvables entre la España progresista y feminista que imagina Montero y una realidad conservadora y patriarcal que sigue arraigada? ¿O es una lección sobre los peligros de aplicar la ideología a la sociedad en general?", se pregunta la analista.

La publicación estadounidense también aborda las repercusiones que ha tenido la ley del solo sí es sí. Una reforma que –subraya el artículo– "ha suscitado tanto elogios exultantes como duras críticas". 

Time publica extractos de una entrevista realizada a finales de enero en la que la ministra parece resumir sus ambiciones en el cargo: "Sin duda, creo que la función del gobierno es consolidar en la política pública los derechos que el movimiento feminista, que las mujeres, están ganando".

"Como gobierno, tenemos que tomar una decisión: ¿vamos a atrevernos a ser parte del impulso democratizador que viene del movimiento feminista y de la sociedad civil, o vamos a mantener una actitud más cobarde o conservadora?", se pregunta.