La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) ha finalizado los trabajos arqueológicos que han dado lugar a localización de los restos óseos de tres víctimas de la represión franquista en una fosa común del cementerio de Cabeza la Vaca (Badajoz).

Hace escasas fechas se han cumplido 85 años del asesinato de las tres primeras víctimas de la represión franquista en esa población, Manuela Baliñas, Encarnación Moya y Margarita Pizarro, el 26 agosto de 1936, ha informado este martes la ARMHEX en un comunicado.

Durante la ejecución del proyecto se ha procedido a la realización de varios sondeos arqueológicos, por medios mecánicos y manuales, a continuación de la zona donde fue localizada una fosa común en una actuación previa en el año 2011.

"En esta ocasión se ha localizado una fosa común que contiene tres cuerpos en conexión anatómica enterrados juntos, parcialmente superpuestos, por lo que todo parece indicar que se trata de otras tres víctimas de la represión", ha explicado la asociación.

Además, se han hallado evidencias de la presencia de otros posibles enterramientos colectivos en esta zona "que podrían responder a la misma naturaleza", ha adelantado la ARMHEX.

Los enterramientos localizados se encuentran al interior de una gran zanja de unos 25 metros de longitud por tres metros de anchura, practicada en un sustrato geológico de roca pizarra, donde se alternan las inhumaciones ordinarias en caja, pertenecientes a personas cuya muerte no está relacionada con los hechos investigados, junto con enterramientos clandestinos fruto de la represión.

En la misma zanja se ubica una sepultura en tierra con lápida fechada el 5 de octubre de 1936, por lo que las evidencias halladas hasta el momento apuntan a que este podría ser el lugar utilizado para enterrar a la mayoría de las personas asesinadas en la localidad, ha señalado la asociación.

Cabeza la Vaca fue ocupada el 26 de agosto de 1936 por fuerzas rebeldes al mando del capitán de la Guardia Civil Ernesto Navarrete.

Durante el tiempo que Cabeza la Vaca estuvo bajo el control republicano no hubo víctimas de derechas, según la asociación, pero tras la toma de la localidad por los rebeldes dejó un mínimo de 36 víctimas, al menos cuatro de ellas mujeres.