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El reparto de escaños pone a prueba la 'amistad' entre el PP y Ciudadanos antes de votar la investidura de Rajoy

La antigua Convergéncia recurre a una norma de hace 30 años para disponer de más tiempo en sus intervenciones en los debates parlamentarios para no colapsar el reparto interno en el grupo Mixto

Propuesta de distribución de los escaños del Hemiciclo del Congreso de los Diputados presentada por el Grupo Mixto.

JUAN ANTONIO BLAY

MADRID.- La solidez de la buena sintonía entre el PP y Ciudadanos se pondrá a prueba antes del debate de investidura de Mariano Rajoy, previsto para el martes de la próxima semana; incluso antes de que concluyan las intensas conversaciones que mantienen ambas formaciones políticas para unir sus votos en apoyo del candidato conservador. La ocasión será este martes en la reunión que mantendrá a mediodía la Mesa del Congreso de los Diputados.

El órgano de dirección de la cámara, que preside la popular Ana Pastor, debe tomar una decisión sobre el reparto de los escaños del hemiciclo entre los distintos grupo parlamentarios. Pese a que las bancadas mayoritarias están ya distribuidas no hay acuerdo entre dos grupos medianos para ubicar a sus diputados: los 32 de Ciudadanos y los 19 del grupo Mixto.

Esta disputa ha provocado que la reunión de la Mesa se haya retrasado diez días con el propósito de que ambas partes se pusieran de acuerdo. Pero no ha sido así y a última hora de la tarde del miércoles las divergencias entre ambos grupos se mantenían, por lo que la Mesa deberá tomar inexorablemente una decisión este jueves.

El martes próximo está convocado el pleno del Congreso de los Diputados para iniciar la sesión de debate y votación de la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Y, claro, los escaños deben estar ya distribuidos para el resto de la legislatura. La presidenta Pastor quería evitar que la Mesa tuviese que dirimir las divergencias, pero finalmente deberá hacerlo.

Una vista general el Pleno del Congreso. REUTERS / Juan Medina

Una vista general el Pleno del Congreso. REUTERS / Juan Medina

Esta situación pondrá en un brete a los tres miembros del PP en la Mesa que, junto a los dos que tiene Ciudadanos, conforman la mayoría resultante del acuerdo alcanzado entre ambas formaciones para evitar una mayoría de izquierdas en este órgano de dirección. Sin embargo, fuentes parlamentarias consideran “más razonable” la propuesta del grupo Mixto que la oposición de Ciudadanos.

En síntesis, la presencia de los ocho diputados de la antigua Convergéncia Democràtica de Catalunya eleva a 19 el número de miembros del grupo Mixto, por lo que le convierte en el quinto grupo de la cámara, por encima de ERC y PNV. En el grupo también están los cuatro parlamentarios de Compromís, por lo que ambas formaciones pretenden ocupar un espacio más relevante en el centro del hemiciclo, lejos del tradicional “gallinero” en el que se sitúa este grupo multipartidista de la cámara.

Los diputados de Ciudadanos, con su líder Albert Rivera, sentados en el Hemiciclo del Congreso en la primera sesión del parlamento salido de las elecciones del 26-J. REUTERS

El grupo Mixto exige dos salidas al pasillo de la derecha del queso central del hemiciclo, una propuesta que resta a la formación naranja presencia en esa zona central, considerada muy mediática en los planos de televisión. En consecuencia, Ciudadanos se opone frontalmente.

Por lo tanto, Ana Pastor debe decidirse entre apoyar a sus ahora socios de la formación naranja (uno de sus miembros, Ignacio Prendes, es el vicepresidente primero de la Cámara baja) o acceder a la petición del grupo Mixto. “En el PP hay voluntad de no seguir castigando a los diputados convergentes tras negarles el grupo parlamentario”, indican a Público fuentes parlamentarias conocedoras del estado de situación de este espinoso asunto.

La Mesa también deberá pronunciarse sobre otra cuestión que afecta al grupo Mixto. Los ocho diputados del antiguo grupo catalán han solicitado a la presidenta de la Cámara que les permita constituirse en agrupación de diputados dentro de este peculiar grupo parlamentario. Se trata de una norma que se utilizó por primera, y única, vez en la III Legislatura, hace ahora exactamente 30 años.

Entonces el presidente de la cámara, el socialista Félix Pons, promulgó una resolución, el 11 de septiembre de 1986, por la que se creaba la figura de la agrupación de diputados dentro del grupo Mixto en aquella legislatura. A esa figura se acogieron los 32 diputados del Partido Demócrata Popular (PDP) y los 12 de Partido Liberal (PL). Estas formaciones habían concurrido a las elecciones de marzo de ese año junto a Alianza Popular (AP) bajo la marca Coalición Popular y poco después quedó rota por divergencias internas.

Mariano Rajoy conversa en su escaño con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. REUTERS

Mariano Rajoy conversa en su escaño con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. REUTERS

Ahora, los diputados convergentes quieren recuperar aquella figura que permitió a esas dos agrupaciones de diputados, pese a estar integradas formalmente en el grupo Mixto, a disponer a tres cuartas partes del tiempo de intervención que le corresponde a un grupo parlamentario constituido como tal. En este caso, el tiempo “añadido” que se los ex convergentes solicitan a la presidenta Pastor mediante esa figura de la agrupación no es tan elevado, según las fuentes consultadas. “Se trata de que dispongan de unos minutos fijos adicionales (se estima que al menos tres) a los que les corresponderían por el reparto interno de los tiempos asignados a cada grupo parlamentario”, según explican las citadas fuentes parlamentarias.

En este punto, agregan las fuentes, se espera que haya “alguna compensación con la antigua Convergéncia por parte del PP en previsión de futuras situaciones políticas en la cámara, sobre todo teniendo en cuenta que esta formación política ha quedado muy relegada al quedar privada de un grupo parlamentario propio”.

La decisión se encuentra en manos de la presidenta Ana Pastor, muy presionada por la oposición que en estos dos puntos mantiene Ciudadanos. Los otros dos grupos presentes en la Mesa, PSOE y Podemos, se muestran inclinados a respaldar la propuesta de los parlamentarios catalanistas, al menos en lo concerniente a la distribución de escaños, apunta las citadas fuentes.

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