MADRID.- El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy y el líder del PSOE Pedro Sánchez, se han reunido durante poco más de una hora en el Congreso de los diputados sin que el líder del PP haya conseguido convencer al líder socialista para que se abstenga en la votación de investidura. Pero Sánchez había llegado este martes a la cita sin ninguna voluntad de abrir una mesa de negociación porque cree que no hay nada que negociar al tener su grupo decidido que votará "no" en la primera y en la segunda vuelta de la sesión en la que Rajoy aspira a la reelección.

Está previsto que en breve el líder de los socialistas ofrezca una rueda de prensa en la Cámara Baja. Sin embargo, no está anunciada ninguna comparecencia del jefe del Ejecutivo.

Dos horas antes de este encuentro, Rajoy había emplazado a Sánchez a ser "responsable". También ha proclamado que "es la hora de la responsabilidad, una responsabilidad que nos exige a todos pensar en el bien de España y de los españoles por encima de todas las cosas". Según Rajoy, España "no puede estar ni un minuto más en funciones" y ha subrayado que se necesita ya un Ejecutivo para dar "nuevos y vigorosos estímulos a la recuperación y al empleo" porque una recuperación "a medias llevaría a perderlo todo".

Los dos han posado sonrientes para las cámaras antes de empezar el encuentro, que se celebra en la antesala del comedor de gala de la Cámara Baja, donde han tenido lugar otros encuentros entre ambos, y se han dado dos largos apretones de manos, primero de pie y después ya sentados. Mientras Sánchez va vestido con traje oscuro y corbata azul, Rajoy lleva un pantalón gris marengo, americana azul y corbata roja.

Es la primera reunión que el líder del PP mantiene después de que el rey le propusiera como candidato tras la ronda de consultas que concluyó el pasado jueves.

"Lo posible y lo imposible"

Rajoy ha afirmado antes de la reunión que los ciudadanos han pedido "claramente un gobierno que cuente con el apoyo de las grandes fuerzas constitucionalistas" en referencia a Sánchez. Además, ha señalado que es "mucho más" lo que les une y no lo que los separa. "Tengamos eso presente eso antes de sentarnos a hablar y a negociar", ha enfatizado, para añadir que él hará "lo posible y lo imposible" para que España tenga ya un gobierno.

El presidente del Gobierno tiene intención de entregar al líder del PSOE un nuevo documento programático con las coincidencias que hay entre las medidas del PP y las que se incluyeron en el pacto que firmaron los socialistas con Ciudadanos en febrero. Sería la base para empezar a negociar con el fin de llegar a tiempo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado del próximo curso y los objetivos de consolidación fiscal que tiene que fijar la UE.

Rajoy pretende hacer ver a Sánchez la disposición a abordar todos los asuntos, desde donde hay más sintonía, como la defensa de la legalidad ante el desafío soberanista o la lucha contra el terrorismo, a otros donde hay más discrepancias, como la reforma laboral.

Ante la oferta del PP, Sánchez reiterará la postura de su partido de votar en contra de la investidura y de rechazar una negociación, a pesar del llamamiento del expresidente del Gobierno Felipe González a que el PSOE se abstenga para facilitar la formación de gobierno. El secretario general socialista insistirá en que Rajoy tiene que buscar los apoyos en Ciudadanos, PNV y Convergència y no en el PSOE, que, como alternativa y primera fuerza de la oposición, no puede favorecer las aspiraciones del PP.

Ante "la intencionada ambigüedad y las contradictorias declaraciones" de los últimos días por parte de Rajoy y de otros cargos del PP, Sánchez quiere oír hoy "respuestas claras" sobre si se presentará a la investidura, si lo hará aunque no tenga apoyos, si está dispuesto a volver a rehuir el encargo del rey, si está abierto a alcanzar acuerdos con partidos nacionalistas conservadores para la investidura o si comparecerá en el Congreso cuando se firme el auto de procesamiento del PP por el borrado de los discos duros de los ordenadores que utilizó el extesorero del PP Luis Bárcenas. También le va a preguntar si, junto a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha acordado la fecha del debate de investidura y si no lo ha hecho, qué plazos baraja.

La de este martes va a ser la cuarta reunión que Rajoy y Sánchez mantienen sobre la formación de gobierno desde las elecciones del 20 de diciembre. La primera fue tres días después de los comicios en el Palacio de la Moncloa, a iniciativa del presidente del Gobierno. El segundo encuentro fue promovido por Sánchez el 12 de febrero en el Congreso, en su ronda con los dirigentes de los partidos para intentar lograr su investidura. La frialdad de aquella cita, que apenas duró media hora y en la que no se estrecharon la mano ante los medios, se suavizó en la última reunión mantenida, el pasado 13 de julio, en la que recuperaron la cordialidad en las formas.

El PP se muestra muy escéptico con las reuniones de este martes y miércoles. Consideran que el objetivo real de Pedro Sánchez no es facilitar que haya un gobierno del PP, sino lograr que Mariano Rajoy pierda la investidura y tener él mismo una oportunidad para conformar un gobierno de izquierdas.

Aun así, algunos dirigentes conservadores dicen tener la esperanza de que cuando Ciudadanos vea más cercana la posibilidad de que haya un gobierno del PSOE con Podemos, dé un giro y pase de la abstención al "sí" al PP, algo que creen que podría facilitar las cosas para que hubiera un Gobierno popular. No obstante, se muestran pesimistas ante lo que pueda suceder en las próximas semanas.