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Rajoy se blinda en el PP ante la posibilidad de otra debacle en las elecciones de mayo

El presidente del Gobierno insiste en que se presentará a las generales sean cuales sean los resultados de autonómicas y municipales. La vicepresidenta y Arriola acumulan el grueso de las críticas por el hundimiento de Moreno en Andalucía

Mariano Rajoy junto a su asesor más próximo, Pedro Arriola.

MADRID.- Si de algo puede alardear Mariano Rajoy es del enorme poder que acumula y los suyos le reconocen. Un poder que comenzó a gestarse en 2011, tras los resultados abrumadores en las dos convocatorias electorales de hace cuatro años. En las autonómicas y municipales y en las generales, el PP lograba resultados inéditos, tiñendo el mapa de España del llamado azul-gaviota con la acumulación de gobiernos conservadores locales, autonómicos y centrales. Por ganar, un PP en racha bajo el liderazgo de Rajoy ganó en Andalucía en 2012, aunque Javier Arenas no pudiera gobernar al quedarse a cinco escaños de la mayoría absoluta y alcanzar un acuerdo de Gobierno PSOE e IU.

"Ahora, hay una alternativa real al PP que va como una bala", aseguran los conservadores en referencia a Ciudadanos

En el PP, sin embargo y a pesar del optimismo que su jefe de filas mostró en el Comité Ejecutivo del lunes, ha cuajado el pánico por los resultados de las elecciones en Andalucía. No se trata de una pérdida de votos sin más, razonan los conservadores. "Es que ahora, hay una alternativa real al PP que va como una bala", alertan en referencia a Ciudadanos.

Rivera (C`s) obtuvo 400.000 votos y el PP perdió medio millón, un trasvase "de libro" que no previó Pedro Arriola

La formación de Albert Rivera obtuvo 400.000 votos el domingo y el PP de Moreno perdió 500.000, un trasvase "de libro" que no previó ni Pedro Arriola con sus sondeos internos ni la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con su insistencia en que Moreno tenía que ser el candidato por encima del de María Dolores de Cospedal. La número dos del Gobierno y el asesor personal de Rajoy han sido las dos dianas principales de los dardos internos lanzados por los críticos del PP con el proceso andaluz.

Rajoy, sin embargo, en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional en la sede de la calle Génova -y en ausencia de doce presidentes regionales de los 13 que tiene el PP- prefirió ningunear los resultados de Ciudadanos y apeló al desgaste electoral de los partidos que están en el Gobierno, aunque el PP andaluz obtuvo -recordó- 300.000 votos más que el PP en Andalucía con las europeas.

Se ha instalado el convencimiento de que la 'marca PP' y la 'marca Rajoy' cotizan a la baja

Las caras largas de los presentes en la reunión de la calle Génova, las protestas de Esperanza Aguirre en Telemadrid culpando de la derrota al dedazo con el que fue elegido Moreno -La Moncloa le respondía horas después, por boca de José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, que esos dedos "son los mismos" que la eligieron a ella-; la autocrítica que sí hicieron los barones del PP desde los lugares donde se encontraban o el reconocimiento de un resultado "infinitamente peor de lo esperado" por parte del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, o del de Industria, José Manuel Soria -ambos amigos personales de Rajoy-, reflejan el desacuerdo del PP con el optimismo de su presidente.

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, acompañado por el líder nacional, Albert Rivera, durante su comparecencia tras conocerse el resultado final de las elecciones andaluzas./EFE- Raúl Caro

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, acompañado por el líder nacional, Albert Rivera, durante su comparecencia tras conocerse el resultado final de las elecciones andaluzas./ EFE-Raúl Caro

Además de que C's se ha convertido en la "alternativa" al PP -un hecho sin precedentes-, se ha instalado en el partido el convencimiento de que, junto al desgaste por la crisis y los recortes, la marca PP cotiza a la baja, "pero la marca Rajoy, también". No basta con el discurso económico, con el discurso del miedo a los nuevos partidos, con la estabilidad que dicen que proyecta el PP o con la experiencia de la que pueda alardear Rajoy frente a los jóvenes candidatos del resto de partidos, salvo UPyD. La formación magenta de Rosa Díez que, precisamente, también atraviesa una crisis de liderazgo tras perder gran cantidad de apoyos el 22-M y quedarse lejos de entrar en el Parlamento andaluz. El PP ha perdido la conexión con sus electores, que no encuentran atractivo ni su mensaje ni a su líder; la valoración de Rajoy en las encuestas es la peor de todos los dirigentes políticos.

El mensaje: Rajoy se queda

Con estas perspectivas tan poco halagüeñas, que se trasladan desde un punto y el opuesto del partido, el PP contempla con temor el panorama que se le abre ante las próximas elecciones, las municipales y autonómicas del 24 de mayo. ¿Qué pasa si se repite la debacle del domingo? ¿Van los conservadores a lanzarse de cabeza a las elecciones generales con los mismos mimbres e ignorando el aviso de sus votantes? La posibilidad de sustituir a Rajoy en cinco o seis meses es "complejísima", reconocen en el PP, "y probablemente, un suicidio. Pero se enviaría un mensaje claro: hemos escuchado  a la gente". 

El presidente del Gobierno, sin embargo y escarmentado por conspiraciones que tratan de arrebatarle la silla cuando las cosas van mal, está dispuesto a presentarse a las generales sea cual sea el resultado del 24-M. Y ése es el único mensaje a trasladar desde el PP y desde La Moncloa.

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