Las negociaciones para formar Gobierno se celebran a varias bandas. Pedro Sánchez tiene que lograr amarrar los apoyos necesarios para su investidura. La clave es especialmente Junts y encajar las peticiones que enumeró Carles Puigdemont. Al mismo tiempo, el PSOE necesita armas un buen acuerdo con Sumar, sus socios de coalición. Y reeditar pactos con fuerzas como PNV, EH Bildu, ERC y BNG. 

En este contexto se ha producido cierto revuelo, más externo que interno, en las filas del PSOE a cuentas de la ley de amnistía que exigen los partidos independentistas catalanes. La dirección socialista en Ferraz, también en Moncloa, se ve legitimada para seguir dando pasos en favor de la convivencia en Catalunya. 

Uno de los mecanismos con los que cuenta el PSOE para esta reafirmación es la consulta a sus bases. Esta misma semana, la ministra portavoz del Gobierno en funciones, también miembro de la Ejecutiva socialista, Isabel Rodríguez, dejó el siguiente mensaje: "El PSOE, para más garantías, tiene una serie de procedimientos internos, de trabajos para conformar esa posición por la que pasarán todas estas decisiones y por la que podrán expresarse todos los militantes tengan la condición que tengan". 

Estas palabras no significan que los socialistas vayan a hacer una consulta propiamente dicha sobre un pacto con Puigdemont. De hecho, es una opción que a día de hoy parece completamente descartada según las fuentes consultadas por Público. Para justificarlo se encuentran los estatutos del partido, las normas internas de funcionamiento interno de los socialistas. 

En esos documentos, y así lo confirman en Ferraz, solo se establece la obligatoriedad de realizar consultas a la militancia "sobre los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE o sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el gobierno a otro partido político".

Es decir, el PSOE solo tiene previsto en su reglamento consultar a sus bases el acuerdo general completo con Sumar, cuando esté cerrado. Un mecanismo al que ya recurrió en 2019 para que su militancia ratificara el pacto de Gobierno con Unidas Podemos, avalado por más del 92% de los participantes. 

Sí que parece más cercana la opción de que sea el Comité Federal del PSOE, máximo órgano entre congresos y compuesto por más de dos centenares de dirigentes, quien avale los pasos dados por Sánchez y el equipo negociador. Todo llegará cuando toque, según explican desde la dirección de los socialistas. 

Sumar y los diferentes partidos

En Sumar, liderado por Yolanda Díaz, la situación es más compleja a día de hoy. Forman parte de la coalición un gran número de partidos. Tras las elecciones generales del pasado 23 de julio obtuvieron representación parlamentaria un total de siete fuerzas políticas aparte de la matriz principal de Sumar: Podemos, IU, En Comú, Más País, Compromís, Chunta Aragonesista y MÉS per Mallorca. 

Fuentes de Sumar destacan que su formación política como tal sigue en construcción, por lo que no tienen todavía habilitados los mecanismos de consulta a la militancia. Una hipotética consulta está, por tanto, en el aire en estos momentos. 

De todas las fuerzas políticas que componen la coalición, únicamente IU y Podemos tienen obligatoriedad de consultar a la militancia sus acuerdos de Gobierno según sus estatutos y documentos organizativos. Lo hicieron también en 2019, cuando formaban parte de la coalición Unidas Podemos. 

"¿Estás de acuerdo con que participemos en un Gobierno de coalición en los términos del preacuerdo firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?", fue, por ejemplo, la pregunta que hizo Podemos a sus bases en aquella ocasión. El 97% de los participantes dieron su voto favorable. 

El resto de formaciones, según confirman a Público fuentes de todas ellas, no tiene fijada esa obligatoriedad. En Más País no la tienen, aunque sí consultaron a la militancia si participar en Sumar la pasada primavera. 

En Compromís destacan que el partido tendrá su propia negociación y en base a eso sus diputados votarán. La formación valenciana nunca ha hecho una consulta a la militancia sobre un acuerdo de Gobierno. Sí que la hicieron para presentarse en coalición con Más País en 2019. En su caso, debe aprobarse por las ejecutivas de los partidos y ratificarse en los máximos órganos entre congresos, el Consell Nacional del Més i la Mesa Nacional de Iniciativa. 

Una situación parecida se da en la Chunta Aragonesista. Sus acuerdos de Gobierno tendrán que ser ratificados en el máximo órgano entre asambleas, el denominado Comité Nazional. Igual que ocurre en MÉS, que debe ratificar sus acuerdos en el Consell Nacional con sus representantes. 

En Sumar ya han repartido las portavocías adjuntas, con un malestar en IU y Podemos, que se han quedado fuera de ellas. Aparte, Podemos ha pedido abiertamente que Irene Montero vuelva a ser ministra de Igualdad. Mientras, en Sumar aseguran que las conversaciones para el acuerdo con el PSOE avanzan. Entre medias quedan todavía unas cuantas semanas para ver el resultado final y si todas las piezas del puzzle encajan.