La investidura de Pedro Sánchez es inminente. Así lo continúan transmitiendo desde el PSOE. En las filas socialistas todavía no se atreven a cerrar de forma definitiva una fecha aunque todos los indicios apuntan a que será la próxima semana. Lo que sí parece más claro, salvo un descarrilamiento que nadie espera, es que se abren a la posibilidad de registrar la ley de amnistía antes de la sesión y que además cuente con la firma del resto de sus socios parlamentarios.

Desde la dirección del PSOE en Ferraz se recuerda desde hace unos días que son 56 diputados los que piden esta ley. Es decir, tanto Junts como ERC, además de Sumar, EH Bildu, PNV y BNG. Esperan, señalan las fuentes consultadas, que lo "lógico" es que haya "consenso" para ese registro.

El partido que lidera Carles Puigdemont exigió en un primer momento que esta ley de amnistía, que ya defienden sin tapujos desde el PSOE, se aprobara antes de la investidura de Sánchez. Los socialistas descartaron esa posibilidad por los propios tiempos parlamentarios. Pero las negociaciones han culminado en un punto medio. La ley se registrará antes de la sesión de investidura y se tramitará ya con el Gobierno constituido.

No hay nada cerrado, insisten en todo caso desde el PSOE. "Cuando se pacte todo, se explicará", señalan. Pero todas las fuentes consultadas indican que es "probable", o al menos es la intención en el partido, que Francina Armengol anuncie la fecha de investidura el jueves o viernes. Antes tendrían que visibilizarse los acuerdos. El jueves será "un día intenso", según la dirección socialista en Ferraz. "A partir del domingo, cualquier día es bueno", destacan en la cúpula de Ferraz sobre la fecha de investidura.

Los socialistas se defienden de las críticas de la derecha sobre la foto de su secretario de organización, Santos Cerdán, con Puigdemont en Bruselas. "Creemos en la democracia y en los reencuentros. Los gobiernos siempre tienen que dar un paso más", señalan voces autorizadas en el PSOE.

La reunión, explican las mismas fuentes, duró una hora y la foto "estaba pactada" con Junts. Cerdán y Puigdemont hablaron no solo de investidura sino de legislatura. Sánchez quiere la máxima estabilidad posible y busca un acuerdo global que se la garantice. También se habló "de fechas" con el expresident de Catalunya, pero sin cerrar ninguna opción definitiva.