La crisis del Govern generada por la salida de Junts que han decretado las bases del partido ha agrietado el Ejecutivo catalán pero no hay peligro de derrumbe. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, tiene ya la garantía del PSC y En Comú Podem de que a corto y medio plazo apuntalarán cualquier medida primordial para la estabilidad del Govern y evitar de esta manera la convocatoria de elecciones. 

Este sábado, el president ultima el nuevo Consell Executiu que será de Esquerra en solitario, pero con fuerte presencia de miembros independientes afines a otros espacios independentistas o de En Comú Podem. Hay que recordar que los 33 escaños de Esquerra son muy insuficientes para gobernar, pero que el PSC dispone de otros 33 diputados y junto a los 8 de En Comú Podem suman una holgada mayoría absoluta de 74 diputados respecto a los 68 necesarios.

La predisposición de socialistas y comuns es recibida en el Palau de la Generalitat con alivio, por un lado, por lo que representa de estabilización, pero también con la prevención de un caramelo que puede estar envenenado.

La salida de Junts no solo ha certificado la ruptura del frente independentista del llamado 52% que conforman los juntaires con Esquerra y la CUP. Ahora, además, el independentismo queda inmerso en una dura pugna interna, una verdadera guerra civil que tendrá consecuencias insospechadas en el futuro en el mapa político catalán.

La tensión entre los tres partidos subirá de tono tanto en las instituciones como en la calle, donde se ha hecho imposible la realización de cualquier acto conjunto. Y la aproximación de la izquierda no independentista a Esquerra ahonda en esta ruptura y puede perjudicar a los republicanos que ven en la supeditación aritmética parlamentaria a los socialistas un peligro a evitar.

Las dudas de los presupuestos

Este temor ha llevado a dirigentes republicanos a recordar en las últimas horas que "los presupuestos se pueden prorrogar". Una maniobra que evitaría la imagen de la aprobación de la principal ley de la legislatura con un nuevo tripartito que formarían ERC, PSC y los comuns. Una idea que socialistas y comuns rechazan y que califican de "irresponsable".

Para la consellera de la presidencia, Laura Vilagrà, "la prórroga de los presupuestos no es el escenario óptimo, pero hay que recordar que disponemos de los presupuestos del año pasado que eran unos buenos presupuestos y se podría gobernar con ellos porque los recursos están". Reconoce que lo mejor sería disponer de las nuevas cuentas aprobadas pero insta a "esperar a que el nuevo conseller o consellera tome las riendas del Departament d'Economia". Además, asegura que hará falta remodelar el trabajo que ya ha dejado muy avanzado el hasta ayer conseller de Economia, Jaume Giró. Y que a partir de ahí continuarán las negociaciones para conseguir "el apoyo más plural posible, somos conscientes de la dificultad pero hay que intentarlo". Desde Junts ya se ha dejado claro que difícilmente darán apoyo a los presupuestos después de la ruptura "cualquiera que sea la versión que llegue al Parlament".

El presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, ha sido más explícito y ha descartado nuevos acuerdos con los socialistas, al día siguiente de que Junts decidiera romper con el Govern: "Es evidente que el PSC no está comprometido con el fin de la represión", ha asegurado Junqueras en una rueda de prensa de este sábado a mediodía, en la sede de los republicanos. Preguntado por si cree que ERC puede gobernar lo que resta de legislatura en solitario, Junqueras ha subrayado que, si el país les "ayuda", el partido es "capaz" de hacer "cosas extraordinarias". También ha apuntado que los presupuestos del Govern se pueden prorrogar si no hay suficientes apoyos en el Parlament, y ha sorteado valorar las críticas de Junts: "No estamos aquí para hablar de partidos que pelean".

Los comuns apoyan sin fisuras; los socialistas, a la espera

En Comú Podem es el grupo de la oposición que apuesta más fervorosamente por la continuidad del Govern y por aprobar unos nuevos presupuestos. Según el diputado de los comuns David Cid, en declaraciones a Catalunya Ràdio, "es urgente un Govern que gobierne y que ponga en el centro las necesidades de la gente". Cid apuesta por una "nueva etapa" en la gobernabilidad de Catalunya y asegura que esta solo pasa por "una mayoría progresista". "ERC debe demostrar si es capaz de dotar de estabilidad al país", afirma el dirigente de En Comú Podem.

Los comuns no han recibido ninguna llamada de Aragonès para sondear su incorporación al Govern, pero Cid afirma que "lo relevante no es qué Govern se forma sino para hacer qué". La apuesta de los comuns por aprobar los presupuestos es clara. Para el parlamentario, "prorrogar los presupuestos sería irresponsable. Es muy importante poner a Catalunya en marcha como piden los agentes sociales y dejar atrás las batallas entre partidos políticos".

Por parte de los socialistas, de momento no se han expresado públicamente de forma tan explícita, pero las inmediatas declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avalando la apuesta socialista por "garantizar la estabilidad" encarrila al PSC hacia la necesidad de apuntalar a Aragonès.

Algunos dirigentes del PSC han expuesto internamente que este apoyo puede debilitar a los socialistas y desaprovechar una ocasión electoral dada la buena demoscopia de que gozan los de Salvador Illa. Y aún más en plena descomposición de la unidad independentista. Pero en la cúpula del partido se ha cerrado filas en la necesidad de garantizar la estabilidad dada la difícil situación económica actual y concentrarse en conseguir los mejores resultados posibles en las próximas elecciones municipales.

Los dirigentes del PSC han aparcado su posicionamiento hasta la celebración de la ejecutiva del partido convocada para este lunes, pero Illa ya dejó claro en el último pleno del Parlament que dejaba tendida su mano a Aragonès para aprobar los presupuestos "pase lo que pase". Este sábado Illa también ha asegurado que "a corto, medio y largo plazo" el PSC va a construir una alternativa. En declaraciones a los periodistas desde Bagà, Illa ha asegurado que no tienen prisa, pero también ha añadido que "construir una alternativa no es decir no a todo". En este sentido, mantiene la mano tendida para negociar los presupuestos. "En dos ocasiones se ha rechazado mi oferta, pero la mantengo. Pensemos en el bien del país", ha añadido.

Aragonès ultima el Consell Executiu con independientes

De momento, Pere Aragonès ha llegado pocos minutos antes de las 10 de la mañana al Palau de la Generalitat para rematar la confección del nuevo Govern y ya tiene sobre la mesa la renuncia de la mayoría de consellers y conselleres de Junts.

Este sábado hace precisamente 500 días desde que el Govern tomó posesión del cargo, el 26 de mayo de 2021. El nuevo Ejecutivo catalán, según la consellera de la presidencia, Laura Vilagrà, tendrá una nueva estructura. Se descarta, "de momento", la incorporación de miembros de otros partidos como los comuns, pero Vilagrà confirma que se apostará por nombres independientes, pero próximos a "diversos espacios políticos del soberanismo". Lo que en palabras del president quiere decir "un nuevo Govern que represente los consensos del 80% del país".

La idea es que este domingo se cierre la composición del nuevo Govern y que el lunes se puedan anunciar ya públicamente los nombres con los nombramientos y preparar una rápida toma de posesión de los cargos.

El trámite a partir de ahora

A partir de ahora, según la ley de la Presidència de la Generalitat, es el president quien debe aceptar las peticiones de renuncia de los consellers y conselleres de Junts. Los ceses se publicarán después en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) en un anexo que no tiene hora determinada de publicación. El cese es eficaz a partir de su publicación.

Es potestad del president determinar la estructura de su Govern. Así, si Aragonés lo considera, puede modificar tanto el número de departamentos como sus denominaciones, así como los ámbitos competenciales, el orden de precedencia de los departamentos o las adscripciones de los entes públicos. No se esperan grandes cambios de este tipo para agilizar la tramitación que se quiere realizar "con la máxima celeridad".

Una vez estén cesados los consellers y conselleres de Junts, son los secretarios generales de cada departamento quienes aseguran la continuidad del trabajo de las conselleries. Aragonès nombrará a los sustitutos y posteriormente se llevará a cabo la toma de posesión de los nuevos nombres.

Una vez que los nuevos consellers hayan tomado posesión, se tendrá que convocar al nuevo Consell Executiu para nombrar a los secretarios generales de los departamentos. También habrá que hacer una comunicación de los cambios al Parlament.

Y, finalmente, en las siguientes sesiones del Govern, deben aprobarse los nombramientos o ratificaciones de los secretarios sectoriales de los departamentos, así como de los directores generales, los titulares de entes públicos adscritos y los delegados territoriales.