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"Es bastante probable que estemos por delante del PP en las europeas"

El trabajo de todo un año del socialista vasco se somete a debate este fin de semana durante el encuentro que celebra el PSOE para renovarse

IÑIGO ADURIZ

Hace ahora un año el PSOE encargó a uno de sus históricos miembros, Ramón Jáuregui (San Sebastián, 1948), la dificultosa tarea de coordinar y redactar el texto en el que el principal partido de la oposición debía romper con el reciente pasado para poder ver la luz al final del oscuro tunel en el que se encuentra inmerso desde la derrota electoral de 2011. De su trabajo ha surgido la ponencia que se debate este fin de semana durante la Conferencia Política de los socialistas. La conversación con este diario tuvo lugar hace diez días, cuando el partido ultimaba los detalles de este encuentro clave para su futuro. 

Lleva cerca de un año preparando esta Conferencia Política. ¿Qué le ha resultado más difícil?

Probablemente la respuesta socialdemócrata en los estrechos márgenes de la crisis europea y de la globalización en el campo socioeconómico. Eso ha sido ideológicamente lo más difícil.

Se refiere a la dificultad de encontrar una alternativa a las políticas económicas que se han puesto en marcha en los últimos años.

No sólo. Me refiero, por ejemplo, a la dificultad de combatir la desigualdad en el mundo occidental, a las dificultades para que la reforma fiscal avance en progresividad y en captación de ingresos sin lesionar la actividad económica. O a las dificultades de combinar una política avanzada en materia de crecimiento en la UE sin que el BCE o Alemania muevan ficha. Quiero decir que la izquierda tiene más dificultades para reformular sus propuestas socialdemócratas, típicamente señaladas por la idea de la igualdad. En ese campo, que es el ADN de la izquierda, los límites que nos impone la moneda única, la UE, el BCE, los países del norte y la globalización son muy muy difíciles.

Quiere decir que sin dinero la izquierda no puede trabajar.

A grosso modo sí. ¿Por qué recaudamos entre cinco y ocho puntos menos sobre nuestro PIB que los países europeos? Porque hay una subcultura fiscal inmensa, porque hay mucho fraude, porque hay errores en la evaluación de los ingresos de grandes colectivos, porque hay mucha economía sumergida. Nos ponemos a combatir con una fiscalidad mucho más progresiva y te encuentras con que lesionas otros principios.

Usted que durante la preparación del encuentro ha hablado con unos y con otros dentro del partido. ¿Con qué animos llega el PSOE a su Conferencia Política?

Para mí ha sido muy importante que la experiencia de la elaboración de la ponencia no está tan construída sobre los elementos internos como los externos. Hemos trabajado prácticamente desde el verano del año pasado y hasta ahora con 15 grandes grupos de trabajo en cada uno de los cuales había entre 25 y 30 personas. Y de ellas la mayoría eran afines al PSOE pero no de carnet. Cuando hemos acabado el trabajo y hemos empezado a consultar internamente se han producido montones de enmiendas, miles de enmiendas, que se están intentando transar. Pero internamente yo no he encontrado corrientes a la reflexión.

Me refería a cómo están los ánimos en el partido después de derrotas electorales y encuestas adversas. 

Los ánimos pecan de una cierta ansiedad. La gente tiene más prisa de lo que la realidad nos permite correr, y es lógico. Pero cuando perdimos cuatro millones de votos en las elecciones casi todos pensabamos que el ciclo al que íbamos podía ser largo, de dos legislaturas. Pero pasados dos años yo pienso que el horizonte es un poco más optimista. Lo que parecía imposible hace dos años hoy es posible. Yo incluso diría que en las elecciones europeas es bastante probable que estemos por delante del PP. Esas ansiedades en el partido se están amortiguando, pero es verdad que están ligadas a las primarias, que son un elemento también de inestabilidad. Son un paso gigantesco desde el punto de vista de la profundización democrática, pero internamente son un elemento de desestabilización. Porque tu líder orgánico puede no ser el líder de la candidatura. Y eso provoca un poco tensión. Eso lo vamos a ventilar en muy poco.

Decía usted que la fecha se decidirá en diciembre.

Sin duda. Yo creo que en el Comité Federal de diciembre se decidirá ese tema.

¿Qué pasará con lo que aprueben en la Conferencia si llega un nuevo equipo directivo?

Las bases de la renovación ideológica no van a ser cuestionadas. Vendrá un candidato que con todo el derecho del mundo elaborará su programa político para las elecciones de 2015, pero lo hará sobre esta base. El proyecto ideológico que estamos trabando es como mínimo de medio plazo. No se cambia la Constitución de un día para otro, no se cambia el modelo territorial del país de un día para otro, no se reformula el sistema educativo del país de un día para otro y no se reformulan las relaciones de la Iglesia de un día para otro. Las bases del proyecto son de medio plazo, pero el candidato elaborará su programa, hará sus números y pondrá sus acentos con toda libertad.

Hablan de primarias abiertas, de la elección del secretario general. ¿Es el final de las decisiones arbitrarias de la dirección del partido?

Eran decisiones que respondían a un modelo jerarquizado, disciplinado, de la vida orgánica que quizás está cambiando. Vale para todo y no solamente para los partidos, también para nuestra democracia. La gente está harta de votar pero no elegir, y la gente está harta de que el Parlamento desarrolle su tarea sin que los ciudadanos sepan a qué nos dedicamos. O la gente está muy disconforme con que muchas entidades que están en la calle no puedan participar. Y en el partido también ese aire de avance democrático y la superación de las estructuras cerradas está en superación.

¿Cómo evitar los cesarismos en el caso de la elección del secretario general?

El elegido en unas primarias estará también sometido a una segunda condición para serlo, y es que probablemente necesitará tener un porcentaje mínimo de apoyo de la organización en la elección de su equipo dirigente. Le pondremos probablemente un doble pivote de exigencia.

Entiendo que eso es lo que van a cerrar en la conferencia.

Sí, pero así evitaríamos ese cesarismo, porque le someteríamos a quien ha sido elegido de manera democrática entre todos los militantes a una exigencia de consensuar.

Esto lo han hecho en otros países.

Estamos experimentando realmente porque muchos partidos en Europa están mirando con mucho interés el conjunto de novedades que estamos planteando. También es muy importante la novedad que se abre con los censos de votantes y simpatizantes en las primarias. Ahí se nos abre un espacio muy grande. Con el de la simpatía tenemos que abrir una nueva relación. Todo esto está incorporando novedades importantes más lo que viene con la sociedad de la información donde las oportunidades de contacto y de participación en las decisiones se hacen posibles.

Sé que no es el órgano de decisión, pero ¿por qué no se puede hablar de la fecha de las primarias en la Conferencia Política?

Porque no es el órgano de decisión y porque estamos convocados justamente para otras muchas cosas: si tenemos una respuesta al problema de la desigualdad en el mundo occidental, o cuál es nuestra propuesta frente a la ruptura de los elementos de la cohesión social. 

¿Quien plantee este asunto será desleal?

No tenemos que ponerle adjetivos. No será objeto de debate, sencillamente porque eso lo van a decidir los miembros del Comité Federal en diciembre.

Tomás Gómez sí va a plantearlo.

Tiene derecho a decir su opinión, pero como bien se ha dicho no es esa la opinión que vale. La opinión que vale es la del Comité Federal, no la de Tomás Gómez.

La votación, ¿en otoño o cerca de las generales?

También hay otra fecha, que es antes de las europeas, que es la que propone Tomás Gómez.

Le preguntaba por su opinión.

Yo creo que la fecha lógica tendría que ser después de las europeas y lógicamente en ese otoño. Pero insisto, que sea el Comité Federal el que lo diga, porque tampoco importa lo que diga Jáuregui. Si no importa lo que diga Tomás Gómez mucho menos lo que diga Jáuregui.  

Proponen un gran avance en laicidad. ¿El PSOE ha perdido el miedo a enfrentarse a la Iglesia?

No. Ha habido un avance en la secularización de la sociedad española. Y resulta incompatible con nuestro modelo de enseñanza la vuelta atrás que ha hecho Wert a los principios más recalcitrantes del Concordato. Además quedó pendiente en nuestra última legislatura la elaboración de una Ley de Libertad Religiosa. Las tres razones nos han llevado a hacer una reflexión seria sobre este asunto y vamos a darle una mesa específica al debate. 

Pero el PSOE, ¿quiere mantener esos acuerdos y modificarlos?

Hay muchos países que no tienen un marco de relaciones. El nuestro surgió en un marco tan singular como la Transición democrática. Pero ni siquiera es necesario. No tenemos claro que se tenga que hacer un nuevo tratado con el Vaticano. Más bien pensamos que quizás no sea necesario, porque en la planificación de la educación nadie tiene que mandar más que nosotros mismos. En la fijación de la moral cívica tampoco. Queremos que sea la ley el que regule esas materias.

Se atreven con la Iglesia pero no el modelo de Estado, a pesar de que las Juventudes les piden que entren a debatirlo.

No queremos cambiarlo. 

Las Juventudes Socialistas sí.

Pero las Juventudes no son el PSOE.

Por eso se lo pregunto. 

Hay enmiendas en ese sentido pero no creo que sea la cuestión principal. Nosotros defendimos la República en el debate constitucional pero pactamos la Constitución y aceptamos la monarquía parlamentaria como forma de Estado. En ese modelo estamos bien, y salvo que hubiera razones poderosísimas para cambiar el modelo de Estado, o si se produjeran razones poderosísimas podríamos estar en ese debate. Pero no creo que sea la bandera del socialismo democrático cambiar el modelo de Estado porque eso implicaría destruir el arco de bóveda sobre el que se sustancia gran parte de nuestra convivencia democrática. El que piense que se puede pactar con la derecha un cambio en el modelo de Estado es que está muy equivocado.

Sobre los indultos, dicen que el Gobierno hace un 'uso indebido' cuando se habla de banqueros condenados. Es una enmienda a lo que hicieron.

Sí. Elementos autocríticos en la conferencia hay muchos, y este es uno de ellos. Hay un párrafo en la introducción, sobre las cosas que no hicimos bien en la gestión de la crisis, donde hay comentarios muy serios de rectificación sobre cosas que creemos que no hemos hecho bien. Partimos de la base de cuatro millones de votos perdidos nos obligan a un reconocimiento y a muchas rectificaciones.

Parece que el partido se juega entre vascos. Está usted coordinando la Conferencia Política...

Sí, pero yo ya no paso de allí.

...y dos de los nombres que suenan con fuerza como posibles candidatos son los de Patxi López y Eduardo Madina. 

Los socialistas vascos siempre hemos dado figuras relativamente notables al socialismo español, desde hace mucho tiempo. Y ahora tanto Eduardo como Patxi están ahí en la disputa por el liderazgo del PSOE. Y los dos por méritos propios.

¿Le haría ilusión que fuera el candidato alguno de los dos?

Lo que me haría ilusión es que las primarias fueran un éxito. Que consiguiéramos que fueran tres millones de españoles que se apunten y participen en un debate serio, rico, con debates televisivos y con gran entusiasmo. Y que elijamos a un compañero o compañero que cuando le pongamos el traje de candidato deslumbre. ¿Quién puede hacerlo? Ahora no lo se.

¿Qué va a hacer después de la Conferencia Política?

Lo que me pida el partido. No tengo un destino concreto. En la política española hay muchas causas pendientes, de política de pactos y de reformas importantes. En ese terreno creo que soy una persona útil. Yo siempre he tenido muy a gala haber hecho lo que el partido me ha pedido, y puedo decir que no siempre era grato para mí. Me ha tocado pasar por garitas bastante delicadas.  

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