"¿Qué no es política?". La pregunta salió de boca de Joseba Díez Antxustegi, cabeza de lista del PNV por Araba, cuando el reloj marcaba las 22.39 y RTVE ofrecía el primer debate de la campaña electoral en Euskadi. La respuesta la dieron tanto Díez como el resto de representantes que se han reunido este martes en el primer encuentro en esta carrera hacia las elecciones del 21 de abril. 

Todos los candidatos iniciaron sus intervenciones en la Alhóndiga de Bilbao, convertida este martes en plató televisivo, con mensajes de condolencias por el fallecimiento del lehendakari José Antonio Ardanza, una noticia que ha marcado la campaña.

En el primer debate de esta campaña han participado Joseba Díez Antxustegi por el PNV; Nerea Kortajarena, cabeza de lista por Gipuzkoa de EH Bildu; Eneko Andueza, candidato a lehendakari del PSE; Juantxo López de Uralde, cabeza de lista de Elkarrekin Podemos-Alianza Verde por Araba; Alba García, candidata a lehendakari por Sumar; Javier de Andrés, candidato a lehendakari por el PP, y Amaia Martínez, postulante a ese mismo cargo por Vox. 

El PSE, socio del PNV en las principales instituciones vascas, intentó por todas las vías marcar su personalidad propia, lo que le costó no pocas críticas de los otros representantes. Ocurrió, por ejemplo, en el bloque destinado a abordar la realidad de la vivienda. Kortajarena, por ejemplo, denunció la "inacción en materia de vivienda de este gobierno en el que han estado los dos", en alusión a PNV y PSE.

López de Uralde incidió en el papel "neoliberal" del PNV, mientras que destacó  que "el PSE parece que no ha estado gobernando estos años" en Euskadi. Ahí estuvo, precisamente una de las claves del debate de esta noche: el Partido Socialista se reivindicó de izquierdas, defendió sus logros particulares y marcó distancia de su socio nacionalista en los asuntos más espinosos. 

La otra clave, tanto de este debate como de la campaña, está en el duelo entre el PNV y EH Bildu. No en vano, el partido de Andoni Ortuzar se juega el 21 de abril el mantenimiento de la hegemonía política ante el crecimiento de EH Bildu, que podría convertirse en la primera fuerza política de Euskadi.

"Lo que nos estamos jugando es si mantenemos la calidad de vida que tenemos o la perdemos. Se gestiona desde el conflicto y la huelga permanente o la colaboración con la empresa", dijo primero el representante del PNV. "Me preocupa que puedan liderar la política industrial de este país, cuando su política es la confrontación", añadió después. En ambos casos se dirigía a Kortajarena.

No obstante, ahí también entró en juego Alba García desde Sumar, que se plantó ante las críticas del PNV hacia los sindicatos. En esa línea, la candidata de izquierdas lamentó que el representante nacionalista "tenga tan poco respeto a las luchas de la clase trabajadora".

Posibles acuerdos

El reto entre PNV y EH Bildu volvió a estar sobre la mesa cuando llegó el momento de hablar de pactos. Tanto PNV como PSE descartaron cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo con la izquierda soberanista, y tanto PNV como PSE mostraron sus dudas el uno sobre el otro en torno a lo que sucederá a partir del 21 de abril. 

"En el fondo lo están deseando para alcanzar el objetivo de la independencia", dijo Andueza al referirse a un acuerdo entre PNV y EH Bildu. "Me gustaría creerle, pero no lo decidirá usted", dijo por su parte el representante del PNV al candidato socialista respecto a la negativa del PSE en torno a un acuerdo con la izquierda independentista.

EH Bildu habló de más soberanía, algo que puso de los nervios al PP y tampoco gustó al PSE. Sumar, por su parte, instó a llegar a acuerdos tras el 21 de abril, mientras que López de Uralde, desde Elkarrekin Podemos-AV, criticó al PNV por "llenarse la boca de patria" y, al mismo tiempo, "destruir el territorio".

"Hemos importado el miedo"

Más allá de esos debates entre los partidos, Vox puso el acento en una dirección que otros representantes, como López de Uralde o Andueza, calificaron de racista y peligroso. No en vano, la candidata de la ultraderecha apuntó, como en otras ocasiones, contra la "inmigración ilegal".

"Cada vez más vascos nos sentimos inseguros en nuestros propios barrios"; "hemos importado el miedo" o "las ayudas que tendrían que estar destinadas a los vascos se las llevan los inmigrantes ilegales", fueron algunas de las acusaciones xenófobas que lanzó Martínez, quien reivindicó además la  "expulsión inmediata" de personas migrantes que hayan cometido delitos y otorga las ayudas sociales "prioritariamente a los vascos".

"En ese parlamento lo único antidemocrático son sus discursos xenófobos, racistas, homófobos y excluyentes", le dijo cerca del final del debate Andueza a la candidata de Vox. López de Uralde apuntó en ese mismo sentido. Martínez, desde su puesto, se  mantuvo como si nada.