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El PP vasco se define como “revolucionario” y promete “renovarse” para no desaparecer

La formación conservadora reúne a varios de sus pesos pesados en una conferencia política celebrada en Bilbao. “Necesitamos un mensaje atractivo”, reclamó uno de sus dirigentes.

El dirigente del PP vasco, Borja Sémper junto a la presidenta de esta formación en el País Vasco, Arantza Quiroga al inicio de la conferencia política con la celebración de tres mesas redondas de debate sobre empleo, autogobierno y convivencia. EFE/LUIS TEJIDO

DANILO ALBIN

@danialri

El teatro Euskalduna de Bilbao, conocido por sus habituales éxitos de cartelera, se ha convertido este viernes y sábado en el escenario de un drama: el PP ha elegido uno de sus salas para tratar de reanimar a sus seguidores en Euskadi, donde sus índices de apoyo han caído de manera estrepitosa. La realidad es tan dura como paradójica: mientras sus jefes en Madrid intentarán este año retener el gobierno central, sus compañeros vascos están más preocupados por no desaparecer de la escena política local.

“Ya me sé los sermones de memoria, pero nada nuevo”, espetó un veterano militante durante la conferencia política. Incluso pidió “ideas revolucionarias” para “no seguir cosechando calabazas”. “Hay que conseguir hechos, no decir qué buenos somos”, continuó. Sin embargo, los principales dirigentes apenas trataron estas preocupaciones durante las tres mesas redondas que se celebraron el viernes y que estuvieron centradas en tres grandes temas: empleo y políticas sociales; autogobierno y “convivencia y libertad”.

El presidente de Nuevas Generaciones de Euskadi, David Hernández, fue uno de los pocos que se animó a hablar con cierta claridad sobre la debacle conservadora. “Necesitamos un mensaje atractivo que nos diferencie del resto de partidos y que nos llame a ser útiles dentro de nuestra ideología”, dijo el dirigente juvenil. “Tenemos que dirigirnos hacia el centro político y hacia el centro social –remarcó-. Ahí es donde se ganan elecciones”. También reconoció que las últimas elecciones municipales “no fueron fáciles para la marca PP” y apuntó, sin dar nombres concretos, a aquellos “compañeros de partido” que “se han beneficiado de manera desleal de la política”, “han entrado en corrupción” o, como mínimo, “han hecho actos impúdicos”.

Delante de la plana mayor de los populares vascos, el líder de Nuevas Generaciones en Euskadi admitió que esas tramas habían generado “desconfianza”, por lo que consideraba que los dirigentes conservadores en Euskadi –sentados en ese mismo auditorio- debían esforzarse por ser “políticamente más cercanos”. “Tenemos que recuperar la confianza de la gente”, dijo poco después Amaya Fernández, concejal de Barakaldo. Las cifras hablan por sí solas: tras las elecciones municipales y forales de mayo pasado, sólo 79 de los 2.627 vascos corresponden al PP. En esos comicios, los conservadores sufrieron una caída generalizada en las tres provincias, tanto a nivel de los ayuntamientos como de las diputaciones forales. Hablando en votos, la formación liderada por Rajoy apenas consiguió superar las 100 mil voluntades, lo que equivale a uno de sus peores resultados en el País Vasco.

Con esos números sobre la mesa, el PP vasco eligió este sábado al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso –que además ocupa la presidencia de esta formación en Araba-, y al ex alcalde de Vitoria, Javier Maroto –ahora situado en la dirección nacional del partido- como cabezas de cartel para el cierre de la conferencia. Previamente, los responsables del partido en Bizkaia y Gipuzkoa, Antón Damborenea y Borja Semper, hicieron de teloneros. Tal como había ocurrido el viernes, todos ellos dedicaron buena parte de sus discursos a machacar a Bildu y al PNV, sin olvidarse tampoco del PSE y del ya clásico fantasma de la “izquierda radical”.

En una ceremonia retransmitida a través de un plasma para la prensa, los principales dirigentes cargaron con dureza contra los nacionalistas

En una ceremonia retransmitida a través de un plasma para la prensa, los principales dirigentes cargaron con dureza contra los nacionalistas. “La prioridad del PNV es su ombligo”, dijo Semper, quien encendió a los asistentes con una afirmación contundente: “ser del PP en Euskadi es ser revolucionario, porque queremos romper con este coñazo de los nacionalistas”. Hubo aplausos, pero también alguna que otra risa. “Hoy seguimos siendo tan útiles como lo fuimos en el pasado”, añadió el dirigente guipuzcoano.

"Justifican el terrorismo"

Cuando llegó su turno, Alonso trató de rebajar el acalorado discurso de Semper. “No sé si me puedo sumar a esas palabras de revolución”, expresó. En cualquier caso, el presidente del PP en Araba y ministro de Sanidad dijo que su formación era “referencia en libertad”, al tiempo que arremetió contra el líder socialista, Pedro Sánchez. “Tiene que esperar hasta las elecciones para saber si su proyecto político es el de Podemos”, sostuvo.

Por su parte, Javier Maroto acusó al PSOE de “hacer la ola a los independentistas”, mientras que Damborenea sostuvo que la formación socialista “se ha prestado al juego de mezclar a las víctimas del terrorismo con las víctimas del franquismo”. A su criterio, de esa manera “se está justificando el terrorismo”. “Franco se murió hace unos 40 años. Lo que existe hoy es ETA y una banda terrorista, y un 15% de vascos que le parece bien matar a la gente”, afirmó.

El broche final estuvo a cargo de Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco. “Tenemos una gran capacidad como partido para superarnos”, transmitió a sus militantes. “Sólo el que es capaz de reponerse es capaz también de afrontar las dificultades y salir adelante. Tenemos la obligación de renovar y reforzar un proyecto diferente, único en Euskadi (…) Los tiempos han cambiado. Euskadi ha cambiado. Nosotros, sin perder nuestra esencia, debemos acompañar y liderar los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad. “Somos el relevo natural para esta sociedad”, apuntó Quiroga. Los aplausos no se hicieron esperar.

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