Parecía el escenario definitivo para que el PP se decidiese a cumplir con el mandato constitucional y renovase el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero un mes y medio después de la primera reunión en esta nueva etapa de negociaciones con la Comisión Europea como mediadora los de Alberto Núñez Feijóo vuelven a la casilla de salida: "Estamos muy alejados", reconocen fuentes de Génova a dos días de volver a sentarse a la mesa con el PSOE. 

Estrasburgo acogerá este miércoles 13 de marzo una nueva reunión entre el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional del PP y el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, en calidad de árbitro. Será el tercer intento de cerrar un acuerdo —se reunieron el 31 de enero y el 19 de febrero— que se ha ido alejando con cada encuentro. 

El escollo para no lograr avances, y así se constató en la última mesa de trabajo a tres bandas, sigue siendo la exigencia del PP de que se reforme la ley para el nombramiento de los vocales del CGPJ a la vez que se renueva el Consejo con el sistema actual. El PSOE insiste en que la posición de Reynders es primero renovar, con la máxima urgencia posible, y luego hablar sobre posibles cambios de ley. 

Ahora, la amnistía

Pero en este punto estaban ya las negociaciones antes de involucrar al comisario europeo de Justicia en ellas y, sin embargo, desde Génova señalan que el acuerdo se ha dificultado en las últimas semanas. ¿Qué se ha movido? "La amnistía", responden fuentes del equipo de Feijóo. 

Sostienen las mismas fuentes que la aprobación (previsiblemente) de la ley de amnistía este jueves en el Congreso hace imposible que puedan aceptar un pacto para la renovación del CGPJ en los términos planteados por el PSOE. Además, añaden que su intención es usar las "cesiones" de Pedro Sánchez al independentismo catalán para presionar: "¿Puede ceder con todos menos con nosotros?", apuntan al mismo tiempo que señalan que Reynders "está al tanto" del minuto y resultado de la amnistía. 

Críticas a la estrategia de Feijóo

A pesar de que fue el PP quien pidió la intervención del comisario europeo —un movimiento político inédito que puso a la Comisión ante un papel que no le es propio—, los populares no se muestran preocupados por la imagen que proyecten ante las instituciones europeas al seguir bloqueando el acuerdo.

En este sentido, dirigentes del partido conservador hacen ya las primeras críticas cuestionando la estrategia de la dirección nacional de llevar la renovación del CGPJ a Bruselas "si no tenían intención de pactar". 

Así, las perspectivas en el PSOE no son nada buenas y tampoco ellos han percibido voluntad real en Génova para pactar un asunto que los populares han ido dilatando durante muchísimo tiempo. En las filas socialistas han recopilado prácticamente una treintena de "excusas" que ha puesto el PP para continuar el bloqueo desde que Pedro Sánchez llegara al Gobierno. Por aquel entonces estaba todavía Pablo Casado al frente del principal partido de la oposición. 

El PSOE lo da por perdido

"Nos tememos lo peor". El secretario del Área Institucional y Grandes Ciudades del PSOE, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, fue contundente este lunes en rueda de prensa al ser preguntado por las expectativas de la reunión del miércoles. "Han puesto al peor posible para llegar a acuerdos. Su actitud permanente de boicotear la renovación son hechos probados", añadió en referencia directa al papel de Pons.

La actitud de Pons también fue criticada públicamente la pasada semana, en el marco de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados que aprobó precisamente el dictamen de la ley de amnistía. El portavoz del PSOE en esa Comisión, Francisco Aranda, señaló que el PP había puesto a Pons en las negociaciones precisamente para que no hubiera acuerdo. Lo cierto es que la relación entre Bolaños y Pons no es fluida. Más bien todo lo contrario.

"Habrá una siguiente excusa para no renovar", manifestó este lunes Gómez de Celis. El dirigente del PSOE acusó a los populares de "gastar todas las balas posibles" en cuanto a excusas porque fue ese partido quien pidió la intermediación de Bruselas. "Quieren controlar el CGPJ. Es muy grave, es un hecho gravísimo", insistió. 

Fuentes de la dirección socialista reconocen también en privado su convencimiento de que el PP no quiere renovar el CGPJ. "No lo van a hacer. Han optado por una oposición de tierra quemada y sería muy raro que decidieran cambiar ese marco. Pero nosotros lo vamos a seguir intentando", señalan en Ferraz. "¿Qué más podemos hacer? Dijeron que fuéramos a la UE y hemos ido".

Mientras, desde el equipo de Bolaños en el Ministerio prefieren mantener un perfil discreto sobre las negociaciones. El ministro se limitó a decir hace unos días que acudirá a la cita con Reynders y que los acuerdos entre diferentes son "la mejor noticia" para el país y para la democracia española. De ese modo, mostró su voluntad de seguir hablando y llegando a pactos "con el que piensa distinto". Por su parte, fuentes de Moncloa confían en que la presión de la UE haga su efecto y el PP termine por ceder.