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El PP da una tregua a Susana Díaz a la espera de la abstención del PSOE

Los populares esconden su principal línea de ataque al Gobierno andaluz (el caso ERE, en la que están perdonados como acusación) después de que el PSOE-A defendiera facilitar el gobierno a Rajoy. El líder popular, Juan Manuel Moreno, pide a la presidenta “un paso más” y que apoye la “gran coalición PSOE-PP”

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno. EFE

DANIEL CELA

SEVILLA.- Durante los últimos seis años, toda la estrategia de oposición del PP-A al Gobierno andaluz se ha cimentado en las denuncias a los casos de corrupción que implicaban a la Junta, desde el fraude de los ERE hasta la causa de las ayudas irregulares para cursos de formación. En ambos, los populares son acusación particular.

Este lunes, casi a la par que el PSOE andaluz anunciaba a las claras que apoya la abstención para facilitar la investidura a Mariano Rajoy, esa estrategia de confrontación dio un giro sorprendente en la sede del PP andaluz. Su secretaria general del partido, Dolores López Gabarro, compareció para presentar el escrito de acusación del partido en el caso ERE, el caballo de batalla de la oposición en Andalucía.

No hay ni un sólo día desde que se inició la instrucción, hace seis años, en el que el PP-A no haya atizado al Ejecutivo andaluz con este asunto, exigiendo las dimisiones de los expresidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y de gran parte de la cúpula de sus gobiernos.

El lunes dieron un paso decisivo. Los abogados del PP-A elevaban la petición de penas de cárcel que había solicitado la Fiscalía para Chaves y Griñán (dos años para el primero y de seis a ocho para el segundo), al atribuirles un delito de asociación ilícita, además de los de malversación de fondos y prevaricación que ya les achaca el Ministerio Público. No había aldabonazo más contundente.

Sin embargo, para estupor de los periodistas, la número dos del PP-A eludió conscientemente nombrar a Chaves y a Griñán, ni siquiera mencionó la palabra cárcel, al revés, su argumento ese día fue éste: “El PP podría haber llegado más allá en la acusación, pero no tiene afán justiciero”. La sorpresa de los periodistas fue mayúscula. Los redactores intentaron repetidamente que la número dos del PP-A concretara si su partido pedían cárcel para los dos expresidentes, pero desde el fondo de la sala de prensa, un miembro del equipo de comunicación del PP mostraba un cartel a la líder popular para que no se le ocurriese mencionar las palabras “Chaves, Griñán y cárcel”.

Es la primera vez en la historia del PP andaluz que no se oye el nombre de Susana Díaz en una rueda de prensa, y menos tratándose de corrupción y del caso ERE. Hasta ahora, ningún dirigente popular hablaba de la presidenta andaluza sin mencionar a sus “padres políticos, Chaves y Griñán, principales responsables del fraude de los ERE”.

El PP andaluz fue tan esquivo al presentar su escrito de acusación contra la Junta en el caso ERE como dos días antes lo había sido el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, que al ser preguntado por la repercusión de la contundente declaración de Francisco Correa en el juicio de la trama Gürtel, pareció justificarlo con un leve: “No hay nada nuevo, todo eso ya se sabía”. Socialistas y populares parecen haber entrado en un pacto de no agresión en los días previos al debate de investidura en el que previsiblemente el PSOE se abstendrá para facilitar el gobierno a Mariano Rajoy. Pero lo ocurrido este lunes en el PP de Andalucía fue más que chirriante, y enseguida se hizo evidente el por qué: a la vez que los populares presentaban su escrito de acusación “mudo” contra Chaves y Griñán, el número dos de Susana Díaz, Juan Cornejo, comparecía para acabar definitivamente con el tabú y defender en abierto y “de frente” la abstención “unánime” de todo el PSOE en la investidura de Rajoy. “No era el momento de hacer daño ni ruido”, admite un miembro de la ejecutiva popular, que niega de plano que haya habido conversaciones privadas entre dirigentes del PP-A y del PSOE-A para “pactar la no agresión” en el día en el que Susana Díaz salía del armario y defendía claramente la abstención.

Una vez consumado el anuncio desde la dirección del PSOE andaluz, el siguiente paso lo dio el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, que habló personalmente con algunos periodistas para explicarles que su formación había decidido “retirar los tanques” para facilitarles las cosas a Díaz, no sólo para justificar abstención, sino “un pasito más”. “Yo lo que echo de menos, y lo digo abiertamente, es que el PSOE dé un pasito más y que dé un pasito más Susana Díaz para que se pudiera ver un gobierno de entendimiento, incluso de coalición”, asegura Moreno. “La mitad de los gobiernos europeos son gobiernos de coalición de partidos socialistas, socialdemocracia y democristianos, y creo que en este momento de incertidumbre en España sería positivismo que hubiera un acuerdo político a lo largo de esta legislatura PP-PSOE para aquellos asuntos de Estado”, advierte Moreno.

La Junta, víctima de los ERE

El azar ha hecho que en el tiempo de descuento para que expire el plazo de investidura, confluyan los dos casos por corrupción que más daño han hecho al PP y al PSOE: la trama Gürtel y el caso ERE. El primero por las duras acusaciones que Correa ha vertido sobre el partido que gobierna España, señalando una posible financiación ilegal y una contabilidad en b; el segundo porque en estos días se han conocido los escritos de acusación de las partes contra los expresidentes andaluces, y tan sonoro ha sido que el fiscal pida cárcel para Griñán e inhabilitación pública para Chaves, como que la Junta, personada en la causa como parte afectada, haya solicitado el archivo de la pieza política.

“No ha sido el Gobierno andaluz quien pide el sobreseimiento, sino el gabinete jurídico de toda la Administración, que es el equivalente al cuerpo de abogados del Estado, y que tiene la misma autonomía”, ha explicado el portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez. El Ejecutivo andaluz ha sido víctima, según el fiscal, de un fraude que podría rozar los 800 millones de euros (1.280 millones según el escrito de acusación del PP), pero el gabinete jurídico de la Junta exime a los expresidentes de toda responsabilidad porque entienden que “no hay delito, no hay trama corrupta y no se vulneraron los controles”. En condiciones normales, el PP habría cargado duramente contra Díaz y su Gobierno, pero sorprendentemente ha optado por no hacer sangre.

Cornejo, en cambio, sí arremetió contra los populares a causa de la trama Gürtel el día en que confirmó que el PSOE andaluz abogaba por la abstención a la investidura de Rajoy. “Hay una corrupción endémica y transversal que carcome la raíz del PP de arriba abajo. El PP ha ido a todas las elecciones dopado a través de una trama de corruptelas”, aseguró el número dos de Díaz. Minutos después, anunció: “No descarto la abstención si es lo que vota la mayoría del Comité Federal, no me produce urticaria esa palabra”.

Ante este armisticio provisional de las dos fuerzas mayoritarias, quienes han cargado duramente contra PP y PSOE son las otras dos fuerzas de la izquierda. La secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ha denunciado que “Susana Díaz finalmente se ha desenmascarado, tras muchos meses de engañar a los andaluces”. Mientras el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, ha sido más rotundo: “Al PSOE andaluz se le tenía que ser la cara de vergüenza que siga apoyando al partido más corrupto de Europa. Esto demuestra que el PSOE andaluz es el más derechista de España”. Ha sido desde las filas del PP andaluz desde donde este martes se ha oído una petición “de respeto a la decisión que ha adoptado Susana Díaz” respecto a la abstención de Rajoy.

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