A Alfonso Fernández Mañueco y a Pablo Casado se les está haciendo muy larga la campaña electoral del 13 de febrero. Su caída en las encuestas desde las navidades, el ascenso de Vox, el optimismo de la izquierda tras la agitada aprobación de la reforma laboral y la incógnita de los partidos provinciales (de momento no revelan sus preferencias presidenciales) han llevado al presidente de Castilla y León a asumir que puso "en riesgo" su puesto al adelantar por sorpresa y sin motivo aparente las elecciones autonómicas que, por primera vez se van a celebrar en solitario, sin las municipales. Mañueco recuperó este martes el argumento al que acudió cuando llamó a las urnas: una supuesta "deslealtad" de su socio de Gobierno, Ciudadanos.

Como solución, ante el decaimiento general, Mañueco se encomendó a su homóloga Isabel Díaz Ayuso. "Dime con quién andas y te diré quien eres", dijo el presidente. "Luis Tudanca (PSOE) se rodea de la ministra de Hacienda, ya sabemos qué es lo que nos espera si gobierna, hachazo fiscal en los bolsillos", exclamó Mañueco en Valladolid. El presidente puso de ejemplo las políticas fiscales, de apoyo a las familias y de creación de empleo de Díaz Ayuso en Madrid, según recoge Europa Press.

Mañueco, además, dio otro giro en sus argumentos de campaña y, si el eje de sus argumentos hasta ahora era el gabinete de Pedro Sánchez como ejemplo de mal Gobierno, este martes arremetió de manera directa contra el candidato del PSOE, Luis Tudanca, a quien por primera vez ser refirió como posible presidente. Mañueco alertó a los suyos de que una victoria de Tudanca pondría "en riesgo" la educación, la sanidad y los servicios sociales en la Comunidad. "¿Queréis poner en riesgo eso? Pues entonces tenemos que movilizarnos como nunca antes", aseguró.

Díaz Ayuso, por su parte, preparó el terreno para el escenario que dan las encuestas: un acuerdo con Vox. "Ojalá que no lo necesitemos, pero si fuera necesario, siempre pactaría antes con el partido de Ortega Lara que con aquellos que pactan con los que lo secuestraron", dijo Ayuso en Valladolid.

La presidenta de la Comunidad de Madrid confió en que el PP tenga apoyos "sólidos" para formar un Gobierno "fuerte y sin necesitar a nadie", pero advirtió de que "aunque no sea necesario", espera un entendimiento entre los partidos que no van a "pasar por el aro de la amoralidad de Sánchez".

En esta "recta final" de la campaña electoral, agregó, no hay que "dejar de pedalear", instó a los cuadros del PP, porque "el Tour 2023" de las municipales "empieza ya" y "todos los obstáculos serán más fáciles de afrontar" con un Gobierno del PP en la Junta de Castilla y León. "Seguir pedaleando hasta la urna", les alentó.

Por la tarde, Ayuso estuvo en Ávila, donde recurrió al eslógan que le vino tan bien en Madrid, "socialismo o libertad": "No se trata de izquierda y derecha, se trata de libertad, prosperidad, respeto y lugares comunes donde nos vamos a entender". Ayuso arremetió contra Pedro Sánchez: "[El 13 de febrero] se elige entre la opción de los políticos que están en torno a Sánchez, un presidente del Gobierno que vende a España por mantenerse en el poder, o una España próspera que va hacia adelante y que quiere unir a su gente", según recoge Europa Press. 

Alas para la izquierda

Mientras, la reforma laboral da alas a la izquierda. Luis Tudanca y Pablo Fernández, candidato de Unidas Podemos, participaron en un acto junto a los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, en el que exhibieron  entendimiento. Fernández aludió a la "buena sintonía" entre ambos partidos en el Parlamento autonómico y admitió estar "dispuesto a reeditar un gobierno de coalición progresista", según recoge Europa Press.

En su intervención, Tudanca manifestó que veía "ganas de cambio, como en 2019" y se mostró "convencido de que va a pasar". Fernández, para lograrlo, hizo un llamamiento a la participación de la gente con ganas de votar "progreso y cambio" que permita construir "un gobierno progresista y de izquierda en el que UP sea un actor determinante".

"Estamos aquí para escuchar la voz de los trabajadores y reconocerles su enorme trabajo y papel esencial después de la peor crisis de la historia, fruto del compromiso y la defensa de los intereses de país y Comunidad", dijo Tudanca.
El candidato socialista reivindicó el diálogo Social como herramienta de "vital importancia y esencial" para el país y para Castilla y León": "Ha garantizado avances para la protección social, el desarrollo económico o en materia de igualdad y ha dado estabilidad y paz social".

Fernández destacó la reforma laboral como una noticia "extraordinariamente positiva", una norma que citó como ejemplo de "políticas que funcionan" frente a otras que "evidencian el modelo agotado del PP", que lleva 35 años gobernando en Castilla y León.

Los partidos provinciales podrían, en algunos escenarios, ser la llave de Gobierno, pero no se cierran puertas. Así, por ejemplo, Ángel Ceña, de Soria ¡Ya!, sostiene que está dispuesto a alcanzar un acuerdo de investidura tanto con el PSOE como con el PP siempre y cuando se establezcan unos plazos de ejecución de su programa, según dijo a la agencia Efe. Las demás plataformas y partidos, de momento, también, mantienen la incógnita: priman lo local sobre lo ideológico.

Mañueco estuvo, además de con Ayuso, en un acto sectorial de sanidad, junto con los consejeros de Salud de otras CCAA gobernadas por el PP. Este, el del deterioro de los servicios públicos es uno de los ejes de campaña contra Mañueco de PSOE y Unidas Podemos.