El 1 de noviembre de 2015, la hoy candidata autonómica de Podemos Dina Bousselham y su pareja estaban en un centro comercial de Madrid. En un descuido desapareció el abrigo del chico, donde se encontraba el teléfono de la entonces colaboradora de Pablo Iglesias en Bruselas. Pero lo que parecía un descuido o un robo accidental se está convirtiendo en la clave para unir las cloacas de Interior y su rama mediática, que alcanza tanto al PP como al PSOE. 

Las pruebas se acumulan según avanzan las pesquisas de Tándem y la pieza separada que se ocupa de estos hechos, por la que ya está imputado quien fuera número dos de Comunicación en el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), el ex director de Interviú Alberto Pozas. Además, Público desvela hoy más indicios que hemos ido obteniendo a lo largo de los años de investigación. 

Hace una semanas, Podemos pidió al juez Manuel García-Castellón rastrear el móvil del espionaje a Iglesias desde el momento del robo a la publicación de la exclusiva de Inda. En ese momento, la noticia que vinculaba al tertuliano de Antonio García Ferreras con el robo del teléfono hacía referencia a unas capturas de WhatsApp que publicó en su web en el año 2016. Nuevas pruebas indican ahora, sin embargo, que la información ya fue incluida en la versión del informe Pisa que la Dirección Adjunta Operativa de la Policía (DAO), dirigida por Eugenio Pino con su jefe de gabinete, José Ángel Fuentes Gago, le entregó esa información a Inda en el mes de noviembre, poco después del robo.  

Tres días después del robo, la Policía incluye la cuenta en Bruselas de Pablo Iglesias en el informe difamatorio

Como se puede ver en las dos imágenes que mostramos a continuación, Dina Bousselham pone la denuncia el 1 de noviembre a las 20 horas y 7 minutos en dependencias policiales. Ahí relata que se encontraba con su novio, Ricardo Antonio De Sa Ferreira, y "mientras se encontraba en el almacén (zona de salida), de IKEA, persona/s desconocida/s han sustraído el abrigo de su acompañante, sin percatarse de la maniobra de sustracción. Que no hay testigos de los hechos". 

Primer página de la denuncia puesta por la colaboradora de Pablo Iglesias el 1 de noviembre de 2015 en dependencias policiales.

Entre todos los objetos sustraídos, se destacaban un teléfono Sony Xperia Z2, color negro y con funda morada, y dos tarjetas de crédito ING Bélgica. En la memoria del teléfono y de la SIM, Dina Bousselham guardaba documentos internos de "su jefe", el eurodiputado Pablo Iglesias: desde imágenes como la que ilustra este reportaje con el entonces europarlamentario y líder de Front de Gauche en Francia, Jean-Luc Mélenchon, y su equipo y que se había realizado un mes antes, el 6 de octubre de 2015. Pero también datos bancarios y otros, debido a que tuvieron que abrirse cuentas en Bruselas tanto el líder de Podemos como Irene Montero, que también aparece en la imagen, o la propia Bousselham para cobrar el sueldo del Parlamento Europeo. 

Tres días después, desde la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía se remite a la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) la primera versión del informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima), que se puede consultar al final de este artículo. No era más que un conjunto de folios recopilado por la brigada política que dirigía el número dos de la Policía, Eugenio Pino, y su jefe e gabinete, José Ángel Fuentes Gago, y que contenía información sobre la cuenta bancaria en Bruselas de Iglesias. Fue, exactamente, tres días después del robo, como se puede ver en la imagen de abajo. 

El oficio de la Dirección Adjunta Operativa a la UDEF con fecha 4 de noviembre, tres días después del robo, y que fue filtrado a El Confidencial para justificar la Policía que el PISA era un informe oficial y no una operación ilegal de al brigada política del ex ministro Jorge Fernández Díaz.

La versión remitida a la UDEF, que constaba de 39 páginas más el oficio con la fecha de 4 noviembre, y que es a la que tuvieron acceso Inda y otros digitales como El Confidencial o El Español ese mismo mes de noviembre, hacía referencia a la cuenta de  Iglesias en el banco ING Bruselas -la misma a la que su colaboradora hacía mención en la denuncia-.

Especulaba "el investigador", que aún está sin identificar después de tres años, que “a priori, podría recibir las indemnizaciones citadas del Parlamento Europeo desconociendo a ciencia cierta si efectivamente esto es así y si recibe o no dinero procedente de cualquier otro organismo o institución. Lo que sí tenemos contrastado -continúa el texto- a través de los organismos pertinentes es que desde la cuenta que posee en dicha sucursal se realizaron transferencias a cuentas de la Asociación Cultural Promociones Con Mano Izquierda -PROMOCIONES CMI. El hecho de tener cuenta en el extranjero debe ser declarado en el Banco de España y además declararlo a la Agencia Tributaria a través del modelo 720”, recoge.

Extracto de al versión del Informe PISA del mes de noviembre de 2015, donde se hace referencia a la cuenta de Pablo Iglesias en ING Bruselas, que es donde cobraba su sueldo de europarlamentario. Estos datos se eliminan de la versión que la policía filtra en el mes de enero a la cadena Ser y que remite al Tribunal de Cuentas.

A Inda le dieron el informe con la información robada en el mes de noviembre, pero no publicó hasta enero

En el mes de marzo de 2016, cuando la tormenta se desata sobre la Policía y según los tribunales van echando abajo las querellas que contra Podemos habían puesto Manos Limpias y otros, el comisario jefe de la UDEF manda una copia al Tribunal de Cuentas que es la filtrada a La Ser, donde se omite, precisamente, la información sobre la cuenta bancaria belga de Iglesias y además, en total, cinco páginas que hablaban de la supuesta financiación ilegal. 

Página de la versión del informe PISA que publicó La Ser en enero y que fue remitida al Tribunal de Cuentas por la Policía, en la que falta la información sobre la cuenta en Bruselas que pudo ser obtenida del robo del teléfono de la colaboradora de Pablo Iglesias.

Lo más grave es que, en el informe Pisa, se aseguraba que “está acreditado que [Iglesias] ha recibido en dinero efectivo y de forma directa en sus cuentas corrientes más de 300.000€ netos en menos de tres años, eso sin contar con las disposiciones que realiza de las más de 20 cuentas de PODEMOS en las que está autorizado en diferentes entidades bancarias españolas y el supuesto dinero en 'B' que podría estar recibiendo según denuncia Enrique Riobó en su libro y en algunos medios de comunicación”, reza el texto. Sorprende, sin embargo, que un dato tan importante y que está directamente enlazado con las cuentas bancarias de Podemos haya sido suprimido del informe enviado al Tribunal de Cuentas, tal y como desvelábamos en Público en el reportaje Recortes de periódicos, cuentas y especulaciones: éste es el informe sobre Podemos filtrado por Interior. 

El informe filtrado a Ana Terradillos de La Ser -a quien Eduardo Inda ha acusado recientemente de ser otra de las periodistas colaboradoras del comisario jubilado y en prisión, José Manuel Villarejo-, "por no tener, no tiene ni el logotipo de la Policía, que es lo mínimo que se le puede pedir a un documento oficial que se remite al Tribunal de Cuentas”, aseguraban en 2016 nuestras fuentes.

Toda esa información que falta a la versión del mes de enero sí que aparecía en los artículos publicados por Eduardo Inda en su digital OK Diario y, como él mismo confesó a Público al ser preguntado ese mes: "El informe lo tengo yo desde hace dos meses, dos o tres". Es decir, en el mes de noviembre, justo después del robo, como se puede escuchar decir al propio Inda en el audio que publicamos a continuación. 

Este audio ya fue difundido por Público en enero de 2016, cuando desvelamos que El periodista que hace campaña con el informe falso contra Podemos admite que le marcaron fecha de publicación. Precisamente, en el audio Inda aclara que sus fuentes policiales se lo dieron en el mes de noviembre, para dejarnos claro que el documento difamatorio contra Pablo Iglesias y Podemos estaba elaborado por la brigada política del ex ministro Jorge Fernández Díaz antes de las elecciones de diciembre de 2015. Y, en este caso, debemos darle la razón: se elaboró después del robo.