Miles de personas se han dado cita este jueves por séptimo día consecutivo frente a la sede central del PSOE, en la madrileña calle Ferraz, para protestar por el recién alcanzado pacto de investidura con Junts y la futura ley de amnistía. La convocatoria, prevista para las 19:00 horas, se ha topado con calles cortadas por la Policía en las inmediaciones de la sede socialista. La manifestación, la más numerosa de las celebradas hasta el momento, con unos 8.000 asistentes, según la Delegación del Gobierno, ha terminado con incidentes, cargas, 24 detenidos y siete policías heridos.

Según el balance final de la Delegación del Gobierno en Madrid, recogido por Europa Press, ninguno de los agentes que ha participado en el operativo ha resultado herido de gravedad tras los disturbios. En lo que respecta a los detenidos, todos son hombres mayores de edad y cinco de ellos tienen antecedentes por robo, lesiones o malos tratos.

En torno a las 22:45 han comenzado las primeras cargas, cuando los ultras han ocupado las primeras filas y han comenzado a lanzar bengalas, petardos, botellas y otros otros a los agentes, y a zarandear las vallas de separación. Los manifestantes han empezado a correr en varias direcciones. Los congregados se han dirigido a la Policía al grito de “sicarios” y “maricones”, que ha tratado de encapsular a los más radicales.

Durante casi una hora se han sucedido incidentes en las zonas aledañas a la sede socialista, con terrazas destrozadas y pequeños incendios, alguno de contenedores, en medio de la calzada. Un grupo de unos 50 ultras ha arremetido contra la Policía en la esquina del Paseo del Pintor Rosales. Los agentes han respondido con pelotas de goma mientras los manifestantes han procedido a volcar contenedores de basura a modo de barricada. Al menos quince personas han sido detenidas en los altercados.

La convocatoria se ha ido disgregando y se ha improvisado una sentada en la calle Marqués de Urquijo, donde se han gritado vivas a España y arengas por la unidad nacional, que ha acabado disolviéndose pacíficamente.

Antes se ha podido escuchar el Cara al Sol y honras a Primo de Rivera. También se ha evocado al expresidente del PP catalán y fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras, que esta tarde ha sido tiroteado en Madrid. “No estamos todos, falta Vidal-Quadras” ha sido otro de los lemas coreados, mientras rezaban un Padre Nuestro por el político catalán y por España.

Minutos antes de que las primeras cargas disgregaran a los presentes, se han podido escuchar, también, tímidos abucheos y pitos. Un grupo de manifestantes ha tratado de afear a los apostados en primera línea su violencia y sus soflamas fascistas al grito de “fuera, fuera” y “subnormales”.

La de Madrid ha sido la más numerosa de las manifestaciones contra la amnistía que se han celebrado este jueves en varios lugares de España, como Barcelona, Valencia, Cáceres, Almería, Granada, Málaga y Sevilla. A la Madrid ha asistido el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien ha insistido en que “hay que estar en la calle hasta detener el golpe” y ha explicado que participaba en la concentración como “un español más” para “apoyar a los compatriotas y que no estén solos”.

Previamente, los participantes iniciaron la movilización frente a la sede del Parlamento Europeo en Madrid, desde donde han marchado por uno de los carriles del Paseo de la Castellana profiriendo soflamas patrióticas con Pedro Sánchez en el punto de mira: “¡No es un presidente, es un delincuente!” o “¡El traidor a prisión!”, gritan.

En la séptima jornada de protestas, la Policía ha dispuesto un importante cordón para proteger la sede socialista, ante la que los manifestantes, que portaban banderas de España o la Unión Europea, coreaban cánticos como “Puigdemont, a prisión” o “Sánchez traidor”. También se han escuchado pitos, caceroladas y gritos contra la monarquía y contra la prensa.

Un día más, se han podido ver cientos de banderas de España entre los asistentes, aunque también se han ondeado algunas con la cruz de Borgoña e incluso preconstitucionales. Además, se han escuchado pitos y gritos de “esa bandera no es española” cuando un manifestante ha agitado una de la Unión Europea.