Alberto Garzón, macrogranjas, ganadería extensiva... son palabras que han resonado desde principios de año en forma de bulo. Las declaraciones tergiversadas del ministro de Consumo al diario británico The Guardian a finales de diciembre siguen dando coletazos y, lejos de zanjar el asunto y cerrar filas, el PSOE se ha sumado a la batalla que las derechas pretenden liderar en la supuesta defensa del sector cárnico en España.

Este asunto ha atravesado el Consejo de Ministros, convirtiéndose en una nueva pugna en el seno del Gobierno. Por si fuera poco, este martes ha saltado al Congreso, abriendo una nueva brecha en las relaciones entre los socialistas y el espacio morado en la Cámara Baja, unas relaciones que ya se vieron afectadas por la decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de retirar el acta de diputado a Alberto Rodríguez y por su "falta de autoridad" ante las faltas de respeto de Vox.

Pugna en el Gobierno

Y todo ello en un contexto en el que ya son pocos los representantes políticos de un lado y de otro que quedan por pronunciarse sobre esta polémica. Tras el cruce de declaraciones incesante de la semana pasada a todos los niveles, el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, lamentó este lunes la polémica de las macrogranjas, mientras que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cerró filas nuevamente en torno a Garzón.

En este sentido, recordó que la apuesta por la ganadería extensiva, que es lo que el ministro defendió en el medio británico, es un compromiso del Gobierno recogido en la agenda 2050 impulsada por el propio Sánchez, además de pedir "cuidar la coalición" y ser "cuidadosos con nuestras palabras".

Por otro lado, a pesar de que el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha reconocido este martes que las palabras de Garzón han sido "manipuladas", las ha calificado de "bastante desafortunadas", ya que -según el titular de Agricultura- han generado una "polémica lamentable que pone en tela de juicio a los ganaderos". 

Y, ante la ofensiva parlamentaria anunciada por el PP para propiciar el cese de Alberto Garzón, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha rehusado mostrar el apoyo al ministro de Consumo. "El PP puede hacer lo que quiera en su estrategia política y emprender cuantas campañas le parezca oportuno, pero este Gobierno lo que hará es trabajar en apoyo del sector ganadero. No vamos a dejar ni un minuto más en este tipo de acciones políticas. Nosotros, a trabajar", se ha limitado a explicar Rodríguez.

Brecha entre PSOE y Unidas Podemos en el Congreso

Los ataques del PP para seguir utilizando este asunto como estrategia electoral de cara a los comicios de Castilla y León se traducirán en mociones en todos los ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos de toda España, además de otras iniciativas en el Congreso y en el Senado. Si bien, no solo el partido de Pablo Casado ha tomado ese tema como una bandera, también Vox y Cs compiten por liderar una falsa lucha por el sector ganadero en España.

En este sentido, las mentiras vertidas por la derecha y ultraderecha han servido de excusa para que estos mismos partidos hayan registrado en el Congreso peticiones de comparecencia de Garzón y varias preguntas sobre este asunto, unas iniciativas que este martes han sido calificadas por la mesa con el apoyo del PSOE.

La postura de los socialistas en la Mesa de la Cámara Baja, donde las fuerzas políticas que sostienen el Gobierno tienen mayoría, no ha gustado a sus compañeros de la coalición, ahondando la herida abierta en las relaciones entre ambos grupos parlamentarios. Mucho menos después de que el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, pidiera esta mañana al PSOE impedir "por dignidad parlamentaria" la tramitación de estas iniciativas al estar fundamentadas en un bulo.

"El PSOE ha bajado los brazos frente a la política del bulo", ha manifestado el diputado morado y secretario tercero de la Cámara Baja, Javier Sánchez, a su salida de la reunión de la Mesa. "El Congreso no puede hacer política terraplanista: aceptar iniciativas que se basan en bulos y fake news. Cuando las instituciones no defienden su dignidad, estas empiezan a degradarse", ha añadido para poner de ejemplo el asalto al Capitolio de hace un año sustentado por las informaciones falsas de la ultraderecha.

Otras iniciativas

No obstante, fuentes parlamentarias del PSOE han señalado a Público que la decisión tomada este martes es "puramente técnica", ya que tanto la petición de comparecencia como las preguntas estaban "correctamente formuladas". Asimismo, estas fuentes aclaran que posteriormente, cuando las iniciativas lleguen a la comisión de Sanidad y Consumo, serán tumbadas por la mesa del órgano parlamentario competente. Acción que el grupo confederal tilda de "insuficiente".

"Garzón no declarará por esto", añaden estas fuentes toda vez que el PSOE ha cerrado filas con Planas y se ha aproximado, a través de algunos barones socialistas, al negacionismo de la derecha sobre el impacto medioambiental y sanitario de las macrogranjas.

Asimismo, desde el grupo socialista avanzan que las peticiones de reprobación del ministro de Consumo impulsadas por PP, Vox y Cs serán tumbadas previsiblemente en la Diputación Permanente, un rechazo al que se sumarán la mayoría de socios del Gobierno dada la contestación de ERC, EH Bildu, Más País o Compromís al bulo que ha marcado el reinicio del curso político en 2022.